Educación relaciona la “presencia puntual de insectos” en la comida escolar con el uso de “materias primas frescas y naturales”
Educación considera que el hecho de que aparezcan insectos de forma puntual en la comida de un comedor escolar no está vinculada con la mala calidad del producto, sino con el “uso de materias primas frescas y naturales”. En respuesta a una pregunta parlamentaria en relación con la aparición de gusanos en los menús del comedor del colegio Basozelai-Gaztelu de Basauri, en Bizkaia, la consejera Begoña Pedrosa responde así: “De acuerdo con el criterio técnico, la presencia puntual de un insecto en un plato no es, por sí misma, indicativa de una falta de calidad en la comida, sino que puede estar relacionada con la proximidad del origen del producto y con la utilización de materias primas frescas y naturales”.
La pregunta la plantea el parlamentario de EH Bildu, Ikoitz Arrese, a raíz de que el pasado mes de noviembre se detectara un gusano en un plato de alubias servido el menú de comedor escolar de este colegio de Basauri, un servicio que está cargo de la empresa de catering Eurest, subcontratada por el Gobierno vasco. Arrese cuestiona al departamento si considera que los menús de este colegio son de una calidad adecuada y, entre otras cuestiones, pregunta a la consejera cómo va a afectar al contrato con la empresa de 'catering'. Pedrosa responde que se ha seguido el procedimiento establecido en los pliegos de contratación, “realizando el correspondiente requerimiento a la empresa adjudicataria para que aporte los análisis y comprobaciones pertinentes, reservándose la Administración la aplicación de las medidas adicionales en el marco del contrato establecido en el caso de que fueran necesarias”, y que no especifica.
De entrada, señala la consejera que “la calidad del servicio de los comedores escolares está garantizada de forma integral y continua a lo largo de todo el proceso: desde los requisitos establecidos en los pliegos técnicos y la adjudicación del servicio, pasando por la supervisión de las instalaciones, el equipamiento y los utensilios, hasta la selección de materias primas y la elaboración de los menús”. Asegura que todo el sistema se rige por “controles y requisitos técnicos estrictos que aseguran el cumplimiento de la normativa vigente y se desarrolla bajo la supervisión de profesionales cualificados, garantizando que el servicio ofrecido cumple con los estándares de calidad y seguridad alimentaria”. “Para garantizar todo este proceso, la Administración educativa cuenta además con servicios de asistencia técnica contratados que realizan auditorías periódicas en todos los centros educativos, así como análisis continuos de muestras de los alimentos servidos”, abunda.
Sin embargo da a la aparición de un insecto de “forma puntual” una importancia relativa y lo relaciona con productos de cercanía de calidad. “El trabajo con productos de cercanía y cultivados sin el uso de pesticidas implica una menor intervención química, lo que, en casos excepcionales, puede dar lugar a este tipo de incidencias, sin que ello suponga un incumplimiento de los estándares de calidad o seguridad alimentaria establecidos”, afirma. No obstante hay que recordar que el gusano apareció en un plato de alubias, es decir, se entiende que un plato cocinado, no en una lechuga, que puede estar cultivada de forma natural, pero mal lavada y llevar algún gusano.
Recientemente en una entrevista publicada en elDiario.es/Euskadi la consejera señalaba que se estaban “haciendo muchos cambios” en los comedores escolares , aunque señalaba que el sistema “goza de muy buena salud.” “Estamos yendo a modelo de cocinas ‘in situ’ que hemos puesto en marcha este mismo curso. Y creo que está dando sus resultados”, afirmaba. El año 2024 el departamento vasco de Educación, entonces con Jokin Bildarratz de consejero, rescindió el contrato con la empresa Serunion, que sirvió comida en los comedores de varios colegios públicos con larvas de insectos, al igual que ocurrió en La Rioja.
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