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El presidente del TSJ catalán propone apartarse de un juicio sobre el procés para evitar otro revés del Supremo

Barrientos, en una imagen de archivo

Oriol Solé Altimira

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La inédita decisión del Tribunal Supremo de ordenar la repetición un juicio del procés por falta de imparcialidad de los magistrados sigue provocando consecuencias. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, y el magistrado Carlos Ramos, dos de los togados cuestionados por el Alto Tribunal, han propuesto su propia abstención de otra causa relacionada con el referéndum del 1-O pendiente de juicio, la que afecta a la exconsellera de ERC Meritxell Serret.

Tal y como ha adelantado la Agència Catalana de Notícies (ACN), ambos magistrados han propuesto su propia abstención del juicio a Serret en un escrito en el que aseguran que “no se puede obviar” el precedente que supone la anulación del juicio a la Mesa de Carme Forcadell ordenado por el Supremo debido a su falta de imparcialidad.

El pasado mes de noviembre, el Supremo reprochó a Barrientos y Ramos haber exteriorizado una “toma de postura” sobre el caso de la Mesa en autos anteriores a la sentencia que firmaron. En consecuencia, a juicio del Supremo, ambos magistrados vieron cuestionada su imparcialidad, por lo que el juicio debe repetirse con un tribunal distinto.

El revés del Supremo provocó sorpresa en el TSJC, habida cuenta de que era la primera vez de que el Alto Tribunal acogía una de las tesis habituales de las defensas de los independentistas y dejaba por escrito que Barrientos y Ramos no habían actuado con suficiente imparcialidad.

Más allá del caso concreto de la repetición del juicio a la Mesa de Forcadell, Ramos y Barrientos ya fueron apartados antes del verano por sus propios compañeros del TSJC –con disenso interno– del juicio a la Mesa de Roger Torrent, que terminó en absolución.

Corra a cargo de sus superiores del Supremo o de sus colegas del TSJC, el cuestionamiento de la imparcialidad de Barrientos y Ramos les complica la participación en los futuros juicios sobre el procés que todavía deben juzgarse. Muestra de ello es su decisión de apartarse del juicio a Serret 'motu propio'.

La consellera de Agricultura durante el referéndum del 1-O de 2017 se marchó a Bélgica tras la fallida declaración de independencia. Volvió a España y se entregó en 2021 al Supremo, quien decidió que fuera juzgada ante el TSJC por su condición actual de diputada del Parlament.

Cabe recordar además que Barrientos y Ramos también forman parte del tribunal que debe juzgar a los colaboradores de Junqueras en la vicepresidencia durante el 2017, los actuales diputados de ERC Josep Maria Jové y Lluís Salvadó y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga.

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