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ENTREVISTA Secretario general del PSE-EE

Eneko Andueza: “Es más previsible un pacto del PNV con EH Bildu que un tripartito de izquierdas”

Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE

Iker Rioja Andueza

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Eneko Andueza Lorenzo (Eibar, 1979) tiene la misma edad que el Estatuto de Gernika. Desde noviembre es el nuevo secretario general de los socialistas vascos, el primero nacido ya en democracia, y aspira a “liderar” Euskadi sin concretar si quiere ser candidato a lehendakari en 2024 o no. Arrasó en las primarias para relevar a Idoia Mendia con un 95% de los apoyos y ahora está sentando las bases de su nuevo estilo. No rompe la baraja con el PNV, con quien gobierna en coalición en el Gobierno vasco, en las tres diputaciones, en las tres capitales y en muchos municipios, pero ve satisfactorio el acuerdo presupuestario con EH Bildu que abre otras opciones. Con todo, ve “bastante más” previsible una futura alianza del PNV con la izquierda abertzale que un tripartito de las fuerzas de izquierdas, incluido el PSE-EE, para desalojar al PNV. Cree que EH Bildu tiene todavía pasos pendientes en relación con ETA y asegura que la sucesión de entendimientos entre los socialistas y abertzales a todos los niveles son “acuerdos puntuales en momentos puntuales en sitios puntuales sobre cuestiones puntuales”. Andueza, que tiene ADN republicano pero dice respetar la monarquía, se atribuye la centralidad de la política vasca, con “protagonismo” en las decisiones del gabinete de coalición que dirige Iñigo Urkullu y como dique contra el soberanismo a la catalana. Confía en recuperar terreno electoral desde las municipales de 2023 después de que su partido tocara fondo en 2016. La entrevista se hace en dos tandas al ser interrumpida por una votación en el Parlamento Vasco, donde Andueza es también el portavoz del grupo socialista.

¿Qué cambios se van a apreciar en el nuevo PSE-EE de Eneko Andueza?

Ante esta cuestión deduzco que no hay mucha originalidad entre el cuerpo periodístico: siempre me preguntan lo mismo [Risas]. Vamos a ver. Creo que cada secretario general tiene su propia impronta, su manera de comunicar y su manera de hacer las cosas. Evidentemente, yo tengo la mía propia. Me gustaría ser un secretario general que no sólo esté en contacto con la militancia, que también, por supuesto, sino sobre todo que tenga mucho contacto con la calle. A mí me gusta escuchar y, en ese sentido, quiero estar muy en contacto con los movimientos sociales, con los agentes socioeconómicos de este país, como los sindicatos, y, por supuesto, también con el resto de fuerzas políticas.

Se ha repetido que forma parte de una nueva generación, ya nacida en democracia. ¿Esto en qué se traduce?

Vamos a ver: la edad no lo es todo. Creo que soy miembro de una generación que vivió una parte de la historia de este país [en referencia al terrorismo de ETA], pero que de todo aquello también sacó un aprendizaje. Pertenezco a una generación que mira al futuro y que sabe que es fundamental que ese futuro sea más justo y mejor que el que tuvimos nosotros en su momento.

La realidad de los votos es que el PSE-EE cayó en 2016 a los peores resultados de su historia y que, en 2020, no recuperó todo ese terreno perdido ni mucho menos. ¿Cuál es el horizonte en los próximos ciclos electorales?

Lo he dicho y lo volveré a reiterar. Mi aspiración, desde luego, es la de liderar este país. Sé que ese objetivo, evidentemente, no es algo que vayamos a conseguir a corto plazo. Es un objetivo que tiene que plantearse a medio y a largo plazo. Dentro de año y medio tenemos elecciones municipales. El partido socialista es un partido muy municipalista y, desde luego, creo que la labor que estamos haciendo en los municipios en los que gobernamos es muy significativa, bien liderando o bien participando de esos Gobiernos. Incluso también en los que estamos en la oposición. Estoy convencido de que la ciudadanía poco a poco irá recuperando esa confianza en los socialistas.

Dice que su aspiración es liderar el país. Entonces, ¿esto significa que va a ser el próximo candidato a lehendakari del PSE-EE?

Bueno… Creo que no es momento para hablar de eso porque todavía quedan tres años. Pero el país se puede liderar desde la Lehendakaritza o también desde la secretaría general de un partido, que al final es el que manda, el que marca también las directrices dentro de las políticas que se desarrollan en los diferentes Gobiernos. Yo aspiro a liderar. ¿En qué posición? Todavía no lo sé.

Con estas palabras, ¿lo que está diciendo es que ahora el país lo lidera Andoni Ortuzar y no Iñigo Urkullu?

No, no, no. Pero, evidentemente, habrá directrices que marque el Euzkadi Buru Batzar. La hoja de ruta la marcamos los partidos, que somos los que elaboramos los programas y los que de alguna manera acordamos esos Gobiernos. Por lo tanto, la hoja de ruta está pactada por los partidos y no por los parlamentarios.

¿Cómo se va a gestionar esta bicefalia que se ha creado entre usted y la anterior secretaria general, que sigue siendo miembro del Gobierno y, además, con el rango de vicelehendakari?

Pero es que eso no es algo novedoso… La propia Idoia [Mendia] no estaba en el Gobierno en la pasada legislatura y existía también una bicefalia. Y eso se gestionó de manera adecuada, de manera correcta. Tenemos nuestros propios cauces de coordinación entre el Gobierno y el partido. Y, además, es algo que venimos practicando en algunos territorios como Gipuzkoa o Bizkaia, en los que el secretario general es diferente a los miembros del Gobierno [ahora en Gipuzkoa, con la salida del propio Andueza ya no es así]. Tenemos instrumentos y herramientas que se han demostrado eficaces dentro de lo que tiene que ser la coordinación entre el partido y los miembros de los Gobiernos.

Pero es que, precisamente, lo que puso en valor Mendia al dar el salto al Gobierno era que se daba mayor presencia al partido por su presencia en el Gobierno.

Indudablemente.

Pero en un año ha cambiado este modelo.

Para nada. Idoia es una persona que tiene un reconocimiento social y político por su dilatada trayectoria institucional y política. Y el hecho de que sea vicelehendakari nos da mucha más proyección pública. Y, más allá de eso, nos da un protagonismo mucho más activo en la acción del Gobierno. Eso está perfectamente complementado con mi figura como secretario general.

Entiendo que no habrá cambios en los consejeros del Gobierno vasco del ala socialista.

En absoluto. No está en mis pensamientos.

¿Monarquía o república? Pues yo creo que estabilidad institucional… Evidentemente, no voy a negar que puedo tener un espíritu republicano porque, primero, soy socialista y, segundo, soy de Eibar

¿Está diluido el PSE-EE en la coalición con el PNV en el Gobierno vasco?

Creo que está más vigente que nunca y que es más necesario que nunca. Ahí está el acuerdo presupuestario alcanzado con EH Bildu y que incorpora muchísimas cuestiones que afectan a nuestros Departamentos y que nuestros Departamentos ya estaban trabajando previamente. Es más importante y más necesaria que nunca nuestra presencia porque la impronta progresista que le damos a este Gobierno está haciendo posible que haya políticas concretas en materias como empleo o vivienda o en ayudas a los autónomos y a los hosteleros para que esta salida de la crisis sea mucho más justa.

Sin embargo, en estos últimos años, en casos como el de las irregularidades en las oposiciones de Osakidetza [que supusieron la dimisión de un consejero del PNV, Jon Darpón], lo que ha parecido hacer el PSE-EE es cerrar filas con el PNV.

En este caso, el PSE-EE lo que ha exigido es que se investigue y que el trabajo que tengan que hacer los tribunales lo hagan con absoluta independencia, sin tener ninguna injerencia política. Y eso creo que dice mucho de la responsabilidad institucional y también del papel que jugamos los socialistas en este país.

Citaba el acuerdo presupuestario con EH Bildu. Lo han aplaudido y considerado como un paso positivo.

Sí. Porque era algo que veníamos reclamando a todas las fuerzas políticas. Creo que la mejor manera de salir de esta crisis es desde la unidad de acción de todas las fuerzas, sin hacer ningún tipo de cálculo electoralista y, desde luego, poniendo a las personas en el centro. Evidentemente, nos congratula que ese llamamiento que hemos hecho desde el partido socialista y no únicamente en Euskadi, sino a todos los niveles, también en España, haya tenido eco y que EH Bildu haya querido sumarse a la mayoría que ya garantizaba que Euskadi tuviera unos presupuestos. Porque somos nosotros los que dotamos a todos los Gobiernos de estabilidad, somos los que le damos mayoría.

¿Dice entonces que el papel del PSE-EE en esta negociación ha sido decisivo?

Sí. Claro. Por supuesto. Porque hay cuestiones que están incorporadas en ese acuerdo de Gobierno que afectan a nuestros Departamentos y que han estado trabajadas por nuestros Departamentos. Nosotros, evidentemente, hemos sido facilitadores de ese acuerdo.

¿Ha participado el PSE-EE en las reuniones entre el consejero Pedro Azpiazu y los representantes de EH Bildu?

Sí, hemos participado. De hecho, el grupo parlamentario socialista ha estado presente y, evidentemente, todas las decisiones que se adoptan al respecto del presupuesto y, más teniendo en cuenta que los departamentos afectados son tanto liderados por el PNV como por los socialistas, han llegado de manera mancomunada y bien coordinada.

Lo cierto es que los números muestran que si se consolida una suma del PNV con EH Bildu el PSE-EE se convierte en innecesario.

No. Creo que es todo lo contrario. Creo que si esa alianza se consolida, desde luego, tendrá un punto en común muy importante que son las aspiraciones soberanistas de ambos. Por lo tanto, en ese sentido, creo que el PSE-EE es más necesario que nunca para que este país no transite por caminos, por ejemplo, como el de Catalunya.

Entonces, ¿no lo ve como la antesala de la recuperación de esos acuerdos de 2018 en torno al nuevo Estatuto, que tenían un componente soberanista?

Eso quizás se lo tendríamos que preguntar al PNV y a EH Bildu. Yo sólo puedo decir que, si eso se produce y si existe un acuerdo que empuje a ambos en el sentido de unir sus fuerzas para transitar por la vía soberanista a través de un Gobierno de coalición, desde luego que el partido socialista no sólo estará enfrente sino que se volverá a convertir una vez más en el garante de la pluralidad y el respeto a la diversidad de este país.

Entiendo de esto que si el PNV pacta contenidos soberanistas con EH Bildu, ¿se rompería la coalición ellos?

No tiene por qué… Ellos pueden pactar [con EH Bildu] unas bases determinadas en materia de autogobierno, porque esa discrepancia está pactada. Pero si hay pactos que van más allá de eso, desde luego. Evidentemente, pactos de alianzas o de Gobierno nos situarían enfrente, enfrente de esa posible coalición. Evidentemente, después de ver que el PNV también está dispuesto a pactar con EH Bildu, es una variable que tenemos que tener en cuenta también.

¿Pactos con EH Bildu? Es en la búsqueda de una estabilidad desde la responsabilidad institucional lo que nos hace buscar acuerdos puntuales en momentos puntuales en sitios puntuales sobre cuestiones puntuales

Pero, al revés, es precisamente el PNV el que está mostrando ese temor de que lo llaman un “juego de tronos”, un posible acuerdo entre ustedes y EH Bildu, con el apoyo de Elkarrekin Podemos-IU, para desalojarles del poder. ¿Cómo está de madura esta opción?

¿Por qué si quien alcanza acuerdos en materia de presupuestos es el partido socialista con EH Bildu en Madrid estamos hablando de “juego de tronos” y si eso mismo lo hace el PNV en Euskadi estamos hablando de otra cosa? Ceo que la coyuntura es exactamente la misma. La posibilidad de que el PNV llegue a un acuerdo con EH Bildu en materia soberanista, incluso acordando cierta estabilidad a un Gobierno del PNV, es una amenaza que también está ahí y es una variable tan legítima o tan previsible -o bastante más- que la de un tripartito de izquierdas. Por eso digo que el PSE-EE es más necesario que nunca.

¿Pero al PSE-EE le gusta esta idea del tripartito de izquierdas?

Creo que es una hipótesis que, desde luego, para nada contempla el partido socialista y no es algo que yo particularmente contemple.

Sin embargo, en municipios como Irún o Eibar ha habido acercamientos a EH Bildu. Por supuesto, también en Navarra y en el ámbito del Congreso.

Claro, pero es que esos son acuerdos puntuales en momentos puntuales sobre cuestiones puntuales. ¿Eso supone que puede haber acuerdos de Gobierno? Pues para nada. Es en la búsqueda de una estabilidad desde la responsabilidad institucional lo que nos hace buscar acuerdos puntuales en momentos puntuales en sitios puntuales sobre cuestiones puntuales. Es para que los proyectos que nos han dado el liderazgo en esos municipios salgan adelante. En nosotros está la responsabilidad de la búsqueda de la estabilidad institucional y nuestro compromiso con la ciudadanía es sacar adelante aquellos proyectos con los que concurrimos a las elecciones. Por tanto, tenemos que responder ante la ciudadanía y, para eso, evidentemente, nos hacen falta unas mayorías, que son las que en algunos casos puntuales nos ha dado EH Bildu. Por cierto, nos las ha dado EH Bildu en el caso concreto de esos dos municipios porque el PNV no ha querido.

¿Lo ocurrido en Navarra se puede considerar un acuerdo “puntual” en un momento “puntual” y en una circunstancia “puntual”? Son ya tres años seguidos…

Yo creo que sí… ¿Por qué no? Los presupuestos se aprueban anualmente, no se aprueban ni para tres años ni para una legislatura. Es algo que se aprueba puntualmente para un ejercicio puntual.

Habitualmente en este debate se cruza la variable de ETA. ¿Creen que la izquierda abertzale ha dado ya los pasos suficientes que ustedes demandaban para poder saltar de estos acuerdos que llaman “puntuales” a otros más estructurales?.

No. Creo que todavía les queda recorrido por hacer y, sobre todo, lo que les queda es ratificar con hechos los pronunciamientos que han hecho. Las declaraciones están muy bien. Pero las declaraciones tienen que venir acompañadas por hechos. Por lo tanto, el tiempo dirá si esas declaraciones eran sinceras y efectivamente están comprometidos en la construcción de una convivencia sólida en este país y con la asunción de una responsabilidad que única y exclusivamente le corresponde a ellos.

¿Y qué hechos son ésos que faltan?

Pues, evidentemente, la condena del propio terrorismo, el reconocimiento del daño causado y el reconocimiento de que ellos fueron parte activa en la sustentación de esa violencia que supuso el terrorismo de ETA.

¿Hay trabajo discreto entre ustedes y ellos por debajo para lograr esos pasos?

Entiendo que ellos internamente estarán haciendo su trabajo, porque ésa es una responsabilidad que única y exclusivamente les corresponde a ellos.

¿Sin eso no sería posible una coalición de Gobierno con EH Bildu?

Evidentemente, ésa es una línea roja. Y, evidentemente, tampoco nosotros vamos a participar de un proyecto que tenga dentro de sus bases principales la soberanía de este país.

En el pasado ha sido muy crítico con el GAL. ¿Sigue pensando que Felipe González sobra en el actual PSOE?

Todo lo que dije lo mantengo. Pero lo que dije de que Felipe González sobraba… No lo hacía en referencia al GAL, sino en referencia a las críticas constantes que estaba haciendo al Gobierno de Pedro Sánchez. Al margen de eso, mi posición al respecto del GAL siempre ha sido la misma y no va a variar.

Entonces, ¿ve más grave una crítica a Pedro Sánchez que una responsabilidad en el GAL?

Eso no me corresponde dirimirlo a mí. En todo caso, le correspondería a un juez que será quien tenga que investigar qué vinculación tuvo o qué vinculación no tuvo. Yo sólo sé que ha habido cargos que en su momento pertenecieron al partido socialista y que fueron a la cárcel por haber participado en esa cuestión, que desde luego me parece deplorable y que en yo siempre-siempre-siempre voy a condenar.

¿Monarquía o república?

Pues yo creo que estabilidad institucional… Evidentemente, no voy a negar que puedo tener un espíritu republicano porque, primero, soy socialista y, segundo, soy de Eibar. Eso es absolutamente innegable y va en mi propio ADN. Pero creo que hubo un pacto en este país que institucionalizó la monarquía parlamentaria. En ese sentido, nosotros vamos a ser respetuosos con ese marco de convivencia.

¿Vería posible un referéndum republicano en España?

Lo que creo que debería de ser posible y factible sería una reordenación, una adaptación de la institución de la monarquía a los nuevos tiempos, a las circunstancias que estamos viviendo.

¿Y esto qué supone?

Eso supone que muchas veces la monarquía se ve como una institución muy lejana y  como algo inservible. Por lo tanto, habrá que darle utilidad si dentro de la Constitución nuestro sistema es el sistema de monarquía parlamentaria.

Cambiando de tercio, ¿es compatible ser de izquierdas y taurino?

Perfectamente compatible. ¿Por qué no va a serlo si lo ha sido a lo largo de la historia? ¿Por qué va a dejar de serlo ahora?

¿De dónde viene esta afición?

Viene de mi abuelo, de mi vinculación con él. Pero yo sí quiero dejar claro que esta es una cuestión de mi ámbito personal, que nunca va a tener una  incidencia directa con mi actividad política. Se pone muchas veces el acento en esto pero, bueno, soy aficionado a los toros como soy aficionado al fútbol y al teatro.

Lo que dije de que Felipe González sobraba… No lo hacía en referencia al GAL, sino en referencia a las críticas constantes que estaba haciendo al Gobierno de Pedro Sánchez

¿Cómo valora el PSE-EE la gestión de la pandemia realizada por el Gobierno de Iñigo Urkullu?

Evidentemente es una buena gestión porque nos ha permitido sacar adelante una situación imprevista, desconocida y muy grave. Pero, por supuesto, el Gobierno habrá cometido fallos. Y también creo que esta de pandemia se pueden sacar muchos aprendizajes, entre los cuales, naturalmente, está la necesidad de reforzar nuestros servicios públicos y de invertir más dinero.

Da la sensación de que en las últimas semanas particularmente pero en la pandemia en general ha habido virajes muy claros. Lo que se decía un día era lo contrario a lo que se aplicaba en realidad al día siguiente.

Hombre, la evolución de la pandemia tampoco ha sido -vamos a decir- uniforme. Por lo tanto, es verdad que una de las virtudes que han tenido que tener los Gobiernos es ir adaptando sus decisiones y sus posiciones en función también de cómo iba la evolución de la propia pandemia. En cada momento se han tomado las decisiones que se han tenido que tomar.

Descartar un día el pasaporte COVID y presentarlo al día siguiente o decidir no recurrir y al día siguiente cambiar de opinión… Eso son cambios que hemos visto en los últimos días.

Eso será atribuible a otros, porque los socialistas siempre hemos mantenido la misma posición y lo hemos dicho en el Consejo de Gobierno. De hecho, en el caso de la presentación del recurso… manifestamos claramente que era la posición más adecuada. De lo que me congratulo es de que, en el seno del Gobierno, la posición del PSE-EE al final fuera la que terminara prevaleciendo. El tiempo también nos ha dado la razón. Ha sido muy positivo no sólo presentar el recurso sino hacer factible que el Tribunal Supremo de alguna manera nos diera la razón.

A este respecto, ¿qué piensan cuando el Gobierno vasco, del que forman parte, cuestiona constantemente las decisiones del Gobierno central en la pandemia?

Tendrán sus razones... Otras veces yo también critico al PNV. Eso en democracia es absolutamente saludable. A lo largo de la pandemia, cuando hemos entendido que había parte del Gobierno que no cumplía debidamente con su cometido o que estaba cometiendo errores, también lo hemos criticado.

Soy aficionado a los toros como soy aficionado al fútbol y al teatro. Nunca va a tener incidencia en mi actividad política

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