CaixaBank gana 403 millones hasta marzo, un 48% más, tras integrar BPI
La integración del Banco Portugués de Inversiones (BPI) en febrero ha impulsado el beneficio de CaixaBank en el primer trimestre del año hasta los 403 millones de euros, un 48% más que en el mismo período de 2016. En concreto, de este resultado 50 millones corresponden a BPI, mientras que 353 derivan de la actividad de CaixaBank, cifra que supone casi un 30% más que en el ejercicio anterior.
La incorporación de BPI, con efectos desde 1 de febrero, ha aportado dos millones de clientes, 34.037 millones de recursos de clientes y 23.328 millones de crédito bruto, lo que ha llevado a la entidad financiera presidida por Jordi Gual a ser líder en la Península Ibérica.
Según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la incorporación del banco portugués ha impulsado el crecimiento del margen de intereses de CaixaBank, que se ha situado a cierre del trimestre en 1.153 millones, un 13% más, en tanto que los ingresos por comisiones han crecido un 20,3%, hasta 588 millones.
Por contra, el margen bruto se ha reducido un 1,5 %, situándose en 1.893 millones, y el de explotación ha caído un 13,8%, hasta 792 millones, debido principalmente a la menor generación de ingresos derivados de activos financieros y a la cartera de participadas, que contempla la venta del 2% del capital de BPI en BFA.
Sin considerar la aportación de BPI, tanto el total de la cartera como la cartera sana de CaixaBank se han mantenido estables. La evolución por segmentos presenta indicadores positivos en el crecimiento de la nueva producción del crédito para la adquisición de vivienda (+11,5%), para empresas (+46,9%) y al consumo (+32%).
Preguntado sobre el incierto futuro del Banco Popular, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar ha tirado de comparación futbolística: “Como los entrenadores que no hablan sobre otros equipos, no me corresponde comentar otras entidades”.
Y sobre la reforma de la ley hipotecaria que prepara el Gobierno, Gortázar ha abogado por una legislación “equilibrada” que permita a las entidades financieras “tener suficiente seguridad jurídica” para prestar dinero a todo tipo de clientes a largo plazo. “La filosofía de CaixaBank es financiar a las clases altas y a las clases bajas. Sin seguridad juridica no podremos hacerlo”, ha afirmado.
