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490 millones y 14.000 puestos de trabajo: lo que pierde Barcelona con la cancelación del Mobile World Congress

Marquesinas que anuncian el MWC en las calles de Barcelona.

Pol Pareja

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Taxistas, hoteleros, restauradores y empresarios de la noche de Barcelona se pasaron todo el miércoles aguantado la respiración. La decisión que han tomado a última hora de la tarde de este martes 26 ejecutivos del mundo de las telecomunicaciones les ha dejado marcados para todo el año. Mientras el consejo de GSMA decidía la cancelación el Mobile World Congress (MWC) de este 2020, algunos sectores económicos de Barcelona cruzaban los dedos para evitar un desenlace que sería “desastroso” para los balances anuales. No ha sido así y la crisis del coronavirus ha dejado a la capital catalana sin su congreso más importante.

Según las previsiones de John Hoffman, el consejero delegado de GSMA –la patronal de las empresas del sector–, el MWC iba a dejar unas cifras de récord en la edición de este año. Siempre según los pronósticos de los organizadores, el congreso iba a reunir a 110.000 visitantes y dejaría 492 millones junto a 14.100 empleos temporales en la Barcelona y su área metropolitana. El balance iba a ser aún más positivo que el de la edición de 2019, cuando acudieron 109.000 congresistas y el impacto fue de 473 millones con 13.000 empleos generados.

Los sectores afectados por la cancelación del Mobile son muy diversos. Incluso antes del anuncio oficial de la suspensión del congreso, algunos empresarios ya empezaban a notar los efectos del goteo de bajas anunciadas en los últimos días. Más de 20 empresas, algunas de ellas de las más relevantes en el sector, ya habían comunicado que no estarían en Barcelona entre el 24 y el 27 de febrero, lo que ha acelerado la suspensión definitiva del congreso.

Este miércoles las empresas de vehículos VTC ya habían sufrido la cancelación del 33% de sus reservas. Según la patronal Unauto, se había anulado la contratación de unos 1.500 conductores que tenían previsto trabajar tanto durante los días del congreso como durante las jornadas previas y posteriores a su celebración. “Todo en general se enmarca dentro de un año que está siendo horrible”, ha asegurado el presidente de esta patronal, Josep Maria Goñi, que ha reconocido que el sector está “asustado”.

Los taxistas, por su parte, no han podido cuantificar los efectos de la cancelación porque no dependen tanto de las reservas previas. Según explica Tito Álvarez, portavoz del sindicato Élite Taxi, estos conductores aumentan su facturación entre un 20 y un 30% durante la semana del congreso. Álvarez matiza, sin embargo, que para ellos no supone un golpe tan fuerte. “No nos afecta tanto como a los hoteles o VTC”, señala en conversación telefónica.

Fuentes del gremio de hoteleros venían mostrando su “preocupación” ante la posibilidad de que el MWC no se celebrara. El presidente del gremio de hoteleros de Barcelona, Jordi Mestre, ha afirmado que los hoteles sufrirán la cancelación de las 40.000 habitaciones que se reservan durante el evento, 28.000 de las cuales se realizan a través de la agencia oficial que contrata la GSMA. Fuentes del gremio reconocen que la semana del congreso de telefonía es una de las más fuertes del año y destacan un motivo: las habitaciones suelen aumentar de precio considerablemente durante esos días.

El sector de los apartamentos turísticos tampoco es más optimista. Según el presidente de la patronal Apartur, Enrique Alcántara, el MWC supone un negocio de 14 millones para el sector, un 4% de la facturación de todo el año. Según datos de Airbnb de 2019, desde 2014 los asistentes al MWC han dejado 40 millones de euros para los bolsillos de “anfitriones locales”.

El ocio nocturno, otro de los sectores que aumentan su facturación durante los días del MWC, también se verá afectado. Según datos de la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (FECASARM), los asistentes al congreso se dejaron el año pasado 117,7 millones en este tipo de actividades.

Los costes para los organizadores

La cancelación del MWC también tendrá una factura millonaria para la organización. Los costes para GSMA y las empresas que han cancelado, según fuentes del sector, ascenderían a cientos de millones de euros y son difíciles de cuantificar. Hay relaciones contractuales cruzadas entre los distintos actores y las fuentes consultadas no conseguían apuntar quién pagará los costes de la cancelación. En lo único que coincidían desde la organización es que la factura para GSMA no sería barata.

Por un lado está la relación entre GSMA y las empresas que no habían decidido cancelar su asistencia, a las que en principio debería indemnizar. Por otro, entre GSMA y los asistentes que habían adquirido entradas para la feria a un precio que oscila entre los 800 y 5.000 euros. También hay contratos entre GSMA y proveedores así como entre proveedores y trabajadores. Otro de los contratos determinantes es entre la Fira de Barcelona y GSMA –el metro de 'stand' cuesta alrededor de 1.200 euros– así como entre la Fira y sus proveedores.

Precisamente la Fira de Barcelona es una de las entidades que obtiene un mayor beneficio del MWC. La celebración de este evento supone el 30% de los 215 millones de facturación de este ente publicoprivado.

El medio especializado en tecnología Wired apuntaba que la organización tenía decidido cancelar el congreso tras la baja de una veintena de empresas, entre ellas las principales operadoras europeas y americanas de telefonía. Desde GSMA no estaban dispuestos, sin embargo, a tener que asumir un coste tan elevado por cancelar la feria y presionaban a las autoridades para que declarasen una alerta sanitaria por el coronavirus que rebajaría sustancialmente el coste de anular el MWC.

En principio, cancelar la feria por una alerta sanitaria hubiese obligado a las aseguradoras a pagar una parte de las indemnizaciones a las más de 2.000 empresas que han mantenido su asistencia al congreso, una situación que haría que la factura de anular el MWC fuese mucho más baja para sus organizadores.

Las administración, sin embargo, no ha dado su brazo a torcer durante la jornada del miércoles. Todas las autoridades implicadas –ministro de Sanidad, consellera de Salut y alcaldesa de Barcelona– se han pronunciado ante la prensa para insistir en que se daban las condiciones para poder celebrar el evento. Pero ni sus argumentos ni su insistencia han servido para convencer a los organizadores del Mobile.

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