En defensa del derecho a jugar en el parque, un alegato desde Rivas para conectar con la infancia
Hacer las paces en el polideportivo del barrio después de pelear por un balón de goma. Echar carreras en el parque, conocer a otros niños y acabar siendo amigos porque os vieron jugar y decidieron unirse. Dejar crecer la imaginación con una torre hecha de bloques de madera, colocados uno a uno y respetando el turno en la ludodeca al lado de casa. Suele decirse que los niños son como esponjas y absorben cada estímulo de su entorno, así que los primeros años de vida son cruciales para su desarrollo: el cerebro tiene más plasticidad que nunca, el cáracter comienza a forjarse y las habilidades salen a relucir.
En Rivas Vaciamadrid, donde uno de cada diez habitantes es niño o niña, han puesto el broche al 2025 con un mes dedicado al juego en la infancia, una herramienta de ocio y diversión pero también un mecanismo ágil para el aprendizaje, la convivencia o la interacción con los demás. Coincidiendo con el aniversario de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CDN) –un tratado internacional de Naciones Unidas que, en su artículo 31, también defiende el Derecho al Juego como parte esencial en los primeros años de vida–, la ciudad organizó hasta 13 actividades entre el 9 y el 21 de noviembre.
Rivas, con 105.000 habitantes y 15.545 de ellos menores de 12 años, es Ciudad Amiga de la Infancia desde 2004. Este sello lo otorga Unicef y reconoce a los ayuntamientos que impulsan políticas pensadas para la infancia o la adolescencia, promocionan espacios de participación para los jóvenes e impulsan alianzas entre los distintos actores locales con influencia en su desarrollo. Otros municipios de la Comunidad de Madrid como Navacerrada, Fuenlabrada o la propia capital también forman parte de la Red de Infancia y Adolescencia (RIA), que agrupa a quienes comparten esta insignia de la ONU.
Además, la categoría de Ciudad Amiga de la Infancia se renueva cada cierto tiempo para supervisar si aún se cumplen los requisitos. “El juego es crucial para el desarrollo físico, mental, social y emocional, permitiendo explorar límites, desarrollar habilidades cognitivas, fomentar la creatividad y aprender valores como la cooperación, el respeto y la resolución de conflictos”, destacan desde el consistorio ripense, que desplegó varias actividades en noviembre con el juego como epicentro.
Entre ellas, se anunció una jornada centrada en el videojuego o los esports, competiciones online entre jugadores o equipos como FIFA o League of Legends. Este formato se ha popularizado entre jóvenes y adultos hasta crear ligas profesionales e incluso campeonatos internacionales. El debate en Rivas se planteó en torno a cómo el gaming afecta en nuestro cerebro y qué evidencias científicas existen de ello, así como las habilidades cognitivas o socioemocionales que se desarrollan o ideas para elaborar planes de acompañamiento familiar que supervisen su uso.
Cada 20 de noviembre, día en el que se firmó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, se selecciona uno de los 54 derechos del tratado de la ONU para protagonizar su aniversario. La urbe elabora un programa de actividades a su alrededor, y este año le tocó al juego. Desde el Gobierno municipal reivindicaron el concepto como un “pilar de desarrollo integral” en la infancia, y no una actividad secundaria que ayude pasar el rato: sirve para interactuar con otros, aprender a relacionarse o convivir con unas reglas de referencia, así como interiorizar valores como la cooperación o la resolución pacífica de conflictos.
A nivel municipal, existe un Plan Local de Infancia y Adolescencia (PLIA), la hoja de ruta municipal que articula las políticas públicas durante cuatro años dirigidas a su infancia y adolescencia. La estrategia, alineada con los principios de UNICEF y la iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia, vela por la existencia de entornos seguros, participativos o accesibles y pensados para que el el juego y la escucha activa ayuden a estimular a los más jóvenes.
Se basa en seis pilares clave: la escucha y protección de este segmento de la población, el acceso universal a servicios “esenciales y de calidad” para su desarrollo o la promoción de entornos para el disfrute familiar, el juego o el ocio infantil. Asimismo, en 2021 se impulsó un proceso participativo con cuatro comisiones de trabajo para abordar la situación de los sectores más jóvenes.
Desde el Foro Juvenil de Rivas, un proyecto de ocio y participación ciudadana que promueve un municipio más atractivo para los jóvenes, se presentó durante el Mes de la Infancia una nueva campaña contra el acoso escolar. El acto tuvo lugar en La Casa+Grande, epicentro de los recursos juveniles en la ciudad. En realidad, el municipio cuenta con dos centros municipales para la infancia, Bhima Sangha y Rayuela, mientras que este otro inmueble se enfoca en edades posteriores.
Este mismo Foro Juvenil, en el que participan ciudadanos de entre 12 y 18 años que viven o estudian en Rivas, inauguró en las jornadas por la infancia una exposición titulada La historia del pueblo palestino, que aborda la situación histórica en Cisjordania. Rivas Vaciamadrid saca pecho de sus medios públicos –a los que se suman 132 parques infantiles– y también del impulso ciudadano para incentivar reflexiones sociales en la localidad madrileña. “Ser ciudad amiga de la infancia implica fomentar la participación infantil y promover alianzas con actores locales que trabajen para, por o con la infancia”, sentencian desde el Ayuntamiento.
A este espacio se añade el Foro Infantil de Rivas, el mayor órgano de participación de la infancia en la ciudad y que opera desde hace más de 20 años. Está compuesto por grupos donde los niños y niñas opinan, debaten y proponen y se generan cambios que necesita la ciudad para convertirla en un mejor lugar para vivir la infancia. En el espacio participan niñas y niños de 6 a 12 años, quienes aportan ideas sobre asuntos que le afectan a través del juego.
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