"El cangrejo azul ha llegado para quedarse": el producto que nadie conocía, pero que ahora todos quieren probar

Once de la mañana y el sol ya se refleja en la laguna salada del Mar Menor. El bullicio del centro FP Las Claras en Los Alcázares rompe la calma costera. Decenas de curiosos han acudido a la llamada del sabor donde huele a fumet, a bechamel y a mar. Mientras tanto, los alumnos del grado medio de Cocina y Gastronomía apuran los últimos detalles antes de presentar sus creaciones en una cita que no es solo una degustación, sino una declaración de intenciones: “El cangrejo azul ha llegado para quedarse”.

Enmarcado en el Blue Crab Show 2025, nombre con el que se ha bautizado la segunda edición de las Jornadas Gastronómicas del Cangrejo Azul, el showcooking celebrado el jueves 29 de mayo se erige como el corazón de esta semana que es todo un homenaje a la cocina local, la sostenibilidad y la reinvención culinaria. Bajo la mirada atenta de vecinos, visitantes y representantes institucionales, los futuros chefs del Mar Menor han demostrado que el cangrejo azul puede brillar tanto en una croqueta, crocante por fuera y melosa por dentro, como en un caldero.

El éxito del showcooking no solo se mide en aplausos o platos vacíos, sino en la mirada ilusionada de los estudiantes, en las ideas que surgen entre fogones, en el interés del público y en la certeza de que el cangrejo azul —lejano en apariencia, pero cercano ya en el paladar— ha encontrado su sitio en Los Alcázares.

Porque el Blue Crab Show no es solo una ruta gastronómica. También es una celebración del territorio, de sus productos, de la formación y de una forma sostenible de entender la cocina. Y eso, como el buen fumet, solo puede salir de un caldo que ha sido cocinado a fuego lento, con cariño y visión de futuro.

“Todos ganamos: el Mar Menor, los pescadores y los consumidores”

Pedro José Sánchez, concejal de Impulso Económico del Ayuntamiento de Los Alcázares, ha sido uno de los grandes impulsores de estas jornadas y no duda en transmitir todo su entusiasmo por el éxito de la iniciativa. “El objetivo es darle promoción a lo que es el cangrejo azul, una especie que ya convive en el Mar Menor desde hace 15 años”, explica. Y es que, aunque en Estados Unidos y Canadá es considerado una delicatessen, en España sigue siendo un gran desconocido.

No obstante, desde el consistorio han encontrado la forma para impulsar tanto el sector hostelero de la zona como el consumo de esta especie. “Estamos creando un producto exclusivo, diferente, que puede ayudar a dinamizar la economía local de la hostelería”, manifiesta.

Y lo cierto es que ese impulso ya se percibe en la calle. Los diez restaurantes que han participado en la Ruta de la Tapa han demostrado que el cangrejo azul es versátil, sabroso y capaz de conquistar paladares exigentes. Pero ha sido en el showcooking del FP Las Claras donde ha quedado patente que también tiene un futuro prometedor en las manos de quienes mañana firmarán las cartas de los mejores restaurantes.

La importancia de jornadas como esta va mucho más allá de lo culinario. La incorporación del cangrejo azul al recetario murciano es también una medida de gestión sostenible. “Todos ganamos: el Mar Menor, los pescadores, que pueden venderlo a un precio razonable, y los consumidores, que disfrutan de un producto sabroso y con beneficios nutricionales”, destaca el concejal Sánchez.

Sabor, sostenibilidad y educación

Lucía y Fabio son dos de los estudiantes que se han puesto el delantal para convertir esta especie invasora en alta cocina. “Es la primera vez que cocino con cangrejo azul, pero ha sido muy sencillo, como cualquier marisco común”, explica Lucía con naturalidad, mientras junto a su profesor, José David Rodríguez, encienden por última vez los fogones. Para ella, el caldero y la croqueta son las apuestas más potentes. De esta forma, Lucía también ha querido aprovechar para dar algunos consejos sobre cómo trabajar el cangrejo en casa: “Como entrante, la croqueta tiene muchísimo potencial. La haría igual que una normal, pero con el cangrejo azul como producto principal.”

Fabio, por su parte, aporta una visión más emocional: “Yo siempre digo que si algo te gusta, el tiempo se te pasa volando. Y eso me pasa cuando estoy en la cocina”, confiesa. El estudiante, ya remangándose la chaquetilla, asegura que nunca antes lo había visto. “No obstante, le hemos sacado todo el partido”, concluye.

José David, quien se ha encargado de guiar a sus estudiantes en cada una de las elaboraciones, lo tiene claro. Trabajar con cangrejo azul no solo es accesible, sino que cualquiera puede integrarlo fácilmente en las recetas del día a día. “Es un producto que se adapta bien, con un sabor muy versátil y que se puede cocinar como cualquier otro marisco”, explica durante el showcooking.

A su juicio, no hay excusas para no atreverse a probarlo en casa. “La croqueta, el arroz, incluso los fondos… cualquier receta tradicional se puede reinterpretar con cangrejo azul, y el resultado es sorprendente”, señala. Su mensaje fue directo y desmitificador. Y es que no hace falta ser chef profesional para disfrutar de este producto en la cocina doméstica. Solo hace falta perderle el miedo, tener curiosidad y animarse a experimentar.

Los estudiantes, por su parte, comprenden también ese trasfondo. “Me parece bien que se incluya en tapas y platos. Es un ingrediente muy versátil, puedes incluirlo en muchos estilos”, reflexiona Lucía. Fabio, a su vez, añade que es un producto como cualquier otro, “no tiene por qué dar miedo usarlo. Y si ayuda al medioambiente, mejor”.

El paladar de Los Alcázares ha hablado: éxito rotundo

También los asistentes lo corroboran. Una de las participantes en el showcooking asegura que “esto del cangrejo azul me parece muy interesante, porque es un producto todavía desconocido. Me ha gustado mucho. La croqueta, el caldero... no sabría decir cuál me ha gustado más”. Como muchos otros, era la primera vez que asistía al evento.

¿Se atrevería a cocinarlo en casa? “Sí, me gustaría. Aunque no lo he visto aún en mi pescadería, lo buscaré. Y si el año que viene vuelven a hacer las jornadas, sin duda repetiré. Seguro que explican alguna receta nueva”.

En el otro lado de la balanza, Gilda es una de esas participantes que ha repetido este año porque sabe de primera mano que vale la pena. Ya estuvo en la primera edición del Blue Crab Show y este año no a querido perdérselo. Para ella, estas jornadas no son solo una excusa para disfrutar de la buena cocina, sino también una forma de reconectar con el entorno.

“Primero hay que conocer dónde vives”, afirma con convicción. “Llevo viviendo aquí, en Los Alcázares, 19 años, a orillas de la laguna. Si yo tengo conocimiento de que puedo comprar el cangrejo, puedo cocinarlo y al mismo tiempo estoy ayudando a proteger el Mar Menor. No se puede pedir nada más”: su reflexión resume el porqué del evento.

Un evento con vocación de futuro

En cuanto a cifras, esta cita gastronómica ha crecido con respecto al año anterior. “Hemos notado el aumento de bares inscritos y también de la participación ciudadana”, explica Pedro José. El concejal también apunta que “cada vez más gente quiere probarlo, y eso es precisamente lo que queríamos conseguir: dar a conocer un producto que estaba ahí, desaprovechado.”

Además, este año, como gran novedad, se ha incluido la “Ruta Cangrejera” en el tren turístico El Habanero, que circuló los días 26 y 27 de mayo con música en directo y paradas en algunos de los locales participantes. Un plan que ha combinado ocio, gastronomía y cultura local en un solo billete.

El Blue Crab Show es una oportunidad para recorrer Los Alcázares de una manera distinta, entre tapas y trenes, entre aromas de mar y música en directo. En cada parada, un bocado. En cada receta, una historia que conecta el pasado pesquero del Mar Menor con el futuro y la innovación de la gastronomía regional.

No cabe duda de que la apuesta es firme y pretenden que lo siga siendo. Desde el Ayuntamiento se confirma la intención de consolidar el evento en el calendario anual del municipio. “Nació con incertidumbre, pero hemos visto que funciona. Incluso hicimos una jornada previa con los cocineros para enseñarles a usar el producto, y este año todo ha fluido muchísimo mejor. Ahora ya vamos a tener cocineros que desde su formación saben trabajar con cangrejo azul, como son estos estudiantes. Eso es apostar por el futuro”: con estas palabras el concejal despedía un evento que, aseguraba, volverá con más fuerza cada año.