Sensores para contar las truchas y controlar su población en el río Palancia
Varios sensores comprobarán la eficacia real de la rampa para peces construida durante el pasado verano en el azud de Fuente del Nano, en el río Palancia, en término municipal de Teresa. Estos dispositivos, que han sido instalados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), controlarán el paso de la población existente de trucha común y trucha arcoíris, y también monitorizarán otras especies presentes en el río.
La rampa para peces del azud de Fuente del Nano es un proyecto piloto, que cuenta con un canal de aguas bajas para concentrar el caudal ecológico y garantizar el calado necesario para asegurar el remonte de la ictiofauna. Al mismo tiempo, a lo largo de la estructura se incorporaron piedras para facilitar el tránsito de la fauna presente en el río, que cuenta con especies piscícolas de gran valor como la anguila, los barbos mediterráneo y colirrojo, la bermejuela, la trucha común y el cacho.
Los sensores han sido instalados en el inicio y final de la rampa para monitorizar el paso de las diferentes especies que habitan en este tramo del Palancia. Especialmente se controlará la población de las truchas común y arcoíris, especies que comienzan su ciclo de reproducción, con el consiguiente remonte del río, a partir del mes de octubre. A lo largo de las próximas semanas se hará un marcado de peces para poder registrar su tránsito por los sensores instalados en la rampa.
Está previsto que este sistema pueda ser reutilizado en estudios similares en otras escala, por lo que servirá para obtener más información acerca de la eficacia de este tipo de infraestructuras y su implementación en futuras actuaciones.
La confederación impulsó esta infraestructura para mejorar la conectividad longitudinal fluvial y favorecer el movimiento de la fauna en este tramo del río Palancia. De igual forma, su construcción permite continuar con las actuaciones previstas en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Júcar 2022-2027, que tiene como objetivo prioritario alcanzar el buen estado ecológico y global de todas las masas de agua de la demarcación.
El estudio servirá también para determinar los posibles impactos que haya podido tener el incendio del pasado verano en la zona del Alto Palancia sobre la población piscícola. “Antes de la construcción de la rampa se hizo un estudio de los peces que habitaban el río, pero es posible que el incendio haya tenido consecuencias negativas para algunas especies, por lo que los resultados pueden estar condicionados por esta circunstancia”, explican desde la Comisaría de Aguas del organismo de cuenca.
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