“Mi mujer evitó que me pegara un tiro, el suicidio es la principal causa de muerte entre agentes policiales”
“Sufrí un enfrentamiento armado feroz con cuatro individuos que asaltaron mi casa una noche que estaba con mi mujer; tras esta brutal experiencia para la que nadie nos prepara y tras recibir una denuncia por la que me piden 20 años de prisión y 300.000 euros, sufrí un episodio de pérdida de conciencia que me llevó a coger mi pistola, ponérmela en el cuello y disparar; no pasó nada porque estaba el seguro puesto y porque mi mujer me vio y vino con mucho cuidado a retirármela de la mano”.
Este es el escalofriante testimonio de Casimiro Villegas, poilicía local de Sevilla y principal impulsor de la Plataforma ZERO Suicidio Policial, quien ha participado este lunes en València en la 'Primera Jornada para la Prevención del Suicidio en el Ámbito Policial' organizada conjuntamente por la Asociación Unificada de Guardias Civiles, el Sindicato Unificado de Policía y la sección sindical de Comisiones Obreras de la Policía Local de València.
Villegas ha alertado de que, por desgracia, su caso no es aislado ya que los suicidios son “la principal causa de muerte entre los agentes policiales en España”.
Según ha explicado, tras el episodio que sufrió a finales de 2012, empezó a indagar con compañeros: “Detectamos casos de colegas fallecidos víctimas de suicidios entre los años 2013 y 2014 y comenzamos a crear un grupo para coordinarnos y analizar cada caso en toda España”.
Fruto de este trabajo, compatibilizaron el año pasado 46 suicidios en toda España, 22 de ellos de agentes de la Guardia Civil, 14 de la Policía Nacional, 8 de la Local y dos entre las autonómicas, en concreto de dos Mossos. Al respecto, Villegas ha lamentado el muro informativo que han encontrado entre los cuerpos autonómicos.
Por comunidades autónomas, la mayoría de suicidios se produjeron en Andalucía con 10 casos, seguida de Madrid (7), Catalunya (6), Canarias (5), Galicia (4) y Comunitat Valenciana y Castilla-La Mancha, donde se registraron tres casos en cada una. El resto de casos están distribuidos en las demás comunidades, salvo en Ceuta, Melilla y Baleares, donde no se registraron casos.
En el primer trimestre del presente año, se han contabilizado otros 12 suicidios, seis en la Guardia Civil, cuatro en la Policía Nacional y dos en la Local, lo que supone un caso más con respecto al mismo periodo de 2017, en concreto en el cuerpo Nacional.
En cuanto a los métodos más habituales para ejecutar los suicidios, de los 46 casos registrados el pasado año, el 71% lo hicieron con su propia arma, el 16% se precipitaron mediante algún vehículo, el 7% se ahorcaron, un 3% usaron fármacos con alcohol y otro 3% se causaron un atropello, por ejemplo, en las vías de un tren.
Según Villegas, otro dato preocupante es que hay más del doble de casos de suicidios entre agentes policiales que entre la población general. Así, teniendo en cuenta que en 2017 se quitaron la vida 3.650 personas sobre una población de 47 millones de españoles, en relación a 235.100 agentes de la autioridad se deberían haber producido 18,3 suicidios. Sin embargo, hubo 46.
Para el impulsor de la Plataforma, “estamos ante un problema muy grave que hasta ahora ha sido tabú y para el cual no se nos prepara porque esta es una profesión con un peligro extremo y hay que poner medios en forma de atención psicológica especializada como se está haciendo con buenos resultados en Estados Unidos o más recientemente en Italia”.
Según Villegas, tras una situación traumática como la que vivió agravada por el “mazazo” del litigio judicial empiezan a producirse una pérdida de control del estrés: “Cuando se desboca y se cronifica se crean desajustes psicológicos y fisiológicos en la salud del policía”.
La siguiente fase es el desarrollo de este estrés que se muestra con ataques de ansiedad (dolor de pecho, ira interna, insomnio taquicardia) y eso desemboca “en angustia, sensación de ahogo, temblores, pesadillas recurrentes y desapego”.
Por último, “el proceso finaliza con una depresión en el ámbito laboral y familiar que lleva a la despersonalización y el autoabandono, lo que empieza a llevar a ideas suicidas que a la mínima situación o mala noticia puden ser detonantes para su ejecución si no se detecta esta situación y se pone remedio a tiempo”.
Nuevos protocolos de prevención
Otro de los ponentes de la jornada ha sido Fernando Pérez Pacho, psicólogo clínico especializado en policías, quien ha analizado las causas de los suicidios.
Pérez ha advertido al respecto que hay factores de riesgo: “a los de la población general que suelen ser, por ejemplo, emocionales, económicos o de salud mental, se suman los de la labor policial, que pueden ser los turnos que te impiden conciliar la vida familiar y laboral, poco reconocimiento en el trabajo, estar sometido constantemente a situaciones de mucho estrés como ver gente muerta por accidentes, ver niños víctimas de abusos; todo esto puede llevar poco a poco al policía a tener esa idea suicidio, pero no hay una causa única, cada caso de suicidios nos cuenta una cosa distinta porque cada persona es diferente”.
Según ha explicado, hay una serie de mitos relacionados con el suicidio que no son reales: “por ejemplo eso que se dice de que el que lo dice no lo hace es mentira, ocho de cada diez de los que lo advirten se quitan la vida”.
Así, el psicólogo ha reclamado la necesidad de “protocolos que logren la detección de posibles casos desde la base, y no solo detectarlas, sino poner soluciones”.
En este sentido, ha afirmado que “actualmente existen protocolos, pero de una forma dispersa, por ejemplo, en la Guardia Civil tienen uno y ahora se están generando otros en la Dirección General de Policía, cuando lo ideal sería poder confluir un protocolo genérico para todas los policías”.
Sobre los recursos necesarios para hacer frente a esta situación, ha comentado que “primero de todo habría que asegurar una asistencia adecuada a nivel psicológico y médico de los policías en riesgo, que además deberían de tener una baja psicológica que no les suponga un problema económico, ya que muchos no dicen nada y siguen aguantando estando mal emocionalmente porque les supone una merma de ingresos”.
Además, ha añadido que “el tratamiento debe ser externo, que no tenga nada que ver los profesionales con el cuerpo del paciente para que tenga la sensación de intimidad en sus comentarios”.
Ribó apoya la jornada
El alcalde de València, Joan Ribó, ha dicho este lunes que los poderes públicos no deben esconderse, sino afrontar y contribuir a prevenir un problema como el del suicidio en el ámbito policial, que es la primera causa de muerte entre los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Ribó ha participado en la apertura de la jornada organizada: “estamos ante un problema serio, el del suicidio en los cuerpos y fuerzas de seguridad. Un problema que no se ha de esconder sino que se ha de afrontar y llevar a cabo una política preventiva”
Para el alcalde, “es posible buscar las causas y es posible trabajar conjuntamente como ya se está haciendo desde la Plataforma Suicidio ZERO para buscar y encontrar el camino para evitar esos suicidios con psicólogos, con psiquiatras, con especialistas en prevención de riesgos laborales”.