Rus niega las acusaciones del yonki del dinero sobre la financiación del Olímpic de Xàtiva: “Se ofuscó y montó discotecas”
El expresidente de la Diputación, Alfonso Rus, ha declarado en el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia en una causa que él mismo denunció y en la que él mismo ha acabado imputado. Este caso, que investiga el supuesto uso de un contrato de 60.000 euros de la Diputación para financiar el Olimpic de Xàtiva a través de un supuesto testaferro investigado también en el caso Taula, corresponde a la Fiscalía de Delitos Económicos y no a Anticorrupción. Mientras, el Juzgado de Instrucción número 18, que investiga el caso Taula, mantiene una pieza separada sobre la presunta financiación con dinero negro del Olímpic de Xàtiva, del que Rus fue presidente.
La denuncia partió de la propia Diputación pero su expresidente ha acabado investigado tras declarar Benavent, exgerente de la empresa pública Imelsa, que el dinero del contrato fue utilizado para financiar el Olimpic de Xàtiva, del cual fue presidente, a través del supuesto testaferro José Estarlich.
Rus ha negado todas las acusaciones de Benavent y ha asegurado tras su declaración que Estalrich, imputado también en el caso Taula que investiga otro juzgado, era el testaferro del yonki del dinero. Benavent declaró en su contra, según el expresidente de la Diputación, “porque vio la tormenta que se le venía encima”. “Cuando uno es un cobarde que se va del país porque tiene miedo y viene y le aconsejan, tira para arriba”, ha dicho Rus, quien concluye: “El dinero habrá ido a su bolsillo”.
El expresidente de la Diputación de Valencia, considerado el epicentro de la trama de corrupción del caso Taula, ha explicado en conversación con periodistas tras su declaración, su teoría sobre la deriva de Benavent que “para mi desgracia era un hombre de mi confianza y lo pagué políticamente”. Según el expolítico del Partido Popular, Benavent quiso convertirse en una suerte de empresario de la noche e invertir en discotecas por lo que habría orquestado una descomunal trama de corrupción que a Rus le habría pasado totalmente desapercibida. “Un señor que no era así se ofuscó y montó discotecas”, añade.
Al salir de la Ciudad de la Justicia -“parece que sea mi casa”, ha dicho- un grupo de manifestantes que protestaba por el despido de un trabajador de la Ford ha increpado a gritos al expresidente de la Diputación. “Mil, dos mil, tres mil, quatre mil, cinc mil….”, han entonado los manifestantes en referencia a la más famosa conversación grabada por Benavent. “Yo ya estoy imputado desde que tomé la comunión”, ha concluido Rus.
