La batalla por la calificación como “asesinato” del crimen de la discoteca Mítika de Vitoria la dirimirá el Supremo
La Audiencia Provincial de Álava ha aceptado el recurso de la Fiscalía y ha accedido a rebajar a “homicidio imprudente” la tipificación provisional del crimen bajo investigación de Kerman Villate, un joven de 31 años golpeado por un portero de la discoteca Mítika del centro de Vitoria en una noche de fin de semana de comienzos de 2025. En otra resolución paralela, la misma sala ha entendido que la rebaja de la calificación comporta también una posible pena de cárcel mucho menor y ha accedido a la finalización de la prisión preventiva.
La familia ha encajado con enfado ambas decisiones -solamente se conoce su sentido, no las resoluciones completas-, pero no es el final del camino para este caso. Por un lado, tienen capacidad de interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo para que se vuelva a abrir la puerta a la calificación de “homicidio doloso” o incluso de “asesinato”. Las fuentes consultadas dan por hecho que continuarán peleando. Por otro lado, la instrucción sigue abierta y hay posibilidad de que se incorporen al sumario nuevos elementos que puedan volver a situar el caso en esa dimensión.
Con un posible caso “doloso” o “asesinato”, además de que la condena se iría incluso hasta los 22 años, el juicio sería por jurado. Este formato, además, no impide que el fiscal, Josu Izaguirre, pueda defender hasta el final su postura de que no hubo intencionalidad en el crimen. Sin embargo, si la calificación inicial es de “imprudencia”, además de quedar residenciado el expediente ante un tribunal profesional, las acusaciones no podrían elevar la tipificación y la familia, por lo tanto, no podría sostener que fue un “asesinato”.
El magistrado instructor, Álvaro Silván Hernández, en un auto, sí vio base para celebrar un juicio por el tipo penal más agrava. Habló de al menos un “dolo eventual” y explica que el imputado tenía una “complexión muy fuerte, de aproximadamente 145 kilomgramos”, y que “era conocedor” de que un golpe suyo propinado a una persona “media” podría “con probabilidad rayana en la certeza” generar “un resultado incompatible con la vida”. “Noqueó directamente a la víctima, cayendo bocabajo o de lado contra el suelo”, abunda sobre los hechos acaecidos en la entrada exterior del local, en el centro comercial Dendaraba. Por su fuerza, “un golpe del investigado puede ser equivalente o incluso más gravoso que un golpe con un arma u objeto contundente”. Además, se añade que después del impacto “no acudió rápidamente a socorrer a la víctima”. “Huyó hacia el interior del local rápidamente”, se precisa.
La Fiscalía, por el contrario, ha venido defendiendo que no ha quedado acreditado el “ánimo” de matar del portero, el elemento clave para la tipificación de los hechos como un crimen deliberado. Apoyado en la autopsia, insiste en que el golpe que le propinó al joven fallecido no fue la causa única del óbito, ya que se sumaban también su estado de embriaguez y la mala caída, que le causó en última instancia incapacidad para respirar. La familia de Villate lleva meses denunciando el mal trato institucional y también ha encajado con disgusto estas consideraciones.
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