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València multará con hasta 3.000 euros a los particulares que no tomen medidas contra el mosquito tigre

Ejemplar de mosquito tigre

Carlos Navarro Castelló

“La nueva ordenanza recogerá una serie de consejos y obligaciones a tener en cuenta por parte de particulares o comunidades de vecinos a la hora mantener en condiciones sus espacios privados para evitar la proliferación del mosquito tigre”.

Así ha explicado a eldiario.es la concejala de Sanidad del Ayuntamiento de València, Maite Girau, el objetivo que persigue esta novedosa normativa municipal, cuyo borrador ya está cerrado y saldrá a exposición pública para iniciar el periodo de alegaciones “en unos 15 días”.

La edil ha explicado que iniciará una ronda de reuniones con los representantes de los administradores de fincas y de la Federación de Vecinos de València, entre otras entidades, con el objetivo de explicarles el texto y recoger sus aportaciones para introducir mejoras si procede.

Como avanzó este diario, la normativa establecerá la obligatoriedad de que los particulares mantengan en unas mínimas condiciones de salubridad los terrenos o propiedades en los que pueda quedarse agua estancada y por tanto pueda proliferar el mosquito tigre, por ejemplo en zonas de campo, segundas viviendas o en residenciales con zonas comunes.

En este sentido, Girau ha comentado que aunque la ordenanza establece sanciones, no tiene un espíritu recaudador, ya que la denuncia se producirá en el caso de que se detecte un foco de mosquitos en una propiedad privada, y pese al requerimiento municipal, no se aplique el pertinente tratamiento para erradicarlo.

Girau ha afirmado que las multas oscilarán entre los 25 euros de las leves a los 3.000 euros de las muy graves, en las que se tendrá en cuenta entre otras cosas la reincidencia.

Y es que, en el 80% de los avisos que recibe Sanidad por presencia del mosquito tigre, el foco está en elementos con agua estancada como piscinas, platos de macetas o imbornales ubicados en propiedades privadas como colegios, residenciales con zonas comunes o segundas viviendas.

Cuando esto se detecta, se informa al pripietario del modo de actuar y se le requiere para que resuelva la situación. Con la aprobación de la ordenanza, si no lo hace se le podrá denunciar.

Durante todo el año, los técnicos de Lokímica, la contrata del servicio de control de plagas del Ayuntamiento, realizan el tratamiento de los 70.000 imbornales existentes en la vía pública, además de las zonas húmedas de la Albufera.

Desde Sanidad esperan que si estas actuaciones en la vía pública van acompañadas de un control por parte de los particulares, se podrán reducir las molestias que genera el mosquito tigre.

València se une así a otras ciudades valencianas que ya cuentan con ordenanzas similares como Castellón, Onda, L'Alcora o Pobla de Farnals.

Una cuestión de salud pública

Girau ha recordado que el control del mosquito tigre es muy importante y es una cuestión de “salud pública”.

Y es que, el mosquito tigre está catalogado como una especie invasora procedente de Asia cuya expansión se ha debido al comercio internacional de mercancías.

Puede transmitir enfermedades infecciosas como el Chikungunya, el Zika o el Dengue, pero en la Comunitat Valenciana no ha trascendido que se hayan dado casos de estas enfermedades por la picadura de ejemplares autóctonos.

El Ayuntamiento cuenta con un equipo de atención de incidencias del mosquito tigre, tras comunicación por parte del ciudadano de zonas afectadas mediante el 010.

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