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Ángel Víctor Torres: “El gran valor de la coalición de izquierdas en Canarias es su estabilidad”

Angel Victor Torres, presidente del Gobierno de Canarias y secretario general del PSOE en Canarias, fotografiado en el centro de Madrid.

Iñigo Aduriz

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Desde su llegada a la Presidencia de Canarias, en 2019, el socialista Ángel Víctor Torres (Arucas, Las Palmas, 1966) ha tenido que lidiar con la quiebra del tour operador Thomas Cook, uno de los gigantes del turismo en las islas, con graves incendios forestales, el mayor episodio de calima de las últimas décadas, el primer caso que se detectó de COVID de España y una catastrófica erupción volcánica en La Palma. Con todo, las encuestas siempre le han situado en una posición favorable y espera poder reeditar su mandato tras las elecciones del 28 de mayo.

Defensor de las alianzas de la izquierda como la que, junto a Podemos, Nueva Canarias y Agrupación Socialista de La Gomera, le permitió llegar a la Presidencia de Canarias, Torres ha afrontado en las últimas semanas el estallido del caso Mediador, que investiga los presuntos tratos de favor de exdirigentes socialistas a empresarios y que se cobró la dimisión del diputado nacional Juan Bernardo Fuentes Curbelo, que se popularizó por las imágenes del sumario en el que se le ve junto a mujeres prostituidas, en fiestas cargadas de drogas y alcohol.

El presidente canario concedió este miércoles una entrevista a elDiario.es mientras el Congreso rechazaba la moción de censura de Vox. Torres considera que el PSOE actuó bien expulsando de forma inmediata al ya exparlamentario y espera que el escándalo no afecte a sus expectativas de continuar cuatro años más al frente de las islas.

¿Qué le ha parecido la fallida moción de censura de Vox que tuvo lugar esta semana en el Congreso?

Las mociones de censura son un instrumento democrático y legítimo que precisan una mayoría para que prosperen y que también tienen que estar justificadas. Ha habido varias mociones de censura en la historia de nuestro país y ninguna salió adelante excepto una, la de Pedro Sánchez, ante un fallo en el que se condenaba al PP por corrupción, y que se presentó por regeneración democrática. Algunos no la aceptaron bien, siendo un instrumento legítimo. Lo que intentaron fue, automáticamente, hacer caer a un Gobierno diciendo que era ilegítimo, lo cual es falso. Esa moción ha llevado consigo, desde mi punto de vista, cambios estructurales en España porque se han priorizado políticas para los sectores más vulnerables. Sin embargo, lo que hemos visto en el Congreso de Diputados esta semana es un esperpento, más propio del país de Valle Inclán. Ha sido algo absolutamente surrealista: un partido ultra de derechas presenta a alguien que viene de la izquierda en una combinación imposible y con un resultado patético. Se ha intentado descafeinar, deslegitimar y convertir en una farsa, en un show, una moción de censura que creo que ha servido para fortalecer también al Gobierno de progreso de España.

¿Considera que el presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, han utilizado esta moción de censura para arrancar la campaña electoral del 28 de mayo, como se les ha criticado desde la derecha?

No, lo que han hecho es poner sobre la mesa qué hubiera pasado si esa moción de censura hubiera salido adelante porque es lo que tienen que saber los españoles. No es lo mismo un Gobierno progresista que prioriza políticas para las familias que tienen más dificultades para llegar a fin de mes que una política que quiere acabar con el Estado de las autonomías, que quiere priorizar lo privado frente a lo público y que pone en cuestión la lucha contra la violencia machista o cuestiones claves del Estado del bienestar que hemos consolidado en estos años. [Lo que pretendía Vox] Es una regresión, porque al final lo que tenemos es un partido aparentemente guiado por los valores democráticos que lleva a la práctica propuestas absolutamente alejadas de la democracia.

Los barones del PSOE muchas veces son protagonistas por discrepar en algunas cuestiones con Pedro Sánchez, con la estrategia del Gobierno e incluso con la coalición de PSOE y Unidas Podemos. ¿Usted se siente cómodo con esa alianza que se escenificó esta misma semana en el Congreso entre un sector encabezado por Pedro Sánchez y otro liderado por Yolanda Díaz?

Yo gobierno en Canarias en un pacto de cuatro fuerzas. [Además del PSOE] Están Unidas Podemos y sus alianzas, Nueva Canarias y Agrupación Socialista Gomera. Es la primera vez que Coalición Canaria está fuera del Ejecutivo autonómico. 26 años después, preside Canarias un presidente que no es de Coalición Canaria. Todo ello es un hito histórico. Hemos sacado adelante, por ejemplo, un ingreso de emergencia antes de que el Gobierno de España aprobara el Ingreso Mínimo Vital. Hemos dado la vuelta a los datos de dependencia en Canarias y ha sido un Gobierno absolutamente leal. Yo participé en el Comité Federal [del PSOE] en el que, junto al resto de los barones, avalamos la propuesta del candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, para esa moción de censura que terminó fructificando. Y [el del Estado] ha sido un Ejecutivo que lo ha tenido tremendamente difícil. Inmediatamente, varios sectores intentaron que cayera y hubo ministros que dejaron de serlo en días. Sin embargo, ese Gobierno se ha mantenido hasta el día de hoy. Sinceramente, creo que hemos conseguido fondos de Europa y hemos progresado en la política efectiva a nivel social.

¿Hay cuestiones en las que se siente usted incómodo como, por ejemplo, con la aprobación de la ley del 'solo sí es sí' o la ley trans? Se lo digo porque hay otros colegas de otros territorios que sí han manifestado que no se encontraban del todo cómodos con esas leyes.

Canarias fue la comunidad que aprobó por unanimidad –también estaba el PP– una ley trans. Es cierto que en las organizaciones de la militancia este asunto genera debates, pero apostamos claramente por una ley de identidad sexual. Hay leyes que precisan también correcciones. La del ‘solo sí es sí’ la precisaba y el PSOE ha sido valiente para que esos cambios se produjeran. Lo que no se puede hacer es mirar para otro lado, porque la política es legislar y corregir. Lo que se ha hecho ha sido con buen tino.

En el Gobierno que usted comparte con Podemos y otros grupos, ¿se ha producido tanto ruido como en el Ejecutivo central?

¿Con respecto a la ley del 'solo sí es sí?

Me refiero a la gestión de gobierno. En el Ejecutivo central ha habido tiranteces y desacuerdos entre los socios. ¿Cómo es la relación entre los socios del Gobierno de Canarias?

Es buena hasta tal punto que ha habido 12 gobiernos desde la recuperación de la democracia en Canarias y solo uno, este va a ser el segundo, empezó y terminó como se conformó. Es decir, sin inestabilidad. Si me preguntaran a mí cuál es el gran valor del Gobierno actual de Canarias sería la estabilidad política. He tenido socios leales. Curiosamente, en Canarias hemos llegado a acuerdos con la patronal y los sindicatos. Algunos decían que veníamos con cuernos para atacar lo privado y hemos logrado acuerdos con la patronal privada en el Consejo Canario de Relaciones Laborales. Por tanto, también hemos roto un tópico: el de que cuando llegan las izquierdas a los gobiernos eso lleva consigo desempleo, decrecimiento, pobreza y también pérdida de economía. Ha sido justo lo contrario. Desde que ha llegado la izquierda a Canarias, los datos son mejores.

El suyo es el primer Gobierno íntegramente de izquierdas en la comunidad canaria. ¿Le ha acompañado también el surgimiento de una mayoría social progresista en Canarias?

Indudablemente creo que sí y lo veremos reflejado el 28 de mayo. Nosotros aspiramos a volver a ser la fuerza más votada. Ya lo fuimos en el año 2019, tuvimos el respaldo mayoritario y logramos 25 diputados. Las políticas realizadas han pasado por la apuesta por la transformación verde, la energía sostenible y el consenso y diálogo permanentes. Ha habido, además, un vuelco en todo lo social y también del Estado del bienestar con más docentes, sanitarios, más inversión en los derechos sociales y con aspectos claves en la economía. Hemos aprobado cuatro Presupuestos de los cuatro que se debatieron y lo hemos hecho siempre cuatro fuerzas políticas. Hemos demostrado que en esa gestión hemos aparcado las diferencias y hemos conseguido más consensos que otra cosa.

Tras el 28M, ¿aspira a gobernar en solitario, en todo caso?

Es muy complicado con la ley electoral canaria. Es una quimera pensar que se puede conseguir una mayoría absoluta.

Se lo pregunto porque en los últimos meses han surgido nuevas formaciones a la izquierda del PSOE [como el Proyecto Drago encabezado por el exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez]. ¿Esta nueva realidad puede complicarle a la izquierda mantener el Gobierno de Canarias a partir del 28 de mayo?

No es una buena noticia la fragmentación de la izquierda. Somos partidos distintos, pero que compartimos buena parte de nuestro espectro ideológico. Yo he pedido y he trabajado para que en la negociación interna [del PSOE] haya paz y lo hemos conseguido. Por vez primera, las listas han sido aprobadas por unanimidad. También aludo a Podemos y a cualquier nuevo grupo que haya surgido de su formación para que mantenga esa responsabilidad, porque lo que nos jugamos es esta manera de gobernar. ¿Qué hubiera pasado en Canarias de no gobernar nosotros? No hubiésemos tenido educación de 0 a 3 años como la que tenemos. No tendríamos 10.000 prestaciones de dependencia. No hubiésemos tenido una ley de cambio climático, que la hemos impulsado con la introducción de energías sostenibles. De hecho, el PP ha dicho que la derogaría, con lo cual está yendo contra algo que es de sentido común: que la amenaza del cambio climático es real. Canarias tiene todas las opciones para liderar, como ariete de defensa de la sostenibilidad, un lugar en Europa y en el mundo que sea justamente ejemplar. [Con otro Gobierno] Tendríamos más pobreza, no tendríamos los datos de empleo que hemos conseguido y, por supuesto, no tendríamos la cifra de los contratos indefinidos, que ahora llegan al 50%.

Le ha tocado lidiar con varios asuntos complejos. En primer lugar, la propia pandemia, pero también la erupción del volcán de La Palma y, más recientemente, el caso Mediador, en el que se han visto implicados un exdiputado socialista y excargos del Ejecutivo canario. ¿Teme que este asunto pueda afectar a las expectativas electorales del PSOE y a su presidencia?

No, porque siempre que hemos tenido un problema y ha habido un daño hemos dado la cara. Tuvimos un incendio que quemó muchas hectáreas en Gran Canaria, pero la gente mantuvo una actitud y una acción responsables. Tuvimos el primer caso de COVID en toda España. Fuimos la comunidad que cerró el primer hotel el 23 de febrero del año 2020 y dijeron que eso era ir contra el turismo. Y no, fue una medida acertada. Tuvimos una actitud frente a la pandemia que ahí están los datos: somos la comunidad con menos ingresos en UCI y menos fallecidos por habitante. Tuvimos un fenómeno migratorio tremendo y dijeron que eso iba a hacer caer al Gobierno de Canarias. Y aguantamos ataques de la ultraderecha, de xenófobos y racistas que atacaban al Gobierno por ser lo que somos, un Ejecutivo que integra. En el caso Mediador lo que hemos hecho ha sido actuar de manera inmediata, poniendo por delante la honestidad y la honradez frente a excompañeros de partido que fueron expulsados en ocho horas. Otras formaciones políticas no lo hacen y nos pretenden dar lecciones. Al final, la gente lo que percibe es que ante un problema que pueda tener su daño tiene gestores que lo resuelven y que con errores y aciertos dan cuentas de la acción realizada. Así lo hemos hecho con este caso.

Un dirigente como usted, que ha tenido que lidiar con esas vicisitudes de las que hemos hablado, ¿qué piensa cuando cuando ve esas imágenes del que ha sido un compañero de filas [el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo], que ya no está en su partido, pero que utilizaba su cargo de diputado para realizar contactos con empresarios, prostituir a mujeres y celebrar fiestas presuntamente a costa del erario público?

Es una mezcla de sentimientos que van desde la decepción a la rabia, la vergüenza y el repudio, porque este partido [el PSOE] defiende la abolición de la prostitución. Si tú formas parte de esta organización no cabe que practiques aquello que estás defendiendo que debe ser abolido. Es un gesto absolutamente hipócrita. Votas a favor de la abolición y terminas yendo a una sauna o un burdel. No cabe en la persona y mucho menos en un responsable público porque tenemos que ser ejemplares. Como bien dijo [el portavoz del PSOE en el Congreso] Patxi López, esa persona está donde tiene que estar: fuera del PSOE. Además, ya había sido cesado por una mala gestión el ex director general de Ganadería después de un año y dos meses de investigación. A día de hoy no hay daño al erario público, según confirman todas las inspecciones en todas las consejerías. Hay 12 personas, entre detenidos e investigados, y ninguna de ellas está en el Gobierno de Canarias.

Dice que no ha habido ningún daño al erario público. Insisto, ¿no hubo ningún tipo de manipulación por parte del Gobierno de Canarias ni para otorgar ilegalmente concesiones, subvenciones, ni para anular sanciones administrativas?

Se celebró un pleno a petición de la oposición y yo comparecí. Y lo hice porque siempre creo que tengo que dar la cara. Hasta este momento, y seguimos investigando, no hay ningún expediente en el que hayan participado estas personas con su firma que haya modificado una sanción o un expediente.

¿En qué consistió la pérdida de confianza respecto al ex director general de Ganadería Taishet Fuentes, otro de los implicados en el caso Mediador, que fue destituido en 2022? ¿Por qué se le cesó en ese momento?

Estábamos en los meses de mayo, junio del año 2022. Teníamos un conflicto importante con el sector ganadero. Reclamaban del Gobierno de Canarias ayuda directa y el ex director general tuvo primero una afirmación absolutamente inaceptable diciendo que había empresas que podían salir adelante y que su gestión no era la que tenía que ser. Tuve que intervenir yo reuniéndome con el sector. Además, hizo una propuesta del régimen especial de abastecimiento que fue tremendamente polémica porque no ayudaba al sector y tuve que reunirme finalmente con todos sus representantes, en presencia de la consejera, para también escuchar su opinión. Al día siguiente fue cesado.

No tenía, en todo caso, sospechas de lo que se ha conocido después.

Obviamente, no. Es que al día siguiente del 14 de febrero, que es cuando se producen las detenciones y las imputaciones, es el propio sector el que sale en los medios diciendo que no tenían conocimiento de que se estuviesen produciendo extorsiones, mordidas, amenazas o cuestiones absolutamente ilegales. De haberlo sabido, lo que hubiésemos hecho hubiera sido ir automáticamente al juzgado.

La pandemia ha dañado especialmente aquellos territorios que dependían del turismo. ¿Se ha recuperado Canarias de aquel golpe? ¿Qué ha hecho para salir de la crisis mejor que otros lugares?

Se ha recuperado. Primero, hay que reconocer al Gobierno central. El presidente se empeñó en Europa para conseguir una línea directa y que los estados más afectados, como España o Portugal, tuvieran fondos económicos para recuperar su economía. ¿Qué hicimos en Canarias? Hacer las cosas bien. Recibimos 1.144 millones de euros para ayudar a los autónomos, a las empresas pequeñas y grandes y entregamos 1.120. Eso ha permitido que hoy Canarias tenga datos históricos en gasto turístico.

¿Por qué necesita Ángel Víctor Torres otros cuatro años al frente del Gobierno de Canarias?.

Porque con todas las circunstancias adversas hoy podemos decir que tenemos más gente trabajando, más contratos indefinidos y más inversión extranjera.

Sí, ¿pero de cara al futuro?

Queremos poner las bases del Estado de bienestar, que significa reestructurar la economía de Canarias. Por fin, los informes de Cáritas dicen que en Canarias el escudo social ha funcionado. Una comunidad que tiene una alta tasa de pobreza, que no es ningún paraíso para su sociedad.

¿Ese quizá es uno de los grandes retos para los próximos años?

Culminar la justicia social, unirla a la transformación verde, la energía limpia que es un compromiso ético y moral para el presente y el futuro y que tengamos, lógicamente, una economía solidaria. El que más tiene, más tiene que pagar; el que más necesita, tiene que tener más recursos de lo público.

Mencionaba el tema de la inmigración. ¿El acuerdo alcanzado entre España y Marruecos se entiende mejor desde Canarias?

Las relaciones entre España y Marruecos afectan a todo el país, pero mucho más a Canarias. Si los convenios entre España y Mauritania, Marruecos y Senegal no se cumplen, quienes salen de sus costas llegan a Canarias. Por ello, las buenas relaciones que ahora tenemos entre España y Marruecos son claves.

El compromiso con el pueblo saharaui también ha sido muy importante en Canarias, que siempre ha sido un lugar de acogida de refugiados. ¿Se ha resentido con este acuerdo?

He sido absolutamente claro: respeto absoluto a lo que dicen las Naciones Unidas y sus resoluciones. Cualquier acuerdo que tenga que ver con el Sáhara tiene que tener el visto bueno de las dos partes, tanto del Frente Polisario como del Reino de Marruecos. No puede haber decisiones unilaterales.

¿Cómo enfoca la campaña electoral que empezará en unas semanas?

Va a ser una campaña dura. Pero este es un Gobierno serio que ha puesto por delante la estabilidad frente a la diferencia entre los partidos y los intereses individuales. Lo que vamos a trasladar es el buen trabajo realizado con nuestros errores y aciertos. Creo que nadie podrá poner en duda que nos hemos esforzado al máximo, que ha habido un Gobierno con su presidente que ha dado la cara. Pero precisamos cuatro años de normalidad en el día a día para justamente consolidar los cambios que hemos iniciado en la última legislatura.

Entrevista completa:

Vídeo: Nando Ochando

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