¡Europeos! Los científicos os necesitan para elegir el mejor sistema electoral
El día 25 estás llamado a las urnas para elegir a los representantes españoles en la Eurocámara, pero... ¿Te has parado a pensar el impacto que tiene el sistema electoral sobre el resultado de la votación?¿Crees que hay algún sistema mejor que otro? ¿En qué se diferencian? Con el fin de que los ciudadanos reflexionen sobre estos asuntos y conozcan mejor la democracia, un grupo de sociólogos investigadores ha decidido crear la plataforma EuroVotePlus.org.
“Es esencial conocer cómo utilizan los votantes los diferentes sistemas de votación y la mejor manera de conseguirlo es preguntándoles cómo votarían en unas elecciones reales con diferentes sistemas”, aseguran en la web del proyecto.
Así, la página, que se lanzó el 5 de mayo, ofrece la posibilidad de participar activamente en un experimento en el que el hipotético votante puede ejercer su derecho, de manera anónima, usando los tres principales sistemas electorales que actualmente se utilizan en Europa. El objetivo es comprender el efecto real que tiene sobre los resultados electorales el sistema que se emplea para elegir a los representantes en cada país.
Además, EuroVotePlus invita a los usuarios a barajar una reforma del sistema electoral con la creación de una circunscripción paneuropea, que permitiría votar por candidatos de cualquier nacionalidad y no solo de la propia.
Cómo participar
Ser uno de los 'conejillos de indias' del experimento es sencillo. Simplemente tienes que acceder a la web e ir al apartado de “votación en línea”. Allí tendrás la posibilidad de emitir un voto ficticio para los parlamentarios basándote en los sistemas electorales de “listas cerradas”, “listas abiertas” o “listas abiertas con posibilidad de voto separado y acumulativo”.
El primero de ellos nos resulta familiar porque es el que utilizamos en España y el que emplean también países como Francia y Alemania. Se basa en que los electores votan por una lista entera y no por un candidato concreto. Los escaños son después atribuidos a cada lista en función de los votos que haya recibido y se asignan a los candidatos individuales en función del orden de aparición en el propio documento.
El segundo sistema, más flexible, está basado en listas abiertas. Los electores pueden votar por uno o más candidatos de un mismo grupo y los escaños son distribuidos en función del número de votos individuales que reciben.
El último sistema, el de Luxemburgo, es el único caso europeo de listas abiertas con votación acumulativa. Permite repartir los votos en función del número de escaños que se deben elegir, y el elector tiene la posibilidad de distribuirlos entre candidatos de la misma o distintas listas (incluso puede dar más de uno a un mismo candidato).
Una vez finalizada la votación ficticia, tendrás que responder a un breve cuestionario con tu opinión sobre cada uno de los sistemas empleados y tu posición política. A partir de los resultados que obtengan de aquí al día 25, emitirán un informe sobre las preferencias de los usuarios europeos.
Pese a que sí es la primera vez que se realiza para una audiencia tan amplia, lo cierto es que el proyecto forma parte de uno más amplio denominado 'Making Electoral Democracy Work' (Haciendo Funcionar la Democracia Electoral), que une a investigadores de distintos países con el objetivo de entender mejor el funcionamiento de un sistema democrático.
La primera vez que pusieron en marcha un experimento similar fue en 2011, en las elecciones provinciales de Ontario, en Canadá. En la prueba participaron 4.000 personas, y del estudio se desprendió que los diferentes sistemas generaban resultados distintos principalmente por las diferencias de funcionamiento, no tanto por la orientación política del votante.
En las elecciones presidenciales francesas de 2012 también se puso en práctica el experimento, a través de una web que se lanzó tres semanas antes de los comicios. De las ocho mil personas con derecho a voto que participaron en el estudio, se observó que un porcentaje significativo de personas (entre el 10 y el 15 por ciento) había cambiado su voto en función del sistema utilizado.