Todas las claves del nuevo Zoe, el eléctrico de 'masas' de Renault
Casi 10 años después de su primera aparición como concept, y transcurridos siete desde su presentación oficial, el Renault Zoe acumula 150.000 unidades vendidas y supone casi una de cada cinco entregas de vehículos eléctricos en Europa. Para otorgarle nuevos bríos ahora que se otean en el horizonte competidores peligrosos como el Peugeot e-208, el Opel Corsa-e y el Volkswagen ID.3, la firma del rombo acaba de dar un remozado profundo a su utilitario de baterías, que entre otras cosas ofrecerá ahora una autonomía de 390 kilómetros y la posibilidad de recarga rápida en corriente continua.
En esta su tercera generación, el Zoe incorpora un motor eléctrico de 135 caballos y una batería de iones de litio de 52 kWh que incrementa en un 20% el alcance que proporcionaba la más capaz (de 41 kWh) del modelo actual: 390 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. La marca anuncia que la autonomía real será de 380 kilómetros en verano y de 250 en invierno, por la conocida pérdida de eficiencia que el frío provoca en las baterías. El tamaño de la unidad de almacenamiento no cambia, de manera que el habitáculo mantiene la amplitud que se disfrutaba hasta el momento y el maletero sigue en 338 litros, más los de un doble fondo ideal para guardar el cable de carga.
Cuando esté rodando por las carreteras europeas, a partir de otoño según las previsiones, y necesite rellenar sus baterías, el coche contará ahora con la posibilidad de utilizar puntos de recarga rápida en corriente continua de hasta 50 kW, donde recuperará unos 150 kilómetros de autonomía en media hora. En un enchufe doméstico de 7 kW se cargará al 100% en algo menos de nueve horas y media; en una estación pública de 11 kW recuperará 125 km en dos horas, y en una de 22 kW lo hará en una hora.
Con su nuevo motor R135, el eléctrico de Renault alcanza 140 km/h de velocidad máxima, por 135 km/h del anterior, y acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos. Para llegar a 50 km/h desde parado necesita apenas 3,6 segundos, lo que lo hace especialmente ágil en el tráfico urbano para el que está concebido. En una maniobra típica de adelantamiento, puede pasar de 80 a 120 km/h en 7,1 segundos.
En el interior destacan un panel de instrumentos digital de 10 pulgadas y una pantalla central que puede ser de 7 o 9,3 pulgadas, según las versiones. En la consola, la palanca de cambios tradicional deja paso a un dispositivo electrónico, el e-shifter, que permite elegir entre los diferentes modos de conducción, uno de ellos, denominado B, destinado a que el Zoe desacelere de manera muy pronunciada cuando se suelta el pedal del freno, para regenerar más energía, y con el que el conductor puede manejar el vehículo prácticamente solo con el acelerador.
La factura del salpicadero revela un serio trabajo de Renault para incorporar materiales de calidad y los revestimientos blandos que son tan apreciados actualmente. En el acabado Zen, la tapicería emplea una tela confeccionada con hilo cardado que se ha reciclado a partir de restos de fabricación de cinturones de seguridad y de residuos plásticos (PET), algo inédito en la industria del automóvil y que reduce un 60% las emisiones de CO2 asociadas al proceso de fabricación de este elemento.
Otras novedades que encontramos en el habitáculo son el freno de estacionamiento eléctrico, de serie en todos los acabados, cargador de inducción para smartphone (opcional), doble de espacio de almacenamiento en la consola, dos tomas USB para los pasajeros de las plazas traseras y plafones de iluminación 100% led.
El sistema conectado Renault Easy Link se enriquece ahora con funciones específicas de los vehículos eléctricos como la visualización en tiempo real de la disponibilidad de los puestos de recarga. Además, permite conectar el teléfono móvil y visualizar las aplicaciones a través de Apple CarPlay y Android Auto.
El extenso equipamiento de seguridad comprende frenada de emergencia, aviso de cambio involuntario de carril, asistente para mantenerse en él, radar de 360º, detector de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, cambio automático a luces de carretera y ayuda al aparcamiento, entre otros sistemas.
Renault ha optado por mantener sin cambios las dimensiones del coche, que permanece en los 4,08 metros de largo, al tiempo que lo adorna con luces full led, el rombo frontal en posición más vertical y nuevos faros antiniebla. Los pilotos traseros son también de ledes, y la vista lateral revela llantas de 15 a 17 pulgadas. Hay nuevos colores disponibles para la carrocería, como el Azul Celadon de las fotografías que ilustran este texto.