Gandia renaturaliza al barranco de Beniopa para reducir el riesgo de inundación en los barrios próximos

Gandia ha empezado la ejecución del proyecto de 'Renaturalización y mitigación de los efectos de las inundaciones en el corredor verde del Barranco de Beniopa en Gandia'.

Adrián Brox, supervisor del proyecto municipal, ha visitado la zona junto con otros técnicos de la Fundación Biodiversidad, y se ha reunido con la primera Teniente de Alcaldía y regidora del área Medio Ambiente, Sostenibilidad y Emergencia climática, Alícia Izquierdo y el director General de Medio natural, Daniel Muñoz.

“El proyecto contempla la intervención en el barranco de Beniopa, tanto en su parte alta como en la zona de desembocadura y, particularmente, junto a las zonas urbanas inundables. El objetivo principal consistirá a reducir el riesgo de inundación en los barrios de Beniopa y el Grado y renaturalizar la cama en las zonas que no han sido urbanizadas mediante obras de canalización”, ha recordado Izquierdo.

“Después de la fase de planificación entramos de pleno en la contratación de las obras. A principios de 2024 arrancamos cañas y empezamos con los trabajos que, recordamos, tienen un presupuesto global de 3 millones de euros, financiados a través de los fondos europeos Next Generation y el 26% aproximadamente de aportación municipal”, ha informado Muñoz.

Importancia estratégica

El Barranco de Beniopa travesía la ciudad de Gandia y desemboca en el puerto después de discurrir por un marjal. La pluviometría es más elevada del territorio valenciano, con picos de caudal que han provocado graves inundaciones a Gandia.

El 3 de noviembre de 1987 la ciudad registró en 24 horas más de 800 mm/m (récord nacional de pluviometría) negando la ciudad y provocando cuantiosos daños materiales. Actualmente, requiere de una intervención integral dado que el barranco ha evolucionado hacia un estado de degradación de su funcionalidad al reducirse drásticamente su capacidad de drenaje por la presencia de especies invasoras y los abancalamientos agrícolas incontrolados. El incendio forestal de 2018 afectó su capacidad de infiltración y retención, con grave peligro para un territorio densamente poblado.