El libro de lance toma la calle

El libro viejo ha decidido que ya es hora de pisar de nuevo las calles. Pese a que cada año se pronostique su muerte y se prepare su obituario, el papel se niega a morir. Tras casi 40 años sin celebrar su día de forma oficial, este 23 de abril el Gremio de Libreros de Lance ha organizado un mercado en la Plaza de la Reina, en Valencia, por el día del libro.

Unas 17 librerías han montado sus expositores en la céntrica plaza para convertir el domingo en una auténtica festividad del libro, no sólo del antiguo. El Gremio ha invitado a varias librerías como Railowsky, Ramón Llull o Perucho, para sumar esfuerzos con el libro nuevo. “Invitamos a otras librerías a que aporten un libro diferente al que habitualmente manejamos nosotros, creemos que se consigue un evento más atractivo para todos y aportamos a la ciudad algo novedoso”, explica Robert Pérez, uno de los organizadores.

El de los libreros es un gremio que se esfuerza a diario por sobrevivir mientras el mundo le cava la tumba. Los datos parecen estar siempre en su contra. Según el informe, 'La Lectura en España', elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España, el 39% de los españoles no leyó ningún libro en 2015. Las librerías se redujeron hasta 3.650 en 2013 (casi 700 menos que el año anterior) y en una década ha cerrado el 25% de los puntos de venta de prensa; aunque, por contra, los lectores habituales han aumentado. Como autorrecompensa y reivindicación del trabajo, han decidido celebrarlo. “No por beneficio económico, sino como reivindicación del libro y la cultura”, explican los organizadores.

Entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde, a la sombra de la catedral, libreros y editores celebran Sant Jordi ofreciendo sus volúmenes. En palabras de Robert, el objetivo de este encuentro “es dinamizar una festividad que pensamos es importante que se consagre, que no solo enriquece el panorama cultural sino que consigue de forma natural que un día al año todo orbite alrededor del libro”.