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Desalojo en el Huerto de las Vías: los vecinos denuncian que Almeida les echa pese a quedarles un año de cesión

Plantación en el primer Huerto de las vías

Diego Casado

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Entre los escombros que rodeaban el polideportivo Marqués de Samaranch nació hace cuatro años un oasis de verdor y hortalizas, fruto del empuje de un grupo de vecinos. El proyecto había sido propuesto, votado y aprobado en los Presupuestos Participativos del año 2016, cuando cientos de habitantes de Arganzuela respaldaron la idea de la asociación Juan Duque, que proponía instalar un huerto en el terreno yermo junto a las pistas de pádel.

El espacio fue vallado a finales de 2017 y cedido de forma gratuita a medio centenar de vecinos de la zona, que comenzaron a roturar las tierras hasta que, seis meses después, en junio de 2018, se produjo la entrega oficial del huerto urbano a la Asociación Pasillo Verde - Imperial, que ganó el concurso convocado por el consistorio. Pero solo pudieron disfrutar de este lugar durante un año, porque el Ayuntamiento de Madrid tenía que acometer unas obras en el Centro Deportivo Municipal y necesitaba pasar por el espacio que ocupaba el huerto. La asociación aceptó abandonar el espacio a cambio de que se parara el periodo de concesión.

Los vecinos trasladaron sus plantas a otro solar cercano de tamaño similar al primero (unos 1.000 metros cuadrados), que el Ayuntamiento de Madrid les dejó provisionalmente mientras acababan las obras junto al polideportivo. Además, les aseguró que los trabajos también servirían para mejorar el propio Huerto de las Vías con mejores bancales, una caseta para los aperos e incluso una zona de reuniones. Los cesionarios esperaron pacientemente a que acabaran las obras para volver al huerto prestado originalmente. Hasta la semana pasada.

“El día 22 nos llegó el aviso de que la Junta de Arganzuela nos revocaba la cesión”, explica con pesar Maite Gómez, presidenta de Pasillo Verde. “Menuda lotería nos había tocado”, dice con ironía mientras relata los múltiples contactos con miembros de la Junta de distrito presidida por Cayetana Hernández de la Riva (PP) durante los últimos meses para preguntar por el estado de las obras. Su asociación dice sentirse engañada, porque el Ayuntamiento le ocultó sus planes hasta hace unos días.

El consistorio considera que la cesión del espacio se ha cumplido “ampliamente”, porque incluye en ella “obviamente” el periodo en el que la asociación estuvo utilizando el terreno alternativo, reza el texto del escrito remitido a Pasillo Verde, al que ha tenido acceso este periódico. El equipo de Almeida considera que la cesión finalizó en junio de 2020 y que, al no haber solicitado la renovación de dos años a la que tenían derecho, “queda extinguida la autorización de uso”, añade una portavoz municipal en respuesta a las preguntas de Somos Madrid.

Los vecinos no pidieron la renovación porque nadie les informó de que consideraban el terreno alternativo formaba parte de la misma cesión, un dato que se mantuvo oculto en sus reuniones y escritos de información que se han cruzado hasta ahora. “Es una falta de escrúpulos y de delicadeza hacia el vecindario, una falta de empatía que nos duele”, se quejan los vecinos. “A esta gente no le importa en absoluto las panzadas de trabajo que nos metimos y lo bonito que lo teníamos toda la gente que estábamos implicada”, denuncia Maite.

“Nos entregaron un terreno inhóspito, sin la tierra adecuada, hicimos un trabajo enorme para abrir los bancales”, recuerda Jacinto Navlet, otro de los agricultores urbanos que más horas ha echado en este espacio. Ambos recuerdan cómo este vergel ha servido para el uso de un centro ocupacional cercano, para la convivencia de varias generaciones en torno a la siembra y cuidad de las plantas, o para que los alumnos del cercano colegio Marqués de Marcenado hayan tenido su primer contacto con la agricultura, una experiencia recurrente que también querían efectuar los estudiantes del Joaquín Costa y que ahora está pendiente del futuro del espacio.

“El huerto es el tejido social del barrio en estos momentos, que eso es lo que les molesta”, denuncian desde la asociación Pasillo Verde - Imperial, que temen que ahora el Ayuntamiento plantee cambiar la figura legal del huerto o que intente concederlo “a un amiguete” o cobrar por la explotación de cada bancal.

Nueva cesión en 2022 y recurso judicial

Los planes municipales pasan porque la asociación devuelva el terreno alternativo al huerto original dentro de un mes, el próximo 22 de enero. Después, sacará el Huerto de las Vías primigenio “a libre concurrencia para que se presente esta asociación o cualquier otra interesada”, informan a este medio fuentes del Ayuntamiento de Madrid.

Sin embargo, el camino legal puede alargarse mucho, porque la asociación vecinal no piensa renunciar a completar la cesión sobre el Huerto de las Vías en toda su extensión, a la que todavía queda más de un año, según sus cuentas. Como están convencidos de tener razón, van a recurrir a los juzgados la decisión del Ayuntamiento de Madrid. Los documentos municipales a los que ha tenido acceso Somos Madrid dejan claro que la Junta de Arganzuela procedió a suspender la cesión el 20 de mayo de 2019. “Dicha suspensión se extinguirá, y por tanto se reanudará la vigencia de la autorización, cuando hayan concluido las referidas obras y la parcela se encuentre en las condiciones adecuadas para volver a ser utilizada como huerto urbano comunitario”, dice el texto firmado por la anterior coordinadora del distrito.

Los vecinos han pasado del “estupor, cabreo y dolor” de la semana pasada a plantar batalla judicial para que la administración “no nos tome por tontos”. Esperan que los juzgados les acaben dando la razón, como ha sucedido en casos recientes como la Casa del Cura de Malasaña. Allí, el proceso judicial acabó tumbando hace un mes el intento municipal de poner fin a la cesión de un edificio situado en la Plaza del Dos de Mayo a colectivos vecinales y el equipo de Almeida se ha visto obligado a recurrir al TSJM para intentar echar a los actuales cesionarios.

“Confiamos en no tener que encontrarnos un candado del Ayuntamiento cualquier mañana, porque quieran quitárnoslo como ya intentaron allí”, dicen en referencia al cambio de cerradura ordenado por la Junta de Centro en Malasaña cuando la sentencia no era firme, negado por el propio consistorio y corroborado por numerosos testigos vecinales.

El del Huerto de las Vías es el último intento municipal de revocar cesiones efectuadas a colectivos ciudadanos durante la pasada legislatura. En Arganzuela hace un año tuvo lugar el fin del proyecto EVA en el antiguo Mercado de Verduras de Legazpi, cuando se negó la renovación del espacio al tejido ciudadano que lo mantenía. Meses después sucedió lo mismo con la Casa de Cultura de Chamberí. La devolución del citado edificio de Malasaña fue parada en el juzgado. Ahora, el futuro del huerto urbano de Arganzuela también parece abocado a los tribunales.

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