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Hallan restos humanos en Zaldibar a una profundidad equivalente a un edificio de ocho pisos

Vista de la zona desplomada del vertedero de Zaldibar

Iker Rioja Andueza

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Los responsables del operativo de búsqueda de Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, los dos trabajadores que quedaron atrapados por el desplome del vertedero de Zaldibar (Bizkaia), unos hechos que se produjeron a principios de febrero, han confirmado este domingo por la noche en una rueda de prensa de urgencia que, más de seis meses después, han sido hallados al fin restos óseos humanos. Así lo han confirmado los análisis preliminares y ahora la Policía científica y los forenses tratarán de identificar mediante pruebas de ADN a quién pertenecían esos huesos mientras los equipos de rastreo continuarán peinando esa “zona caliente” en busca de más restos humanos.

El 'número dos' del Departamento de Seguridad, Josu Zubiaga, ha pedido “un poquito de paciencia” a las familias de las víctimas porque todavía queda mucho trabajo por delante. Para arrojar claridad sobre la magnitud de la operación, Zubiaga ha indicado que se han tenido que mover 250.000 metros cúbicos -el equivalente a 10.000 camiones de basura de los grandes- y que el hallazgo estaba a una profundidad de 23 metros, “un edificio de ocho pisos”: “Se ha tenido que trabajar en unas condiciones muy duras”, ha enfatizado el viceconsejero de Seguridad, que ha comparecido en Ermua y acompañado de un alto cargo del Departamento de Medio Ambiente.

El hueso humano ha aparecido en una de las zonas en que se tenían sospechas de que podían haber sido arrastrados por la gigantesca lengua de residuos los dos operarios, junto a la báscula. Sin embargo, primero hubo que actuar para contener el deslizamiento, después de controlar y sofocar los incendios tóxicos que se produjeron y, finalmente, ir actuando zona por zona, siempre con medidas de asentamiento del terreno. Según Zubiaga, con este primer “resultado” toca ahora intervenir de manera quirúrgica en ese punto, al que han llamado “zona caliente”, con la esperanza de encontrar los cuerpos de los dos operarios.

El vertedero de Zaldibar, en Bizkaia pero pegado a Gipuzkoa, estaba en una loma y era gestionado por la empresa Verter Recycling. Tres de sus responsables fueron detenidos en julio y han quedado en libertad con cargos de un posible homicidio imprudente. Se investiga si actuaron con negligencia al conocer los riesgos para la estabilidad del terreno que presentaba la instalación, una de las que más camiones con residuos recibía en Euskadi y en la que había también materiales con amianto.

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