Ecologistas hacen una performance a las puertas de Iberdrola en València para exigir que “haga las maletas” y cierre la central nuclear

La plataforma Tanquem Cofrents ha realizado este sábado una performance frente a la sede de Iberdrola en la ciudad de València para reclamar el cierre de la central nuclear de Cofrentes. Concretamente esta plataforma, que agrupa a los principales grupos ecologistas del País Valenciano, así como a sindicatos y otras organizaciones de la sociedad civil valenciana, reclama con esta acción que no se renueve la actual licencia de funcionamiento de la nuclear valenciana por problemática e innecesaria. 'Tanquem Cofrents' exige que la central cese su actividad el próximo 20 de marzo, cuando expira la actual licencia.

Fuentes de la entidad han informado de que en la performance han participado 10 activistas que han depositado una serie de maletas con textos alusivos al cierre de la central ante la sede de Iberdrola en la ciudad de València. Con lemas como “good bye Iberdrola”, “adiós a la nuclear de Cofrentes” o “cerramos Cofrentes”, la plataforma ha querido simbolizar que ya es hora que Iberdrola haga las maletas y se vaya de la comarca del Valle de Ayora-Cofrentes y de la provincia de València.

Esta acción se enmarca en la campaña de Tanquem Cofrents para exigir el cierre de una central que funciona desde hace ya 36 años y ha sobrepasado ampliamente su periodo de funcionamiento de diseño. Sin embargo, Iberdrola pretende que siga funcionando hasta 2030, de forma absolutamente irresponsable, puesto que la central se encuentra vieja y deteriorada y el peligro de accidente grave aumenta exponencialmente cada año en estas condiciones.

Las mismas fuentes han asegurado que la baja cultura de seguridad de la dirección de esta central, reconocida por el mismo Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), todavía aumenta más el peligro que supone esta central para toda la ciudadanía y el medio ambiente. Pero, “la seguridad solo es uno entre los muchos motivos para cerrar urgentemente esta nuclear problemática e innecesaria”, han afirmado.

Según han explicado, “cerrar la nuclear de Cofrentes este año, y no en 2030, supondrá tener que gestionar centenares de toneladas menos de residuos radiactivos, para la costosísima gestión de los cuales la empresa pública Enresa ya no tiene hoy suficientes dinero. Por este motivo, si se renueva la licencia de funcionamiento de Cofrentes, al final, se tendrán que gestionar los residuos radiactivos con más dinero público. Es decir, con más impuestos a la ciudadanía”.

Desde la plataforma han añadido que cerrar la nuclear y sustituir su producción por energías renovables supondrá un aumento considerable de empleo: “Las energías renovables generan hasta 10 veces más puestos de trabajo que la nuclear para producir la misma energía. Y, además, a un precio más barato, por lo cual bajará el coste de la electricidad”.

Además, han añadido que supondrá “eliminar un tapón al desarrollo de las energías renovables, puesto que la energía nuclear es incompatible con las renovables y evita su alta penetración en el sistema eléctrico”. Por ejemplo, el pasado fin de semana, cuando hubo una gran producción eólica, las centrales nucleares españolas tuvieron que bajar su potencia 2000 Megawatts (MW), el equivalente a la producción de dos centrales como la de Cofrentes.

También permitirá “recuperar para usos más importantes (como beber, regar o mantener el Río Júcar en un mínimo estado de conservación) los hasta 32 hectómetros cúbicos de agua, unas 10.500 piscinas olímpicas, que esta central evapora anualmente. Unos caudales que ahora son más necesarios que nunca por el actual contexto de cambio climático acelerado que suframos en la región mediterránea y que supone, al mismo tiempo, una disminución de los caudales y un aumento de las necesidades de agua”.

Por todos estos motivos, desde la plataforma Cerramos Cofrentes exigen que no se renueve la licencia de funcionamiento de la nuclear valenciana y que cese su actividad el 20 de marzo, cuando expira la actual licencia.