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Superheroínas, youtubers y lesbianas: el cine que viene

Lucía Lijtmaer

Sabíamos que los youtubers tenían un espacio en el mundo cultural contemporáneo, pero no sabíamos si tenía límites. En estos días, se comprueba que el cine y la televisión no son unos de ellos. Se acaba de estrenar Electra Woman and Dyna Girl, una adaptación de un clásico televisivo infantil de los setenta, esta vez desde el reboot (léase: tomo los elementos más característicos de la serie y desde ahí, hago un poco lo que me da la gana) y con dos youtubers como protagonistas.

Además del elenco, la sorpresa es que el lanzamiento se ha hecho desde internet, siguiendo el formato de una webserie con sus consiguientes capítulos, para llegar a un público ajeno a la industria cinematográfica y/o televisiva. En Estados Unidos, el ciudadano medio consume el 71% de su parrilla audiovisual en televisión, pero en la horquilla que comprende entre 14 y 24 años esto disminuye al 46%, ya que consumen entretenimiento especialmente en teléfono, tabletas y ordenadores.

En España las cifras son similares, y según el Observatorio del Ocio y el Entretenimiento Digital rondan el 44%. Teniendo en cuenta que los nuevos públicos no ven la televisión ni el cine sino que prefieren otras pantallas, queda claro que innovar en formatos y protagonistas es un intento por aproximarse a una nueva generación.

Para esta adaptación se ha contado con dos youtubers y amigas: Hannah Hart, conocida en la red por My drunk kitchen, un show de cocina algo amateur en la que Hart cocina mientras bebe con resultados no siempre satisfactorios -aunque ciertamente entretenidos-, y Grace Helbig, cuyos hits incluyen maquillarse sin espejo e inventar una receta de espaguetis para Beyoncé.

Hart y Helbig no son las primeras youtubers en saltar a la ficción. Otros ejemplos incluyen “Expelled”, un drama de instituto con la estrella de Vine Cameron Dallas, “Lazer Team”, una propuesta de ciencia ficción que recaudó 1,5 millones de euros a través de un estreno de cine bajo demanda -son los espectadores los que reclaman lo que quieren ver-, o “Bad Night”, en la que las estrellas de YouTube Jenn McAllister y Lauren Elizabeth protagonizaron una comedia adolescente con el mayor símbolo de la comedia adolescente de los ochenta: Molly Ringwald.

Pero si el romance de las estrellas de internet con la ficción cinematográfica y televisiva parece centrarse especialmente en el mercado adolescente, Helbig y Hart apuestan por una narrativa diferente. La trama muestra a dos superheroínas indies que quieren triunfar en Los Ángeles, y por el camino, oh sorpresa, no se hacen rescatar por un superhéroe, no mueren -recordemos el sempiterno recurso del cómic de las mujeres en la nevera para que triunfe el protagonista- y no se enamoran para lograr así el final feliz.

La eliminación del final romántico, muy en la tradición del test de Bechdel (dos mujeres en una película que mantienen una conversación sobre algo más que un hombre), tiene también tintes de coqueteo con la visibilización de personajes LGTB. Al fin y al cabo, Electra Woman and Dyna Girl no deja de ser una respuesta femenina a la pareja del cómic por antonomasia, Batman y Robin. Y no ha habido una pareja con mayor subtexto homoerótico que Batman y Robin.

Electra Woman and Dyna Girl le da una nueva vuelta de tuerca a las referencias LGTB, aludiendo directamente a que Dyna Girl es lesbiana pero, como han dicho las protagonistas, “no usa su sexualidad públicamente”. Hart, que se identifica como lesbiana en su actividad pública acaba de realizar un corto en homenaje a las víctimas de Orlando, y sale con la también estrella de vídeos online Ingrid Nilsen.

El estreno de Electra Woman and Dyna Girl coincide con un momento mediático en el que se reivindica el papel de las superheroínas y las protagonistas fuertes en la ficción mainstream. Desde hace días se rumorea que Charlize Theron, Emily Blunt y Jessica Chastain compiten con Brie Larson para ser Captain Marvel, en la primera película de Marvel interpretada por un personaje femenino. En el mismo orden de cosas, ya ha finalizado el rodaje de las aventuras de la Mujer Maravilla del sello DC con la actriz Gal Gadot como protagonista. Y recientemente, una campaña en internet reclamaba a una intérprete femenina para 007. La más jaleada para el papel era Gillian Anderson, eterna Scully de Expediente X. ¿Contaremos con una Jane Bond, como tuvimos un Mad Max femenino?

De momento, la crítica ha sido tibia con Electra Woman and Dyna Girl. Las superheroinas del cómic, no olvidemos, han tenido más de algún dolor de cabeza con las adaptaciones. Hay quien todavía tiene dolor de cabeza por Tank Girl, otro icono gay femenino creado por Jamie Hewlett -autor de la parte gráfica del proyecto musical Gorillaz- e interpretado por Lori Petty en 1995.

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