Despega la AX-1, primera misión privada rumbo a la Estación Espacial Internacional
Space X, la empresa del magnate Elon Musk, opera el vuelo que ha enviado la primera misión privada de la historia rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas inglesas). En una nave SpaceX Dragon viajan cuatro tripulantes de la compañía privada Axiom. Tres de ellos son novatos. Michael López-Alegría, comandante de la misión Axiom Space-1 (AX1), es el único astronauta con experiencia. Nacido en Madrid, pero con nacionalidad estadounidense, voló con la NASA al espacio por primera vez en 1995.
Los otros tres tripulantes son “inversores” que han pagado más de 50 millones cada uno a Axiom para participar en esta misión cuyos organizadores rechazan calificar de “turismo espacial”. Junto a López-Alegría viajan el empresario canadiense Mark Pathy, el magnate del sector inmobiliario estadounidense Larry Connor y el expiloto de las Fuerzas Aéreas de Israel, Eytan Stibbe.
“Esto es un trabajo real que requiere mucha preparación, y no creo que sea relajante”, declaró el año pasado López-Alegría al portal especializado Space.com. Lo cierto es que la misión, que durará en total 10 días (de los que ocho transcurrirán a bordo de la ISS), incluye la realización de 25 experimentos científicos. No se parece demasiado a los breves vuelos espaciales protagonizados por magnates como Jeff Bezos o Richard Branson en los últimos meses.
Entre las investigaciones pactadas con diferentes instituciones científicas y académicas, experimentos sobre tecnología de autoensamblaje para satélites, futuros hábitats espaciales, el estudio de las células madre del cáncer y sistemas de purificación del aire.
La privatización del espacio
El objetivo último de la AX-1 es dar el primer paso para la construcción de una futura estación espacial privada de Axiom, para lo que serán necesarios “cientos de misiones”, según reconoce la propia compañía.
Toda esta operación supone un jalón decisivo hacia la privatización en Occidente de la llamada 'carrera espacial', una vez que el transporte de tripulaciones y mercancías entre la Tierra y la ISS también ha sido subcontratado por la NASA a empresas privadas.
“En realidad este es el primer paso en el que un grupo de individuos que no pertenecen a ningún Gobierno aprovechan la oportunidad de hacer algo significativo en la órbita baja de la Tierra”, declaró en rueda de prensa Mike Suffredini, consejero delegado de Axiom y exdirector del programa de la ISS en la NASA.
Está previsto que estos astronautas privados vivan en la zona estadounidense de la ISS. En la Estación Espacial había hasta ahora siete personas, tres de EEUU, un alemán y tres cosmonautas rusos.
Según el plan previsto, los ‘invitados’ iban a ser recibidos también en el sector ruso de la ISS, pero se desconoce si el contexto bélico de la invasión de Ucrania dicho encuentro se producirá. El pasado 2 de abril Rusia amenazó con cancelar su cooperación en la ISS en respuesta a las sanciones de Occidente impuestas por la guerra.
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