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PNV y PSE cierran un acuerdo para gobernar Euskadi en coalición

Los órganos internos de PNV y PSE ratificarán este lunes el acuerdo de Gobierno y Urkullu será lehendakari con 37 votos

Aitor Guenaga

Euskadi vuelve a la senda de los acuerdos transversales entre las dos grandes familias políticas vascas: la peneuvista y la socialista. Ambos partidos han cerrado un acuerdo para gobernar en coalición durante la próxima legislatura. Sobre el reparto de carteras del nuevo Ejecutivo, fuentes conocedoras del acuerdo confirman que el PSE gestionará tres consejerías -Vivienda, Trabajo y Turismo y Comercio- en el futuro Gobierno de coalición De esta manera, PNV y PSE-EE retoman los pactos que ya alumbraron entre mediados de los años 80 y de los 90, dirigidos por el entonces lehendakari, José Antonio Ardanza (1987-1998).

La nueva mayoría que nace de este pacto (28 diputados el PNV y 9 el PSE) no alcanza una mayoría absoluta (fijado en 38 escaños) en la Cámara vasca pero permitirá sin sobresaltos que Íñigo Urkullu sea elegido lehendakari en la sesión de investidura, que se celebrará los próximos 23 y 24 de noviembre.

Desde Madrid, la nueva gestora del PSOE ha emitido un breve comunicado en el que marca distancias con el fruto de la negociación con el PNV. El partido “no se pronunciará oficialmente sobre el acuerdo una vez conozca su contenido y alcance”, afirma portavoz de la gestora, Mario Jiménez, lo que sugiere que la nueva dirección interina socialista no se considera involucrada en las negociaciones. “Los socialistas siempre han considerado de manera positiva el entendimiento y el diálogo en Euskadi con el PNV”, matiza Jiménez.

El acuerdo programático entre PNV y PSE, de más de 50 folios y en el que en la recta final han intervenido los máximos dirigentes de ambos partidos, está dividido en cuatro apartados: política sociales, reactivación económica y empleo, paz y convivencia y autogobierno. El pacto se someterá a su aprobación este lunes en los respectivos máximos órganos del PNV (Asamblea Nacional) y del PSE (Comité Nacional)

En materia de autogobierno, uno de los principales escollos a lo largo de toda la negociación, los partidos han acordado unas líneas genéricas en las que se pone en valor el autogobierno actual como pacto político entre vascos, pero deja las manos libres a ambos partidos para que cada cual defienda sus postulados en la ponencia de autogobierno del Parlamento vasco, donde el lehendakari aspira a lograr un acuerdo “los más transversal posible” para definir el nuevo estatus de Euskadi y su relación con el Estado. El concepto de nación aparecería en el acuerdo, pero los socialistas se han negado a aceptar cualquier referencia al derecho decidicir o a la bilateralidad política que defiende su ya socio para la próxima legislatura.

Flexibilizar la política penitenciaria

En donde sí ha habido un acercamiento ha sido en materia de paz y convivencia. Ambos partidos defienden que ETA debe disolverse y además quieren que se materialice en esta legislatura la transferencia de Prisiones. Algo a lo que los sucesivos gobiernos centrales (tanto del PSOE, como del PP) se han negado al considerar que la política penitenciaria formaba parte de la política antiterrorista. PNV y PSE defienden una política penitenciaria más flexible y creen que, tras cinco años de la decisión de ETA de abandonar el terrorismo, esta transferencia debe ser gestionada en el País Vasco. La única comunidad autónoma que tiene transferida la política carcelaria en España es Cataluña.

Los Gobiernos de los años 80 y 90

El desencuentro entre nacionalistas y socialistas terminó en septiembre de 2013. Gobernaba el PNV en solitario, por primera vez desde 1986, con Iñigo Urkullu como lehendakari. Pero antes hubo un acuerdo entre 1987, año en el que se produce el primer pacto transversal en Euskadi, que finalizaría abrúptamente en 1998.

En octubre de 1991 el PSE incorporó al Ejecutivo del lehendakari Ardanza a Fernando Buesa como vicelehendakari y a otros cinco consejeros, frente a los 8 del PNV. En 1994 el PNV volvió a ganar las elecciones y Ardanza a finales de año formó un nuevo gabinete con los socialistas y EA. La presencia de los socialistas en este gobierno se vio reducida a tres consejeros, frente a los cuatro del PNV, que colocó a Juan José Ibarretxe como vicelehendakari, y a los dos de EA.

La legislatura concluyó de forma abrupta cuando los consejeros socialistas presentaron el 3 de julio de 1998 su dimisión. El detonante final fue el rechazo del PNV a una propuesta socialista para que en la reforma del reglamento del Parlamento Vasco se incluyera el acatamiento de la Constitución por parte de los diputados electos, aunque en realidad el motivo era que el PNV ya estaba en la estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas que alumbraría en septiembre el Pacto de Lizarra, previo al alto el fuego de ETA.

La senda del acuerdo entre socialistas y peneuvistas volvió a cristalizar en 2014, cuando ambos partidos llegaron a un acuerdo de estabilidad política y reactivación económica que garantizó los presupuestos en las principales instituciones y sobre todo tranquilizó al lehendakari Urkullu, que había tenido que retirar su Presupuesto por falta de apoyos. Tras las últimas elecciones locales y forales en junio de 2015 firmaron un acuerdo de coalición para gobernar las tres diputaciones forales y los ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián. En mayo de 2016, se unió finalmente el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

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