Iberdrola aún no ha comunicado a Europa la prolongación de la vida de la nuclear de Cofrentes que pretende lograr
“Hasta la fecha, la Comisión no ha recibido ninguna comunicación de conformidad con el artículo 41 del Tratado Euratom con respecto a la intención de operar la planta más allá de lo previsto en su diseño original”.
Así reza parte de la respuesta enviada por el director europeo de Energía Nuclear, Seguridad e ITER, Massimo Garribba, a la portavoz de Esquerra Unida (EU) en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, tras preguntarle esta por la información que manejan las autoridades europeas sobre la construcción de un almacén de residuos nucleares en la central de Cofrentes y sobre la prolongación de su vida útil original, dejada entrever públicamente en numerosas ocasiones por los responsables de la instalación.
En su carta, Garribba informa de que “si las inversiones relacionadas con la operación a largo plazo de la planta cumplieran los criterios en términos de tipo y tamaño establecidos por el Reglamento (Euratom) nº 2587/1999 del Consejo, la comunicación a la Comisión de conformidad con el artículo 41 del Tratado Euratom sería obligatorio”.
Al respecto, advierte que tomarán “las medidas legales necesarias contra los estados miembros que no cumplan con los nuevos requisitos”.
El director europeo de Energía Nuclear añade que “la solidez de las centrales nucleares de la Unión Europea (UE) para los eventos externos, incluida la planta de Cofrentes, se ha mejorado como resultado de las pruebas de resistencia de la UE llevadas a cabo en respuesta al accidente de Fukushima”.
Sin embargo, recuerda que “un informe de estado actualizado de cada país participante, incluyendo España en la aplicación de las recomendaciones de pruebas de estrés, es esperado para finales de 2017”.
Al respecto, Albiol ha denunciado que “los responsables de la central nuclear de Cofrents, propiedad de Iberdrola, están incumpliendo el tratado europeo Euratom de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, al no haber comunicado a la Comisión la construcción de un almacén individualizado temporal de residuos nucleares que operará a partir de 2021”, año que coincide con el de finalización de la autorización para funcionar y muy próximo al del final de su vida útil, en 2024, pero que la compañía pretende prolongar.
Para Albiol, se trata de “una peligrosa muestra de irresponsabilidad”. Según la eurodiputada, “si la dirección de Cofrentes o los responsables ministeriales no son capaces de cumplir con los trámites de los tratados que han firmado, ¿por qué razón podemos confiar en su criterio a la hora de decidir si la central puede continuar en marcha o no?”.
La carta ha llegado, además, en un momento en que se acaba de conocer que la planta ha vuelto a parar su actividad porque vuelve a estar averiada: “solo un mes después de ponerse en marcha después de estar parada durante 75 días por una reparación, la central vuelve a sufrir una avería que la mantiene inactiva”.
Albiol ha comentado que en 10 meses ha sufrido 8 incidentes, aparte de las averías principales que la han mantenido inactiva: “nos parece más que preocupante que ante lo que parecen signos de fatiga de la infraestructura después de más de 30 años de funcionamiento, sus responsables se plantean que aún continúe funcionando más allá del 2024”.
Amplían el plazo para la petición de la prórroga
La central nuclear de Cofrentes se aproxima al final de su vida útil. Este centro genera un tercio de la electricidad consumida en la Comunidad Valenciana y la posibilidad de la prolongación de su vida útil genera conflicto, enmarcado además en el debate sobre la energía nuclear. Un debate que pone en riesgo intereses económicos y de las grandes empresas que operan en el sector.
El director de la central, Tomás Lozano, compareció el pasado mes de julio en las Corts valencianas a petición del PSPV-PSOE y Compromís -apoyada por Podemos- para dar cuenta de la construcción del mencionado almacén.
El director insistió en que la construcción del almacén es necesaria e independiente del proceso de continuidad. Respecto a la posibilidad de alargar la vida útil del centro, señaló que es un debate político en el que ni la central ni Iberdrola van a entrar, aunque consideró que la energía nuclear es “necesaria” para “la transición del modelo energético”.
Por su parte, el Ministerio de Energía comunicó ese mismo mes la orden por la que concede más tiempo a la central de Cofrentes -también a la de Trillo y Ascó- para renovar sus permisos. De no haberse producido la modificación, Iberdrola tendría que haber solicitado la renovación en 2018. Ahora se podrá retrasar hasta 2020.