El exconseller de Educación Alejandro Font de Mora declara que no vio irregularidades en la gestión de la saqueada Ciegsa
El exconseller de Educación Alejandro Font de Mora ha declarado este miércoles como testigo ante el juez que investiga la pieza separada G del caso Taula referida a los sobrecostes en la construcción de colegios por la empresa pública Ciegsa. Font de Mora, quien fue conseller de Educación entre 2004 y 2011, sólo ha tenido que responder a las preguntas del juez y del fiscal anticorrupción y ha negado cualquier irregularidad en la sociedad pública.
El político del Partido Popular ha descargado toda la responsabilidad sobre la contratación con las constructoras investigadas en el entonces consejero delegado, Máximo Caturla, imputado en el caso Taula. Según Font de Mora, cuya profesión es la de forense, nombró a Caturla al frente de CIEGSA porque contaba con el perfil adecuado.
El exconseller, que estaba citado a las diez de la mañana, no ha accedido a la Ciudad de la Justicia por la entrada principal y ha podido así evitar las preguntas de los periodistas. Tal como hizo en su comparecencia en la comisión de investigación de las Corts sobre Ciegsa, Font de Mora ha restado importancia a los sobrecostes de la construcción de los colegios valencianos y ha recordado que la empresa pública construyó 200 centros educativos.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalaba en el segundo informe sobre la pieza separada de CIEGSA que, de los audios grabados clandestinamente por el autodenominado yonki del dinero, Marcos Benavent, “se desprende el papel desempeñado” por Alejandro Font de Mora, por el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, y por el exconseller de Economía Gerardo Camps en “determinada ascendencia sobre las formas de financiación utilizadas y la manera en las que éstas debían llevarse a cabo”.
En una de las conversaciones que Benavent grabó con Caturla, el exconsejero delegado de Ciegsa dice que “o aquí el presidente marca el criterio que tiene que funcionar para todos o aquí va a haber una guerra de laterales”.
—¿Nosotros podemos funcionar independientemente o autónomamente, como quieras decirlo? —pregunta Benavent.
—No —responde Caturla.
—¿A parte de Alejandro y a parte de su puta madre? —repregunta el yonki del dinero.
Marcos Benavent, la piedra angular del caso Taula, explicó a los investigadores de la UCO que en esta conversación hablan de “guerra de laterales” porque “existían intereses cruzados por el reparto de comisiones” y “todo el mundo quería conseguirlas”. Además, añade Benavent, “existían múltiples presiones por parte de las personas que se mencionan en el audio para quedarse con el dinero”.
Ante la falta de pruebas concluyentes, más allá de la breve referencia de la UCO al exconseller en su informe, Font de Mora ha salido igual que ha entrado: como testigo.
