La llegada de pateras a las costas valencianas se multiplica por tres en el último año
La llegada de Pateras a la Comunitat Valenciana se ha multiplicado por tres en el último año. Así se desprende de los datos de los que dispone delegación del Gobierno, que ha registrado la llegada de 46 embarcaciones con 307 personas a bordo en los últimos diez meses -todos ellos en aguas alicantinas-, una cifra que contrasta con los catorce botes y 120 inmigrantes interceptados a lo largo de 2016. La diferencia con lo sucedido en 2015 es mucho mayor. Entonces arribaron a las costas valencianas tan sólo cuatro embarcaciones con 26 personas a bordo.
Desde Cruz Roja de Alicante confirman este incremento y elevan el número de inmigrantes que han llegado a tierras valencianas hasta las 391 personas, “las cifras de la delegación del Gobierno recogen únicamente las personas que van a bordo de las pateras mientras que nosotros también incluimos a aquellos migrantes localizados en tierra y que comprobamos que han llegado por mar en alguna de estas embarcaciones”.
La ONG, que interviene en la atención de inmigrantes desde hace una década, explica que el perfil de las personas que llegan a las costas valencianas se ha modificado en los últimos años: “Aunque la mayoría suelen ser hombres de entre 20 y 30 años, es cierto que cada vez son más jóvenes y hay más menores entre los atendidos”. Por lo que respecta a la procedencia, la mayor parte proviene de los países del Magreb, aunque también han llegado algunos desde Siria o Libia.
En cuanto a su estado de salud, suelen padecer cuadros de hipotermia -como consecuencia de pasar muchas horas en alta mar, hacinados y mojados-, deshidratados o con la glucosa baja. Además, también se dan casos de quemaduras (en los meses de verano) o aparatosas abrasiones en la piel, principalmente en la zona de los muslos y glúteos, por el contacto directo con el combustible y el salitre. A pesar de todo esto, los migrantes atendidos, por lo general, no suelen padecer dolencias graves que requieran el traslado a un centro hospitalario. “En el caso de necesitar atención hospitalaria, por sufrir alguna fractura o dolencia más grave, les derivamos al hospital”, puntualizan.
La llegada de pateras, ha habido épocas del año en las que no había semana en la que no llegara una embarcación a aguas de Alicante, se suele detectar de forma casual en alta mar por alguien que avisa al 112: “Entonces se pone en marcha el protocolo, actúa Salvamento Marítimo o Guardia Civil, y nosotros [Cruz Roja] acudimos con una de nuestras tres embarcaciones de salvamento, más pequeñas, como apoyo y en algunos casos para remolcar la patera hasta el puerto”. Los equipos de Cruz Roja, dispuestos a lo largo de la provincia para poder dar una respuesta inmediata ante cualquier alerta en cualquier punto de Alicante -desde Torrevieja hasta Calp o Altea- y en cualquier momento, están dotados con personal sanitario y traductores para facilitar la comunicación con los ocupantes de las pateras.
Una vez los inmigrantes han sido interceptados y tratados médicamente, en caso de ser necesario, pasan a disposición judicial: “Se les envía al CIE de Zapadores como paso previo a su expulsión, si se conoce el país de procedencia”.