Alonso renuncia a su carrera en Madrid para aventurarse como candidato a lehendakari
El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha comunicado esta mañana que ha decidido renunciar a su posición como ministro de Sanidad en el Gobierno de España para aventurarse como candidato a lehendakari en las autonómicas vascas que se celebrarán el próximo 25 de septiembre. “Es un paso adelante en mi carrera. Quiero dar las gracias [a la Ejecutiva del PP vasco] por confiar en mí y por el respaldo que sin duda siento”, ha manifestado en rueda de prensa quien, según las encuestas, podría tener que conformarse con comandar la quinta fuerza parlamentaria.
Alonso había demorado deliberadamente el proceso interno de designación de candidatos a la espera de acontecimientos en el Congreso de los Diputados, pero el adelanto decretado el viernes por Iñigo Urkullu ha terminado por animar al líder de los ‘populares’ vascos. Aunque no hay una confirmación oficial, la puesta en escena de la rueda de prensa de hoy augura que los líderes territoriales, Javier de Andrés, Borja Sémper y Antón Damborenea, tendrán un lugar destacado en las listas, así como la secretaria general, Nerea Llanos, que ejercerá de “coordinadora” de campaña.
El PP obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas un muy mal resultado, con apenas 10 de los 75 escaños y muy lejos del techo de 2001 con Jaime Mayor Oreja tuteando a Juan José Ibarretxe (PNV). Desde entonces, con Arantza Quiroga como presidenta tras la salida de Antonio Basagoiti, el partido había perdido no sólo apoyo electoral sino perfil propio. Alonso ha querido destacar hoy que en las generales de junio, por vez primera, el PP mejoró resultados y ha confiado en mantener esa tendencia al alza en septiembre. También ha calificado como una “piña” al partido, aunque sigue sin convocar el congreso interno que le ratifique en el cargo tras la precipitada sustitución de Quiroga el pasado otoño.
Con la irrupción de Ciudadanos (su peso podría rondar los 40.000-50.000 votos), la opción de mantener los 10 escaños puede resultar todo un éxito para Alonso. Se ha dicho “ilusionado” y contento por el reto mayúsculo de pasar de ministro a líder de la quinta fuerza parlamentaria y ha dicho aspirar a ganar en “influencia”. De hecho, los escaños conservadores podrían ser claves para decantar la investidura entre un bloque de izquierdas (EH Bildu-Podemos) y la entente PNV-PSE-EE, que parece la opción natural de Urkullu para repetir en el poder en un escenario de mayor fragmentación.
Alonso ha presentado al PP como la alternativa “útil” y “moderada”. “Queremos representar a gente que se siente profundamente vasca y que tiene un compromiso aquí pero que se siente profundamente española también”, ha apostillado.
La candidatura aún está pendiente de ser ratificada por Génova, aunque Alonso ha ironizado que tiene suficiente “influencia” sobre el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, como para que no haya ningún problema. La ley hace incompatible su nueva condición con sus funciones como ministro de Sanidad, por lo que renunciará en breve y aumentará el descosido en un gabinete que en estos meses de interinidad (no puede haber nombramientos) ha perdido ya a José Manuel Soria y a Ana Pastor. “Me queda un Consejo de Ministros”, ha bromeado Alonso, que ha celebrado de esta manera la festividad de San Alfonso.
