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Gipuzkoa necesita de forma urgente familias de acogida para siete menores

Maite Peña junto a unos padres de acogida.

elDiario.es Euskadi / Europa Press

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Gipuzkoa cuenta con 73 menores que necesitan vivir con una familia de acogida, y siete de ellos, con edades entre los 4 y los 14 años, necesitan una de forma urgente, según ha asegurado este miércoles la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, quien ha apuntado que “son niños y niñas que viven realidades muy complicadas en sus hogares, y necesitan ser cuidados en un entorno diferente”. Peña, acompañada por Jone Aginagalde y Aitzol Illarramendi, familia de acogida, ha explicado en rueda de prensa que, actualmente, en el territorio hay 403 niños, niñas y jóvenes viven en 350 familias de acogida, a los que hay que sumar los 58 niños y niñas desplazadas desde Ucrania que se encuentran acogidos por familias guipuzcoanas. “Muchas veces desconocemos la situación que viven estos chicos y chicas, y por eso, pueden ser invisibles a los ojos de la sociedad. Queremos hacerlos visibles, y así tratar de encontrar a siete familias que les puedan acoger en sus hogares”, ha subrayado la diputada foral.

El programa de acogimiento familiar de la Diputación de Gipuzkoa ha cumplido este año 33 años. Peña ha explicado que en el territorio “hay niños, niñas y adolescentes que están en situaciones de desprotección ya que sus progenitores no les pueden garantizar una parentalidad positiva, viven realidades en sus familias de mucha dificultad y a veces, esos problemas son tan graves que necesitan ser cuidados en un entorno diferente al de su familia”.

“No todos tienen las mismas necesidades, pero necesitan el calor de una familia, al tiempo que puedan seguir teniendo relación con sus familias biológicas, a pesar de no poder vivir con ellas”, ha añadido. Según ha destacado, las familias de acogida ofrecen una alternativa “inmejorable” a estos menores. Así, ha querido agradecer “la labor excepcional y muy necesaria” que realizan día a día las familias, así como las asociaciones que trabajan en el área como Beroa, Lauka, Agintzari y Baketik.

Siete chicos y chicas entre 4 y 14 años

Los menores que necesitan de modo urgente familias son siete chicos y chicas que llevan tiempo esperando a ser acogidos. Tal y como ha detallado Maite Peña, se trata de una niña de 10 años que lleva desde los 6 viviendo en una casa con otros niños y niñas, a la que “le gusta bailar, la pintura y diseñar ropa, y ella misma dice que es cariñosa, creativa y lista”. Otro de ellos tiene 14 años y vive con otros chavales de su misma edad, “le encanta el fútbol, y aunque le cueste un poco expresar lo que siente, quiere mucho a su familia, pero como no puede estar con ellos, y quiere vivir con una que le cuide bien”.

El más pequeño, de 4 años, vive con una familia de acogida de urgencia. Lo que más le gusta es “jugar con trenes, dice que se aburre estando quieto, por eso le encanta ir al parque a andar en bicicleta”. Otra de las niñas tiene 11 años y vive con otros niños y educadores, y “le gusta jugar con muñecas, quiere mucho a sus abuelos, pero no puede vivir con ellos”.

También espera a ser acogida una adolescente de 13 años, que vive en un piso de acogida desde principios de año, y “dice que disfruta muchísimo de todas las actividades que realizan, aunque le cueste un poco ponerse al día con las tareas del cole”.

Con 12 años, otro de los chicos lleva desde los 8 en un piso de acogida, “quiere mucho a sus hermanos y a él también le gustaría vivir con una familia”. Por último, está una niña de 9 años a la que “sobre todas las cosas, le gusta la gimnasia rítmica”. Le da “un poco de miedo no encajar con la familia de acogida, pero tiene muchas ganas de vivir con una de ellas”.

Maite Peña ha resaltado que “cualquier persona puede ser familia de acogida” y, por eso, ha animado a las familias que puedan estar interesadas a llamar y pedir información. “Es el primero de los pasos que hay que dar, y a veces el más difícil”, ha asegurado. Además, ha recordado que todas las familias reciben la ayuda y el apoyo necesarios, ya que “tienen un equipo de profesionales que realizan el seguimiento del acogimiento, y van tomando las decisiones necesarias para el bienestar de la familia y de la persona menor, y reciben también, una ayuda económica para todos los gastos habituales, incluso ayudas especiales que se estudian en cada caso”.

Proceso enriquecedor

Jone Aginagalde y Aitzol Illarramendi son una familia con dos hijos biológicos que tienen a una niña en acogida desde hace 8 meses. Según han relatado, en su caso no “partían de cero” ya conocían, por ejemplo, a un par de familias de acogida.

Así, han explicado que, gracias una campaña de Diputación, decidieron iniciar el proceso en 2020, que conlleva “unos meses de preparación, formación” y que tuvieron realizar también en casa con sus hijos ante la posible llegada de otro menor.

Tras señalar que es un proceso que se hace “largo” en el que pueden surgir “dudas y temores”, ambos han sostenido que es una experiencia “muy enriquecedora” para toda la familia, incidiendo en sus hijos ya que gracias a la misma han podido conocer que “otros no tienen la misma suerte” que ellos.

Jone Aginagalde ha resaltado lo grato que ha sido para ellos poder darle “bienestar y una familia” a un menor que lo necesita. “Somos unos privilegiados y es hora de que muchas familias que también lo son se den cuenta de que el privilegio hay que compartirlo”, ha expresado, al tiempo que ha animado a la ciudadanía a sumarse a esta experiencia.

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