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La COVID-19 duplica los pacientes que superan los plazos legales en lista de espera en la Región de Murcia

Un joven se somete a la prueba PCR en el punto COVID del Centro de Salud del barrio del Carmen de Murcia. EFE/Juan Carlos Caval/Archivo

Erena Calvo

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A pesar de que las autoridades sanitarias insisten en que no está colapsado el sistema, en la Región de Murcia ha seguido aumentando en los últimos meses el tiempo medio de las listas de espera, así como los pacientes que engrosan esas listas y superan los plazos legales para ser atendidos, según denuncia la Asociación de Usuarios de la Sanidad en Murcia. El tiempo medio de espera ha pasado de 103,64 días en 2019 a 132,36 en 2020 y se ha doblado el número de pacientes que supera los plazos (10.033 en agosto de 2020, frente a los 5.115 de 2019).

Desde Usuarios de la Sanidad en Murcia ponen el acento en que en las consultas externas se ha pasado de 18.183 pacientes sin fecha asignada en 2019 a 61.135 este año, superando los plazos legales de espera un grupo de 32.336 pacientes. 

También la atención primaria está colapsada, desde hace meses, “y sin que se aporten soluciones”, denuncia la portavoz del Sindicato Médico, María José Campillo. Los obstáculos son la burocracia a la que tienen que hacer frente los médicos, unas plantillas “con carencias, que no se han reforzado como se debía”, y la sobrecarga de la COVID-19, que “obliga al personal de Primaria a hacer también de rastreadores”. La solución al colapso es la cita telefónica -explica Campillo- “y no puede sustituir a ver y palpar al enfermo, lo que está llevando en algunos casos a errores diagnósticos”. Pero “lo peor” de la cita telefónica, apuntan médicos de la Primaria, “es que es terriblemente injusta, crea una barrera de acceso a los más desfavorecidos y los que mejor se defienden en ese aspecto o tienen más medios, conseguirán mejor atención, aunque no sean los que más la necesitan”.

En opinión de Campillo, “el coronavirus es un problema gravísimo pero está entorpeciendo otras patologías que normalmente controlamos y cuya mortalidad se está disparando también”.

María (nombre ficticio) es mamá primeriza. A las puertas de su centro de salud de referencia, su cara de cansancio y preocupación refleja los nervios de la última semana. “El jueves pasado -relataba este martes- llamé al pediatra porque veía mal al bebé, me dijeron que el médico estaba de vacaciones pero que me devolverían la llamada ese mismo día”. Pasó el jueves sin respuesta, tampoco la obtuvo el viernes. “El sábado tuve que salir corriendo a urgencias, al hospital, porque se ahogaba y tuvieron que suministrarle oxígeno”. No tiene cita con su pediatra hasta dentro de dos semanas.

Pepe, octogenario residente en la capital murciana, ha llamado esta semana a su centro de salud para acudir a vacunarse contra la gripe. “En mi consultorio todavía no ha empezado la campaña aunque en los periódicos dicen que ya ha arrancado en todos; pedí hablar con mi enfermera y me han dado la cita para el viernes 30, con un retraso de más de siete días, es de locos”.

Otra usuaria, de Cartagena, denuncia que tenía cita para ponerse la vacuna de la gripe este jueves pero al haberse acabado los lotes “me han dado cita para el 11 de noviembre”.

La falta de medios y el tapón que se está creando con la atención a la COVID “dificulta mucho la asistencia”, en palabras de Jesús Abenza, médico de Atención Primaria y vicepresidente de Smumfyc (Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria). En la primera ola de coronavirus en la Región, los centros de salud fueron muy eficaces con el seguimiento telefónico que se hizo de los pacientes para no saturar las urgencias, “pero ahora con una mayor movilidad y haciendo vida más o menos normal, retomando también muchas citas que habían quedado en suspenso”, se están viendo desbordados. “Los centros de salud que están en fase amarilla todavía tienen cierta capacidad de atención, se reduce en fase naranja y ya en código rojo se hace muy difícil porque casi todo el trabajo diario lo consume la COVID”, cuenta Abenza.

Fuentes sanitarias señalan que esta segunda ola de la pandemia ha sido más dura en la Comunidad de Murcia que la primera, y critican que no se haya contratado a todo el personal necesario para evitar el colapso del sistema.

Desde el Gobierno regional, sin embargo, apuntan a que la atención se ha tenido que reorganizar -como en todo el país- para atender las necesidades derivadas de la pandemia al tiempo que se da solución a las prioridades. “Los hospitales han modificado su funcionamiento, aplicando planes de contingencia, y la actividad se ha tenido que reducir a la más urgente en los peores momentos de esta crisis sanitaria”, potenciando la telemedicina para reducir la presencia de pacientes, evitar contagios y liberar espacios, señalan desde la Consejería de Salud.

Dentro de la estrategia para aligerar las demoras generadas por la pandemia, “se ha potenciado la interconsulta no presencial con un tiempo máximo de respuesta de 7 días en las distintas especialidades y desde el 1 de marzo se han emitido un total de 110.124 interconsultas no presenciales desde Atención Primaria”, refieren las mismas fuentes.

Pacientes crónicos y listas de espera

“Este lunes me suspendieron sin avisar las citas para revisión por cardiopatía; no sé a cuántas personas pendientes de su salud les habrá pasado lo mismo”. Habla Lucía (nombre ficticio). “Soy consciente de los problemas derivados de la COVID, pero creo que no se nos puede dejar abandonadas a nuestra suerte”. Lucía fue operada del corazón -válvula mitral- hace diez meses. En enero -con unas listas de espera que en la Región de Murcia ya sufrían muchos retrasos antes del coronavirus- le dieron cita para su revisión para este mes de octubre, cuando lo normal son seis meses de espera.

“El lunes me llamaron porque habían derivado las pruebas que me tienen que hacer a una clínica privada y en horario de tarde, cuando yo tengo el médico por la mañana”. Lucía logró solucionar el percance, “porque insistí mucho y subí mucho el tono, hasta que salió el cardiólogo de su consulta, pero no todo el mundo es así y hay mucha gente que no se queja”. La portavoz de Podemos en la Región de Murcia, María Marín, se encuentra en una situación similar. Como denunció a través de su cuenta de Twitter, también está sufriendo los retrasos para revisión oncológica.

El socialista José Antonio Peñalver apunta a que hay muchas patologías que “no están siendo diagnosticadas con la suficiente antelación y suponiendo un agravante enorme para los pacientes y un coste enorme para el sistema”. En cuanto los centros de salud pasan de naranja a rojo, “ya no pueden derivar a las especialidades correspondientes; no se están derivando primeras consultas y hay muchas enfermedades que no se están diagnosticando, esto está suponiendo retrasos de hasta 15 días para que te vea el médico de cabecera”.

En el Hospital Virgen de la Arrixaca, en la capital murciana, el retraso en radioterapia oncológica llega a ser en algunos casos de meses: “Tenía la revisión este noviembre y me han cambiado la cita y las pruebas de momento para enero”, se queja otra mujer a través de la Asociación de Usuarios de la Sanidad.

Según recoge en un tuit este colectivo, las listas de espera a agosto de este año reflejan un incremento de los pacientes de pruebas diagnósticas sin fecha asignada. De 40.394 personas en listas de espera, 33.080 pacientes siguen sin cita y 4.563 superan los plazos legales.

Más médicos, enfermeras y trabajadores sociales

La pasada semana el PSRM presentó una moción en la Asamblea Regional apoyada por Podemos pero que fue rechazada por PP, Ciudadanos y Vox, en la que se demandaba -entre otras cosas- la creación en la estructura del SMS de al menos 140 plazas más de medicina de familia, 240 plazas de enfermería y 71 plazas de trabajo social (de los 85 centros de la Región solo 14 tienen esta figura).

También demandaban la creación de una plaza un auxiliar administrativo más por centro de salud, para prestar “una atención telefónica más ágil a los usuarios, y colaborar en la realización de trámites administrativos, que libere a los profesionales sanitarios del exceso de burocracia”; así como aumentar las líneas telefónicas de los centros.

El Gobierno regional, por su parte, asegura que desde el inicio de la pandemia se ha contratado a 2.200 profesionales en el sector sanitario. Según el Sindicato Médico CESM, “de esos 2.200 contratos, solo un centenar son médicos”.

El Sindicato ha convocado esta semana paros en los centros sanitarios previos a la huelga nacional prevista para el próximo jueves en protesta por el Real Decreto del Ministerio de Sanidad que abre la puerta al ejercicio profesional por parte de facultativos sin especialidad.

“Estamos intentando que las movilizaciones interfieran lo menos posible en la asistencia sanitaria, pero tampoco podemos dejar que la sanidad se degrade de la manera que lo está haciendo; esto es el principio del fin de la sanidad española tal y como la conocemos”, se lamenta Campillo.

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