Elche se debate entre su triple fragmentación de derechas, izquierdas e independientes
La fragmentación no solo es cosa de derechas en Elche; izquierda y partidos independientes también han llegado más divididos que nunca a la cita del 26 de mayo. En total 14 partidos concurren a unas elecciones en las que más de la mitad podría lograr representación municipal.
En 2015, PSOE y Compromís tuvieron que apoyarse para gobernar primero con Ilicitanos por Elche y tras su salida solo nueve meses después con el Partido de Elche. Este último partido vuelve a presentar a su cabeza de cartel, Jesús Pareja, por cuarta vez. Hace cuatro años se quedaron a escasos votos de lograr el segundo concejal que les arrebató Ilicitanos por Elche, formación también independiente nacida de una escisión del PP. Su alcaldable, Cristina Martínez, vuelve a concurrir.
Pero ahora además competirán contra otro partido independiente como es Contigo Elche con una candidatura repleta de los descontentos de Ciudadanos, a cuyo frente se sitúa el que fuera su candidato en 2015 David Caballero. La incógnita está en cuántos votos puede arañar al partido naranja, que parece haber olvidado rápido su crisis interna tras convertirse en la segunda fuerza más votada en las elecciones nacionales, por delante del PP. Sin embargo, Ciudadanos deberá competir estas dos semanas de campaña con un número uno semidesconocido, como es el abogado Eduardo García-Ontiveros, cuestión que resta importancia el partido de Albert Rivera al asegurar que ya les pasó lo mismo hace cuatro años con Caballero y lograron tres asientos.
La competición entre Cs y el PP está servida. Este último fue el gran perdedor de las elecciones pasadas del mes de abril. La ciudadanía no compró el mensaje lanzado reiteradamente por el equipo de Pablo Casado de que el candidato a la presidencia del gobierno tendría más miramientos por Elche al ser él mismo “medio ilicitano” por tener una esposa nacida en la localidad. El candidato a la alcaldía y amigo personal de Casado, Pablo Ruz, tras reconocer la estrepitosa derrota -que aun así le ha valido para hacerse con el único puesto de senador de la provincia- parece que ha aprendido la lección y esta semana se ha ofrecido a pactar con todas las fuerzas que cosechen representación. Esto incluiría, en teoría, a Compromís y Podemos, partidos de los que sigue renegando Ciudadanos, aunque su cordón sanitario ahora sí excluiría al PSOE.
Las derechas de Elche miran con preocupación el auge de Vox. El partido ultra fue otra de las novedades el pasado 28 de abril cuando obtuvo el 13% de los votos, lo que en la práctica le depararía cuatro concejales. Su candidata, Amparo Cerdá ha logrado, a diferencia de otros municipios alicantinos donde el nepotismo y los desencuentros reinan en las agrupaciones, darle estabilidad a un proyecto en el que lleva trabajando los dos últimos años.
Podemos también consiguió hace un mes un buen resultado, el 13% de los votos y ser cuarta fuerza por detrás del PP. Podría ser un resultado engañoso para la candidatura que encabeza José Vicente Bustamente ya que entonces concurrieron de la mano de Esquerra Unida y en Elche han optado por acudir a las urnas en solitario -y ahora lo hacen sin haberse presentado hace cuatro años bajo la fórmula Guanyem-. Entonces EU se quedó a las puertas de hacerse con un concejal y para esta ocasión se han decantado por una plataforma, Elx en Peu -junto con Esquerra Republicana y Republica en Marcha, entre otros- encabezada por el que fuera aspirante a secretario general y candidato a la alcaldía por Podemos Elx Manolo Albentosa.
Pero la fragmentación de la izquierda no termina aquí. Hace unos días el Juzgado número 1 de Elche dejó fuera de las elecciones a Elx Avant, agrupación de electores formada por movimientos ecologistas y sociales que se quedó a solo 300 firmas de las 3.000 que requerían por ley para poder presentarse.
PSOE y Compromís
La corporación 2015-2019 ha estado marcada por el gobierno de PSOE y Compromís. Ambas agrupaciones han vuelto a apostar por Carlos González y Mireia Mollà respectivamente. El primero, tras un pacto con el secretario local y diputado electo Alejandro Soler que ha evidenciado su soledad en el partido. La segunda, después de anunciar su negativa a no querer repetir en Les Corts como diputada para centrarse en Elche, donde ha sido edil de Turismo y Relaciones Institucionales.
Las dos fuerzas llegan al 26 de mayo con la esperanza de que la ciudadanía valore “la estabilidad” que han imprimido a un equipo de gobierno que, sin embargo, se ha caracterizado por los desencuentros en materias como el proyecto del nuevo Mercado Central o la política de infraestructuras educativas del Consell en el municipio.
Los de Mireia Mollà han apostado en campaña todo a su figura y esperan revertir los malos resultados de las elecciones generales de abril cuando obtuvieron el 2% de los votos y solo 2.700 papeletas. En cambio, en las autonómicas del mismo día ascendieron hasta los 11.000 respaldos y el 9%, dos puntos menos que en 2015.
Con todo, la candidatura de González aspira a repetir los buenos resultados de abril cuando lograron superar al PP en unas nacionales por primera vez en 25 años. Saben que su techo para las municipales bajará del 30% y los 37.000 votos pero están convencidos de que sumando con otras fuerzas de izquierdas y partidos independientes por un lado, o con Ciudadanos e independientes por otro, podrán retener un poder que han ostentado, obviando el periodo 2007 a 2011 del PP, durante toda la democracia.
