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Osakidetza derribará el edificio viejo del hospital de Arrasate-Mondragón para levantar uno nuevo por 24 millones

Alrededores del hospital Alto Deba, con el edificio viejo que será demolido al fondo

Iker Rioja Andueza

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El hospital comarcal del Alto Deba, ubicado en Arrasate-Mondragón, es la unión de edificios de diferentes épocas. Ello deja el contraste de habitaciones de maternidad amplísimas y con sofá de dos plazas frente a salas con descochones de pintura y hasta servicios con bidé. En realidad, son tres las piezas del rompecabezas arquitectónico, aunque hay una cuarta, el ambulatorio. Una entrada al hospital se hace por un bloque inaugurado por el difunto exalcalde de Bilbao y exconsejero de Salud Iñaki Azkuna. Otra parte es un modernista edificio de colores del siglo XXI. Detrás, encajonado, sobrevive aún el viejo edificio con el que se inició el servicio, del que cuelga un letrero con letras verdes de tipografía antigua y que esconde una pequeña capilla. Este equilibrio unido por túneles se mantendrá por poco tiempo. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, y la alcaldesa de la localidad guipuzcoana, María Ubarretxena, han presentado este martes allí mismo el plan para la demolición del antiguo y original edificio del complejo y la construcción de otro de idéntico estilo al más nuevo.

El plan está dotado con 24 millones de euros y se ejecutará desde finales de este 2021 hasta 2024, cuando debería reinaugurarse una manzana que da servicio a casi 65.000 personas de la propia Arrasate-Mondragón o de Bergara, Aretxabaleta, Elgeta, Angiozar, Antzuola, Oñati, Leintz-Gatzaga, Eskoriatza y hasta de la zona alavesa de Aramaio. Es la mayor inversión en equipamientos sanitarios en años y, según Sagardui, demuestra que ni la pandemia detiene la puesta a punto de la red del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Quería darle tanta importancia Sagardui a esta presentación que, en la comparecencia ante los medios de comunicación, en la que estaba rodeada de altos cargos del hospital y de Osakidetza, ha lamentado recibir más preguntas sobre la evolución de la pandemia ahora que se acaba la emergencia sanitaria que sobre las propias obras. “Osakidetza demuestra hoy que no ha parado en tiempos de COVID-19”, ha solemnizado.

Según se ha informado, “estas obras permitirán ampliar el hospital de día médico-quirúrgico, crear una nueva unidad de Digestivo con el servicio de endoscopias, crear un nuevo servicio de rehabilitación e integrar una sala de resonancia magnética dentro del hospital. Además, se realizará una nueva base para el servicio de Emergencias y se ampliará el área de consultas externas”. Este martes, los trabajadores de las ambulancias ya sabían que en poco tiempo tendrán que abandonar sus instalaciones actuales. Muchas de esas funciones ya se ofrecen en las actuales instalaciones, pero serán ampliadas y modernizadas, han explicado. En otros casos, se prestan ahora de manera singular, como las resonancias mediante una unidad móvil. En total, “serán 7.000 metros cuadrados compuesto por dos sótanos, planta baja y cuatro alturas” los que se edificarán. No se ha mencionado el problema de inundabilidad de las instalaciones actuales.

En esas plantas subterráneas se prevé también la construcción de un centenar de plazas de aparcamiento que alivien la elevada congestión en superficie. Sagardui y la alcaldesa han admitido la afección de los trabajos en los próximos años y, como alternativa, se habilitarán dos estacionamientos provisionales. “Es un día muy especial y muy satisfactorio para nuestro pueblo y para toda la comarca. Es una apuesta por la salud y los servicios públicos de calidad. Pero las obras serán largas y requerirán de paciencia”, ha apuntado Ubarretxena, que fue compañera de Sagardui en el Gobierno vasco cuando la ahora consejera era directora de Activación Laboral en Lanbide.

La ampliación del hospital no supondrá automáticamente más personal sanitario, eso sí. A preguntas de los periodistas, Sagardui ha indicado que “el hospital cuenta con una plantilla adecuada a las necesidades que tiene la población”. Ha explicado que durante el tiempo de las obras “seguro” que hay “adecuaciones en recursos humanos” pero ha eludido fijar compromisos concretos. Fuentes oficiales remarcan que el centro seguirá siendo un comarcal, por lo que los pacientes de la zona tendrán que seguir desplazándose a otros centros de referencia más grandes para determinadas especialidades. El más cercano es el hospital universitario de Álava, con sus sedes de Santiago y Txagorritxu en Vitoria.

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