“La dirección no ha gestionado bien ni la diversidad ni a la gente de Podem”
Antonio Estañ (Callosa de Segura, Alicante, 1987) es licenciado en filosofía por la Universidad de Murcia, estudiante de derecho en la de Alicante y diputado de Podem en las Corts Valencianes. Es el candidato a la secretaría general del partido por Aprofundir el Canvi, la corriente valenciana en la que participan los críticos con la actual dirección autonómica.
¿Por qué se rompe el grupo parlamentario de Podemos en las Corts Valencianes?
No diría que se ha roto. La colaboración es bastante mejorable y no se ha gestionado bien ni la diversidad ni los recursos humanos, lo que ha lastrado nuestro papel, pero en ningún caso hablaría de ruptura.
Tres candidaturas optan a dirigir Podem. ¿Diversidad o caos interno?
Diversidad, que viene del escenario estatal más el territorial. Hay candidaturas como la nuestra pensada desde aquí y en clave valenciana y otras que han reproducido lo que sucedía en España. Es positivo que haya varias y espero que en la nueva dirección haya voces con distintas sensibilidades.
¿Qué hubiera hecho usted como secretario general y síndic de Podem, cargos que ahora desempeña Antonio Montiel?
De entrada, no hubiera compaginado los dos cargos, que veo como una acumulación de responsabilidades. La secretaría general debe ser más coral, concebida como un trabajo en equipo, y no como hasta ahora, donde Antonio [Montiel] ha concentrado demasiado protagonismo. Me gusta más ser coordinador general que secretario general.
Desde la secretaría general, a nivel interno, se debería haber vertebrado el partido, confíar más en la gente, dar espacio a la diversidad y fomentar la estructura municipal. A nivel externo, deberíamos haber sido más exigentes con el Consell, hacer que el pacto del Botànic funcione, y facilitar la fiscalización y partifipación de la sociedad civil en la vida política.
“Més Morat, Més Podem”. ¿Más Montiel sin Montiel?
La incapacidad de la dirección de integrar sensibilidades y vertebrar el partido se refleja en esta candidatura, donde está el núcleo duro del actual secretario general. No hay problemas personales sino carencias de la dirección actual que queremos resolver.
Obrint Podem es la lista impulsada por Iglesias. ¿Es una candidatura subyugada a Madrid?
El nuevo ciclo político se basará en la política local y autonómica después de que Podemos se haya consolidado como máquina de guerra electoral. Mi miedo sería que Podem no se desarrollara atendiendo a las necesidades del País Valenciano y con gente que conozca el País Valenciano. Creo que no nos conviene gente que no conoce nuestra realidad aunque tenga el apoyo explícito de Madrid.
¿Ha envejecido Podemos para dejar de ser nueva política?
Vieja política es un término difuso, pero podría ser cuando un partido antepone sus intereses a la sociedad. Si llegara ese momento, seríamos vieja política.
¿Por qué se debería votar a Aprofundir el Canvi?
Creo que tenemos el mejor equipo, hemos sido capaces de sumar [alianza con Marea Valenciana] y ofrecemos el mejor diagnóstico de la situación actual. Internamente, renovación de la cúpula y autonomía política respecto a Madrid. Externamente, estamos en un momento clave: debemos hacer partícipe a la sociedad valenciana del cambio o éste puede no fructificar.
¿Una victoria de Aprofundir el Canvi afectaría a la estabilidad del Pacto del Botànic?
El nuestro es un proyecto colectivo. En Aprofundir el Canvi creemos que si el pacto funciona, sirve a la sociedad, no habrá ningún problema, pero corresponde a la asamblea valenciana de Podem decidir sobre el pacto del Botànic .
¿Pablo Iglesias o Iñigo Errejón?
Los dos. Hace falta todo el mundo.
¿Como valora la gestión del gobierno valenciano?
Se ha mejorado respecto a los 20 años del PP pero queda un largo camino por recorrer, empezando por definir sobre su proyecto a futuro para el País Valenciano. Hay muchos ejemplos de indefinición: política comercial, residuos, turismo, cambio de modelo productivo. Nuestro papel habría debido ser el de impulsar esas políticas en momentos de duda y evitar tics de la vieja política, como los casos de enchufes en la Conselleria de Sanidad.
Usted habla mucho de cambio de modelo productivo y lucha contra el cambio climático.
No son temas de un día para otro pero en el Consell ha faltado capacidad de unir a la sociedad valenciana e impulsar políticas agrícolas, industriales o de cooperación que revertieran la fuerte inercia de la etapa del PP. En Medio Ambiente, por ejemplo, parecen centrados en resolver los enormes problemas en materia de residuos herdados de la gestión anterior. Falta muchísimo por hacer.
Compromís compite en su espacio político ¿Hay riesgo de que Podem caiga en la irrelevancia electoral?
Podemos debe ser protagonista en el cambio valenciano, sobre todo porque llegamos a muchos sitios donde Compromís no llega. Dicho eso, nuestra obsesión no debe ser el partido o su visibilidad, sino el País Valenciano y sus problemas.
¿Hay tiempo para que Podem entre en el Consell?
Lo veo díficil, pero deberíamos estar donde fueramos más útiles a la sociedad. El debate, o en el gobierno o fuera, debe ser otro: ¿Por qué y para qué?
¿Ximo Puig o Mónica Oltra?
Reconociéndole algunos aciertos al presidente de la Generalitat, como su apuesta por la normalización de relaciones con Cataluña, o el intento de vertebrar el territorio, su apuesta por Susana Díaz es incomprensible.
El Consell está centrado en el problema valenciano: falta de financiación, inversiones e infraestructuras clave como el corredor mediterráneo.
En los presupuestos del Estado para 2017 se ha visualizado que ese problema existe y ha revelado que el proyecto de los partidos estatales, especialmente del PP y Ciudadanos -que han impedido que sus cargos avalen una protesta del parlamento autonómico- tiene un problema aquí. No hay muchos avances en la solución. Además, Puig ahí también sufre de esquizofrenia: tiene un discurso federalista pero se alía con Susana Díaz, que defiende un modelo centralista y sin corredor mediterráneo.
¿Whatsapp o Telegram?
Por supuesto, Telegram.
