El aeropuerto de Bilbao estrena sala VIP, pero suprime el servicio médico
El aeropuerto de Bilbao acaba de estrenar la remodelación integral de la sala VIP, en la que se han invertido 120.000 euros. Aena, la sociedad pública que gestiona los aeródromos españoles, destina esta sala a los pasajeros de todas las compañías que dispongan de programas de fidelización o billetes ‘business’. Los viajeros que vayan en clase turista (la más barata) podrán disfrutar de sus servicios pagando un extra de 20 euros. Mientras Aena estrena esta sala, los recortes han dejado al aeropuerto de Loiu sin servicio médico, suprimido hace más de dos años. El aeropuerto se está ahorrando alrededor de 200.000 euros al año al prescindir del equipo que atendía el puesto de socorro.
Un portavoz de Loiu recuerda que la presencia de un equipo médico en las instalaciones “no es obligatoria”. Según la normativa, solo los aeropuertos con más de ocho millones de pasajeros deben contar por ley con asistencia de este tipo. En el caso 'La Paloma', el tráfico anual ronda los cuatro millones de pasajeros. “Hay muchos usuarios que estaban demandando la sala VIP. Las compañías estaban interesadas en dar las mayores comodidades a sus pasajeros”, insiste este portavoz. “Loiu es uno de los aeropuertos españoles con más pasajeros que vuelan por cuestiones de negocios. Es este tipo de perfil el que más demanda los servicios de una sala VIP”.
Una explicación que no termina de convencer al comité de empresa, que insiste en la necesidad de contar con un puesto de socorro en un aeropuerto que mueve miles de personas cada día. José Manuel Lorenzo, representante de Comisiones Obreras en el comité de empresa, cree que “el que haya una sala VIP o no es valorable, pero lo que no se puede discutir es la necesidad de contar con un servicio médico”.
Ahora, es Osakidetza la que tiene que responder a cada emergencia médica que se produce en el aeropuerto. “Si una persona sufre un mareo o una indisposición de cualquier tipo es el propio personal del aeropuerto, el que atiende las oficinas de información, los que se encargan de evaluar la gravedad y de llamar o no a la ambulancia. ¿Qué ocurre? Que la ambulancia tiene que venir siempre porque un personal de información no es capaz de determinar la gravedad de una situación y optan por curarse en salud y llamar”.
El servicio médico de Loiu atendía una media de 2.500 incidencias al año y de ellas, unas 300 consideradas como casos urgentes. “Con el servicio médico, solo se llamaba a una ambulancia en caso de necesidad de traslado a un centro hospitalario. Sin el servicio médico, aproximadamente la mitad de las asistencias de ambulancias a la terminal no conllevan un traslado posterior. Por lo tanto, eso ha supuesto que Aena ha transferido el coste de la asistencia médica en la terminal a Osakidetza”, recalca Lorenzo.
En total, en 2013 se han producido 63 traslados de ambulancias y tres por parte del helicóptero de Osakidetza. En 2014 se han superado ya las 74 asistencias y 40 traslados.
