Terrazas 'acordeón': la picaresca con la que los bares se saltan la ordenanza
En Malasaña, el verano tiene un curioso efecto sobre algunas terrazas de sus calles y plazas: menguan o se expanden dependiendo de la hora del día. Sucede en lugares como la plaza de San Ildefonso o la calle Pez, y los vecinos las llaman terrazas acordeón, con cierta sorna.
El apodo se lo ha puesto el presidente de Acibu, Jordi Gordón, la organización vecinal que lleva denunciando los excesos de algunos hosteleros de Malasaña desde hace años y que se lleva las manos a la cabeza por la falta de sanciones y lo larga que se está haciendo la espera de una nueva ordenanza de terrazas para los locales que la incumplen por sistema. “Son una competencia desleal para el resto de hosteleros que sí cumplen”, señala.
Un ejemplo diario es el de la terraza de El rincón de Pez, un local abierto hace unos meses en esta calle, junto al cruce con Pozas. El bar cuenta con licencia para colocar 11 mesas y 44 sillas, pero por la tarde-noche, cuando las llena, añade hasta 7 mesas altas más, con 24 sillas adicionales. El caso de este local es especialmente llamativo, porque tiene pintado en el suelo con pintura blanca los límites de su propia terraza -de 38,54 m2, según datos facilitados por el Ayuntamiento-, límites que sobrepasa con creces cuando saca su mobiliario ilegal.
Otro ejemplo se puede encontrar en la Plaza San Ildefonso. Allí, el restaurante Conache reincide en el incumplimiento del verano pasado y vuelve a poner cada día u número de mesas y sillas por encima de las que tiene adjudicadas en su licencia, que le permite montar 16 mesas y 64 mesas. Este año, la táctica que utiliza es la de montar 4 mesas adicionales, separadas del resto, que monta en los momentos de mayor consumo. Un acordeón que en verano se despliega todos los días de la semana, denuncian desde Acibu.
Además, San Ildefonso vuelve a ser en 2017 la plaza que más incumplimientos de la ordenanza de terrazas acumula: a las 4 mesas ilegales del Conache se unen las 10 mesas y 40 sillas del restaurante Maki, que este año no cuenta con autorización municipal para montarlas, informan fuentes de la Junta de Distrito Centro.
Piden multas y una nueva ordenanza
Piden multas y una nueva ordenanza
Los vecinos reclaman una oleada de sanciones del consistorio como la que llevó a cabo en septiembre-octubre del pasado año cuando, tras varias operaciones de levantamiento (literal) de terrazas, con camión incluido, los hosteleros que incumplían los límites entraron en vereda. “Con la falta de sanciones actual a estos bares, el mensaje que el Ayuntamiento transmite a los hosteleros es que todo vale y que incumplir la ordenanza sale muy barato”, denuncia Jordi Gordón.
Desde Acibu también se espera que el Ayuntamiento de Madrid cumpla su compromiso de aprobar una nueva ordenanza de terrazas, prometida para el invierno pasado y que todavía no se ha abordado desde Cibeles. Desde hosteleros y vecinos ya se están lanzado propuestas para mejorar el actual sistema de control de las terrazas, que actualmente limita a 3.000 euros la multa máxima -sin pérdida de la licencia- para un local que vulnere la legislación municipal.
Más información:
Más información:
0