Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El TC afronta un año clave con la renovación de su presidencia que bloquea el PP
Ya no basta con tener propósitos, ahora también hay que medirlos
Opinión - 'España no es un país de derechas, sino uno desmovilizado', por A. Garzón

Kapka Kassabova, escritora: “El miedo es nuestro mayor enemigo en este momento”

La escritora Kapka Kassabova posa para elDiario.es en el CCCB de Barcelona

Mariona Jerez

Barcelona —
31 de diciembre de 2025 20:00 h

0

Nacida en Sofía, en 1973, la escritora Kapka Kassabova pertenece a la última generación que creció tras el Telón de Acero. En la Bulgaria comunista, fronteriza con el bloque occidental y países miembros del pacto de Varsovia, pasó sus veranos en las costas del mar Negro, escuchando susurros de aquellos a los que llamaban “los sandalias”: los alemanes del este que, con este tipo de calzado, intentaban cruzar la frontera.

Kassabova se fue pronto de su país: con sólo 20 años migró a Nueva Zelanda para luego, en 2005, trasladarse a Escocia, donde todavía vive. Pero estar lejos de su hogar no le ha hecho olvidar sus raíces. Al contrario, son las protagonistas de sus obras más célebres, conocidas como 'El cuarteto de los Balcanes'. Estos cuatro libros —el primero de los cuales, Frontera, acaba de ser traducido al catalán por la editorial Comanegra— se adentran en la zona de Tracia, donde Grecia, Turquía y Bulgaria comparten frontera e historias.

¿Por qué escribió sus libros sobre la frontera de la zona de Tracia?

Creo que siempre supe que escribiría sobre esa frontera porque es mi frontera, la frontera tras la cual crecí. Fuimos la última generación de niños fronterizos de Europa del este, en realidad, porque alcanzamos la mayoría de edad cuando cayó el Muro de Berlín, que fue la frontera más extrema de su época. Una vez escribí el primer libro, experimentando con lo que significó esa línea divisoria, supe que tenía que explorar otros lugares de los Balcanes.

Empezó con poesía y ficción, ¿qué le hizo cambiar a la crónica?

El arte es algo fluido. Quizás ya no escriba mucha poesía, pero sigo siendo poeta porque la poesía está dentro de la prosa. Para mí no existen fronteras claras entre los géneros. Incluso cuando escribo historias reales, la imaginación sigue activa. No significa que me invente cosas, sino que experimento la realidad de forma imaginativa a través de imágenes en movimiento, de rostros y paisajes.

Los refugiados son parte de nuestra realidad, una condición inherente a la realidad industrial en la que vivimos, una realidad insana

Un tema recurrente en su libro Frontera son los refugiados. ¿Ha cambiado esta figura a lo largo de los años?

No soy política ni estratega. No puedo generalizar, pero creo que el refugiado no es una persona cualquiera. Es parte de nuestra realidad, es una condición inherente a la realidad industrial en la que vivimos, una realidad insana donde todos estamos separados de los animales, de las plantas, de nuestros alimentos. Estamos casi atrapados y creo que cualquiera de nosotros podría convertirse en refugiado en cualquier momento. Todos somos refugiados de nuestra propia civilización, que se desmorona rápidamente.

A veces siento que ya estamos extintos como especie. Cuando miro a Gaza, pienso que la civilización ha llegado a su fin, que se ha autodestruido. Pero creo que esto solo aplica a la civilización militar industrial, que es la que aún conservamos. No es el fin de nuestra especie, pero reconectar con nuestra esencia natural es fundamental.

La gente le tiene mucho miedo a la realidad. Temen a los refugiados, temen al dolor. Mucha gente prefiere vivir negando la realidad, lo cual, en cierto modo, no ayuda, porque entonces uno queda atrapado en su propio miedo. Y el miedo es nuestro mayor enemigo en este momento.

En el libro describe la vida en los Balcanes y una de las cosas que muestra es la convivencia entre diversas religiones como la cristiana y la musulmana. ¿Por qué se da esta relación fluida a pesar de ser un lugar de fronteras?

Bueno, esta frontera en particular es bastante reciente. El Telón de Acero duró apenas 45 años, que no es más que un instante. Pero estas comunidades han estado ahí desde hace mucho tiempo. La frontera no deja de ser un microcosmos dentro de otro microcosmos que son los Balcanes, donde muchas cosas coexisten. Así es la cultura balcánica.

Por eso, hay elementos y costumbres que perduran allí, pero que se han perdido en otras partes de Europa. Una de las razones de su supervivencia es que el islam era la religión dominante y el imperio Otomano fue una cultura bastante tolerante. En cambio, en Escocia, donde vivo, la Iglesia persiguió a las brujas, a menudo curanderas y herbolarias, y provocó su desaparición.

La escritora búlgara se adentra en la historia de los Balcanes para explicar la Europa modernaq

Para escribir estos libros, volvió a una zona que había dejado atrás hacía unos 20 años. ¿Cómo fue para usted explicar su hogar después de tanto tiempo fuera?

Fue un proceso de investigación de campo alternada. Viví allí durante un tiempo, y recopilé historias activamente, como una especie de buscador de tesoros, para luego volver a mi casa en Escocia o a cualquier otro lugar neutral y poder estar a solas y reflexionar. Durante el tiempo en los Balcanes estuve conociendo gente y familiarizándome con la comunidad, lo que requirió tiempo. No se puede encontrar oro rápidamente. Tienes que ganarte el derecho a escribir sobre las personas y los lugares cuando eres un forastero.

Echando la vista atrás y viendo la situación actual, ¿qué lecciones cree que Europa debe aprender para afrontar mejor la gestión de los refugiados?

Creo que los europeos tienen muchas lecciones que aprender. No todos fueron amables con los refugiados en las ciudades fronterizas, pero creo que al principio la gente fue más amable y luego se insensibilizó. Es fundamental ser sensibles a todo lo que sucede a nuestro alrededor porque creo que el futuro está en las nuevas comunidades que se van formando. Todas las cosas buenas suceden desde abajo, desde la base. Mientras que la destrucción viene de arriba hacia abajo. Creo que, en ese sentido, las personas marginadas sí tienen algo que contarnos.

Mantenernos sensibles es el antídoto contra la ideología, el dogma, el lavado de cerebro y esta cultura de mentiras en la que, en realidad, todos vivimos

¿Sus libros pueden ayudar a revertir la desensibilización de la sociedad?

Eso espero. Por eso vivo como vivo y escribo como escribo, porque tengo esperanza. Este libro me cambió por completo, cambió mi comprensión de mis raíces, de lo que realmente son los Balcanes. Enriqueció mi comprensión de la gente, mi capacidad de estar con ella, de estar realmente presente, lo cual es algo muy hermoso. Así es cómo nos mantenemos sensibles y creo que ese es el antídoto contra la ideología, el dogma, el lavado de cerebro y esta cultura de mentiras en la que, en realidad, todos vivimos. Nuestras pequeñas experiencias pueden ser muy importantes.

¿Hubo algún momento en que ser una mujer en un viaje a solas le supusiera algún inconveniente?

Al contrario, creo que ser mujer puede tener una gran ventaja, porque todos te reciben con los brazos abiertos, ya que no te ven como una amenaza. También creo que los lugares que han sufrido muchos traumas necesitan la energía femenina. Y, de hecho, en muchos de estos pueblos fronterizos, las mujeres se han ido. Solo quedan solteros jóvenes y ancianos que han perdido a sus familias. Es muy típico de los paisajes postraumáticos donde el sistema militar-industrial prácticamente destruyó la vida: allí, lo femenino está herido o ausente.

Pero, sí, llegué a sentir miedo, sobre todo en los lugares en los que no hablaba el idioma, como en Grecia. Allí sentí verdadero terror porque no sabía qué decía la gente. Por eso el idioma es tan importante cuando te adentras en los submundos.

¿Cuál es su próximo proyecto?

Mi próximo libro trata sobre Escocia, concretamente sobre la zona de las Tierras Altas, donde vivo. Es un libro sobre el medio ambiente y la energía, sobre la destrucción causada por las grandes compañías energéticas que extraen los recursos explotando el viento y el agua. Vivo en una pequeña comunidad del norte de Escocia, completamente rodeada e invadida por la gran industria.

Etiquetas
stats