Sagunto 'acaba' con las Vascongadas, Castilla La Vieja o Castilla La Nueva
El pleno del Ayuntamiento de Sagunto -gobernado entonces por el Partido Popular del diputado autonómico Alfredo Castelló- aprobaba en 2012 una moción presentada por el grupo municipal de Compromís sobre la aplicación de la Ley de Memoria Histórica que ahora se hace efectiva por medio de la firma del actual alcalde, el valencianista Quico Fernández, de la retirada de manera inmediata de los títulos honoríficos concedidos a José Antonio Girón de Velasco -ministro de Trabajo durante la dictadura franquista, nombrado Hijo Adoptivo por el Ayuntamiento saguntino en marzo de 1954- y a Francisco Franco -Medalla de Oro de la ciudad concedida en 1965-.
Además, se modificarán los nombres de las calles Vascongadas, Castilla La Nueva, Castilla La Vieja por las denominaciones actuales correspondientes a las comunidades autónomas tal y como dictan sus estatutos de autonomía (País Vasco, Castilla-La Mancha y Castilla y León).
La Ley de la Memorias Histórica -aprobada en 2007 por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero-, explican desde el Consistorio saguntino, “viene a iniciar el tramo final de la reparación moral que las administrciones y los ciudadanos deben a quienes sufrieron la persecución, las injusticias y los agravios, bien fuera por motivos políticos o religiosos, en aquéllos dolorosos años de la historia de España”.
La Ley de Memoria Histórica
Sagunto se suma así a otras ciudades e instituciones valencianas que, con los cambios de gobierno producidos tras las elecciones del pasado mes de noviembre, han hecho efectiva la Ley de Memoria Histórica, aprobada como en 2007 por el Gobierno de Zapatero pero que muchos ayuntamientos en manos del Partido Popular se negaban a aplicar.
El artículo 15 de la Ley 52/2007, del 26 de diciembre, o Ley de Memoria Histórica, insta a las administraciones públicas a tomar las medidas oportunas para la retirada, en el ámbito de sus competencias, de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativos de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura Franquista.
De manera excepcional, prosigue el texto, se conservarán las meciones que sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley. Para valorar estos supuestos de excepcionalidad en la retirada de símbolos, el ministerio de Cultura creó una comisión técnica de expertos.
