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Un álbum real en la pandemia para contrarrestar el descrédito de la monarquía

El rey Felipe VI.

Carmen Moraga

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Una de las últimas iniciativa de la Casa Real para ayudar a levantar la imagen de la monarquía terminó el pasado miércoles siendo centro de la polémica en el debate celebrado en el Congreso sobre la prórroga del estado de alarma. La portavoz de la CUP, Mireia Vehí , preguntó al Gobierno durante su intervención: “¿Piensan ustedes investigar la corrupción de la monarquía, o tenemos que aguantar encima que su hijo les pida a los nobles que nos regale leche?”. “Tenemos una monarquía corrupta que nunca pasa por un juzgado”, sentenció la diputada. La frase provocó protestas de las bancada del PP, Vox y Ciudadanos que acusaron a Sánchez de permitir insultar al rey. 

Vehí se refería a una de las últimas iniciativas tomadas por Zarzuela a finales de mayo, cuando España se adentraba por fin en las diferentes fases de la desescalada después de dos meses y medio de duro confinamiento por causa del coronavirus. La Cruz Roja desvelaba que el rey Felipe VI estaba contribuyendo al plan “Cruz Roja RESPONDE frente al Covid-19” y en una nota señalaba: 

“A instancias de Su Majestad el Rey Don Felipe VI, todas las Corporaciones Nobiliarias, las Órdenes Militares, las cinco Reales Maestranzas, las Órdenes Internacionales con actividades en España, así como otras Corporaciones nobiliarias y caballerescas, se han unido junto a un grupo de miembros de la nobleza titulada, para adquirir 38.604 litros de leche de larga duración (UHT) -que suponen más de 193.000 desayunos- y alrededor de 25.000 litros de aceite de oliva virgen extra de la mejor calidad, al objeto de facilitar su distribución a familias necesitadas en distintos puntos de la geografía española”.

La Zarzuela por entonces llevaba tiempo estudiando como relanzar la imagen del Jefe del Estado, seriamente empañada después de que el pasado 14 de marzo el periódico británico The Telegraph  revelara en exclusiva la herencia que el rey emérito, Juan Carlos I, había dejado a su hijo de su cuenta millonaria en Suiza de dudosa procedencia. Casi de inmediato, como respuesta, la Casa Real emitió un comunicado para anunciar que Felipe VI renunciaba a esa herencia y se suspendía la pensión que hasta ahora había recibido su padre a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.

A partir de ese momento Zarzuela se marcó el objetivo de salvar la Corona. Los asesores del rey le prepararon una intensa agenda de actos en plena pandemia con la cortapisa de que, debido al confinamiento, muchos de ellos al principio tuvieron que ser por videoconferencia.  

La iniciativa de Cruz Roja de ese masivo reparto de leche por parte de la nobleza impulsado por el rey hay que enmarcarla en ese plan. En su nota, la organización humanitaria aclaraba que “estas Instituciones Nobiliarias han colaborando intensamente, especialmente con Cáritas y con diferentes comedores sociales, así como con organizaciones benéficas, para aliviar el sufrimiento de muchas familias. Han entregando material de protección, equipos médicos, medicamentos a Hospitales, Residencias y material didáctico (tablets) para que niños de familias sin recursos pudieran seguir sus clases y hacer sus deberes escolares”. Y finalizaba insistiendo en que “el impulso de Su Majestad el Rey, como en ocasiones anteriores, les ha hecho unirse siguiendo sus consideraciones, para llevar a cabo este proyecto solidario”.

Aunque de ese acto solidario no hay testimonio gráfico, Felipe VI y la reina Letizia han logrado hacerse un abultado álbum de fotos durante la crisis sanitaria para demostrar que toda la familia real está cerca de la ciudadanía, sensibilizada con su sufrimiento. Pero no les está resultando fácil

El mensaje real en TVE en plenas caceroladas

Las caceroladas promovidas por varios colectivos sociales y apoyadas por algunos partidos -entre otros, Unidas Podemos- para protestar desde los balcones contra la monarquía pidiendo que “Juan Carlos I donara a la sanidad pública los millones de euros recibidos de Arabia Saudí”, coincidieron con la primera aparición pública del monarca. 

Ese mismo día Felipe VI lanzaba en TVE un mensaje a los españoles en el que lógicamente no hizo ninguna mención al escándalo financiero de su progenitor. En tono apagado,  Felipe VI pidió “dejar de lado” las diferencias políticas para que todos los españoles se unan para “ganarle al virus” entre el ruido de las cacerolas.

Su figura estaba dañada tal y como recogió el domingo, 22 de marzo, tres días después de aquel mensaje institucional, un documental del programa Informe Semanal, La Monarquía en estado de alarma. El reportaje causó un fuerte malestar no solo en la Casa Real sino también en otros ámbitos políticos y mediáticos de la derecha. 

De ahí los esfuerzos de Zarzuela por restaurar su imagen. El 26 de marzo, ataviado con mascarilla y guantes como medidas de prevención, Felipe VI visitaba el hospital de emergencia instalado en la Feria de Madrid (IFEMA) para conocer la situación de los enfermos de coronavirus en persona.

En abril, la COVID19 impidió a los reyes y a sus hijas poder pasar como todos los años el domingo de Pascua en Palma de Mallorca. La familia real permaneció confinada durante la Semana Santa en el Palacio de la Zarzuela.

Pero la agenda de Felipe VI continuó. Según la información facilitada por la agencia EFE, el monarca durante el mes de abril mantuvo numerosos contactos telemáticos “con representantes de diversos sectores de la sociedad, entidades de carácter social y responsables de centros sanitarios para interesarse por su situación en estos momentos difíciles”.

“Además, el rey ha permanecido en continuo contacto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y mantiene reuniones periódicas en el Palacio de la Zarzuela con diversos ministros para recibir información directa de la repercusión de la pandemia en sus respectivos ámbitos de responsabilidad”. “Don Felipe ha hablado con casi una veintena de jefes de Estado extranjeros (como el de Estados Unidos, Donald Trump) y máximos responsables de organismos multinacionales”, explicaba la agencia pública. 

Sin embargo, ese medio oficial reconocía que desde el inicio del estado de alarma casi no ha habido imágenes de don Juan Carlos ni doña Sofía, ni tampoco de la princesa de Asturias, Leonor, y su hermana, Sofía, porque permanecían recluidos en el Palacio de la Zarzuela dando ejemplo.

El 24 de abril, la Zarzuela finalmente decidió emitir un vídeo de “agradecimiento” de Leonor y de su hermana Sofía, para animar principalmente a los niños a seguir con el confinamiento y en el que explicaban que ellas, “como millones de niños”, también llevaban “más de un mes en casa y sin poder ir al cole por esta pandemia”. “Intentamos seguir con la vida del mejor modo posible”, aseguraban.  

Las hijas de los reyes participaron después desde el Palacio en la tradicional lectura de El Quijote, con motivo del Día del Niño, que en esta ocasión se tuvo que realizar de manera virtual. 

A primeros de mayo los reyes mantenían la primera actividad pública fuera del Palacio de la Zarzuela y visitaban el 112 la sede de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, junto a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

Las quejas del periódico monárquico ABC 

El 16 de mayo, el diario ABC, que se caracteriza por su defensa de la monarquía, publicaba un reportaje titulado Silenciar al Rey, en el que precisamente denunciaba que a lo largo de esos primeros meses se habían silenciado “más de 150 actos en los que habías participado los monarcas”. Según explicaban, Felipe VI había protagonizado “visitas, mensajes, reuniones, gestiones, audiencias, llamadas y videoconferencias, todas relacionados con la pandemia del Covid y, sin embargo, una gran parte de la sociedad no se ha enterado”.

Y apuntaba a RTVE. “El ninguneo más llamativo ha sido el de la cadena pública, RTVE, que a lo largo de la democracia ha cubierto puntualmente la actividad de los Reyes, alentada por los sucesivos gobiernos. Desde que se decretó el estado de alarma, los telediarios de La 1 apenas han informado de unos pocos actos”, lamentaba.

Una vez que el Gobierno decretó el inicio de la desescalada, el 4 de mayo, la Casa Real decidió  incrementar la presencia de los monarcas en actos tanto dentro como fuera del Palacio de la Zarzuela. El 18 de mayo los reyes asistieron a un acto en Telefónica con cobertura abierta y en directo, aunque de forma virtual, sin público ni prensa. El objetivo fue la presentación del Informe Cotec, que promueve la innovación como motor económico.

El 21 de mayo los reyes visitaban de madrugada las instalaciones de Mercamadrid “con el fin de conocer de primera mano su actividad y recorrer algunos de los puestos de fruta y pescadería”, siempre con mascarillas y medidas de protección. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, hizo de anfitrión.

Coincidiendo con la celebración de su decimosexto aniversario de casados, Felipe VI y la reina Letizia inauguraban al día siguiente, 22 de mayo, un nuevo formato de actos dentro del palacio, en el Salón de Audiencias de la Zarzuela, en donde mantuvieron una inédita charla con varios jóvenes talentos a los que el rey animó a “ponerse de pie y no perder la esperanza”. Según informó la Casa Real, la intención de estas reuniones –que la jefatura del Estado pretende repetir en las próximas semanas– es conocer el impacto de la pandemia en sus diferentes ámbitos.

Este último miércoles los monarcas y sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, participaron, todos ellos vestidos de negro, en el minuto de silencio que tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela coincidiendo con el primero de los diez días de luto nacional decretados por el Gobierno. El rey afirmó que España “llora por tantos miles de compatriotas” que han perdido la vida durante la pandemia, a los que los españoles les deben “el recuerdo, el duelo y el cariño”.

El pasado sábado, 30 de mayo, Felipe VI, en un acto en Madrid organizado por el Ministerio de Defensa con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, el monarca acompañado de la ministra de Defensa, Margarita Robles, animaba y ensalzaba su papel en la crisis. 

La ofensiva de ERC en el Congreso y el Senado

Mientras los asesores de imagen del monarca han redoblado sus esfuerzos para relanzar la deteriorada imagen de la Familia Real, distintas formaciones de izquierda han continuado intentando que se levante el veto contra cualquier iniciativa encaminada a esclarecer los negocios del rey emérito y sus constantes escándalos. La ofensiva parlamentaria y política ha sido protagonizada por ERC, EH Bildu y también por Unidas Podemos, pese a que esta última coalición ahora se contiene más al formar parte del Gobierno progresista.

Los primeros intentos para abrir una Comisión de Investigación sobre las cuentas en Suiza de Don Juan Carlos datan de primeros de marzo, antes de que estallara la pandemia. La primera solicitud la registraron en el Congreso ERC y Compromís. A ella se sumó posteriormente otra de Unidas Podemos que contó con la firma de los republicanos catalanes. Pero ambas fueron rechazadas por el PSOE, PP y Vox en la Mesa de la Cámara, mientras los de Iglesias se desmarcaron de sus socios socialistas y votaron a favor.

Un mes después, ERC, EH Bildu, y Junts registraban otra iniciativa casi idéntica en el Senado. El 24 marzo los republicanos catalanes presentaban en el Senado una proposición de ley para modificar el Código Penal y despenalizar las injurias a la corona y los ultrajes a España. Y el 31 marzo ERC registraba en el Congreso otra proposición de ley para que el Tribunal de Cuentas pueda fiscalizar el presupuesto de la familia y la Casa Real.

El 13 abril insistían en la solicitud de crear una Comisión de Investigación “relativa a la trama vinculada a las presuntas ilegalidades cometidas por miembros de la Casa Real y las influencias políticas, diplomáticas y comerciales”.

El 24 abril ERC también presentó una batería de preguntas en el Senado “sobre la crisis de la monarquía en RTVE”.  El 5 de mayo el portavoz del grupo en el Congreso, Gabriel Rufián, volvió a preguntar por escrito sobre el rey emérito y sus cuentas opacas. Rufián, además, se interesó por saber si el Gobierno iba a “instar a la Fiscalía General del Estado a iniciar una investigación judicial sobre el monarca emérito por un posible caso de delito flagrante”.

El 19 mayo ERC redactaron otra iniciativa para que “se encomiende al Tribunal de Cuentas la elaboración de un informe de fiscalización específico sobre la contabilidad de la familia y la Casa Real”, con la solicitud a la Mesa de la Cámara Alta para que reconsiderara su anterior negativa a admitirla a trámite.

ERC ha mantenido su ofensiva parlamentaria en las dos últimas semanas. El 19 mayo el partido preguntó al presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, que compareció en el Congreso, por qué sus barómetros no preguntan desde hace tiempo en sus sondeos sobre la Casa Real. Y el pasado martes, 26 mayo, los republicanos aprovecharon la primera comparecencia en el Senado de la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo, para que les explicara el tratamiento informativo que ha hecho RTVE de la crisis de la Casa Real.

El exdiputado y exsenador del PNV, Iñaki Anasagasti, que fue uno de los pioneros en denunciar en el Congreso las actividades presuntamente ilícitas del anterior Jefe del Estado, asegura en conversación con eldiario.es que la monarquía en España sigue siendo “tabú”. “El actual rey no ha sabido romper con el pasado”.

“Entiendo que un hijo no puede abjurar de su padre de forma drástica, pero tiene que hacer algo más que lo que hace en relación con algo que todos sabemos que sabía, o si no lo sabía, es que es rematadamente tonto, cosa que no creo que es”.

“La Constitución le otorga el papel de arbitrar y moderar. Todos sabemos lo que es un árbitro y un moderador y Felipe VI, no es ni lo uno ni lo otro. Solo una lámpara colgada en el techo con muy poco voltaje democrático y ético”, afirma el exdirigente nacionalista vasco.

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