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Los eurodiputados se enfrentan en un pleno sobre el Aquarius: “Los migrantes no son un balón de fútbol para jugar en el mar”

Imagen de archivo. Siete españoles en la comisión del Parlamento Europeo para investigar los Papeles de Panamá.

Icíar Gutiérrez

La situación generada en el Mediterráneo tras el rechazo por parte de Italia y Malta del buque Aquarius, que viaja rumbo a Valencia con más de 600 personas rescatadas a bordo, ha llegado este miércoles al Parlamento Europeo. Y ha vuelto a reabrir uno de los debates que divide a los países miembros de la UE: la política migratoria y de acogida.

Durante la sesión plenaria celebrada esta tarde en Estrasburgo, los eurodiputados han marcado posiciones de cara a la futura reforma del sistema de asilo europeo y han protagonizado duros reproches por la decisión del ministro ultraderechista italiano Matteo Salvini de cerrar los puertos al barco de salvamento el pasado domingo. 

El italiano Antonio Tajani, presidente de la Eurocámara, ha inaugurado el debate extraordinario recalcando que “el problema no puede resolverse con polémicas entre países” y que, con la gestión de los flujos migratorios, “lo que está en juego es el futuro de la Unión Europea”. 

El comisario europeo de Migración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramópulos, ha pedido no cargar contra Italia después de que rechazara al Aquarius, una postura que ha recibido críticas de la Izquierda Unitaria y los Verdes, que consideran que el Gobierno italiano quebrantó claramente el derecho internacional al no asignar puerto al buque.

“No entraré en juegos de echar la culpa a unos países o a otros. Toda Europa debería asumir su responsabilidad”, ha añadido Avramópulos, tras lo que ha agradecido la decisión del Gobierno español de ofrecer el puerto de Valencia para la acogida del barco. “Quiero alabar a España, pero también quiero alabar a Italia, que lleva años con gran presión migratoria. No se puede perder de vista”, ha remarcado.

Avramópulos ha destacado además el apoyo a los guardacostas libios, que han sido acusados en reiteradas ocasiones violaciones de derechos humanos, ha recordado el descenso de más del 70% de las llegadas a Italia en el último año y ha insistido en la necesidad de reforzar la relación con países terceros para aumentar el control migratorio. “Salvar vidas en el Mediterráneo sí, pero también proteger nuestras fronteras exteriores”, ha señalado el comisario. “La inmigración nos va a acompañar durante muchos decenios, tenemos que estar más preparados y más unidos”, ha dicho.

“Van a venir más Aquarius”

La vicepresidenta del Grupo Socialista en el Europarlamento, la española Elena Valenciano, ha sido una de las primeras en intervenir. “Italia pidió ayuda, y nadie le dio ayuda. Grecia y España están recibiendo a un gran número de migrantes. Dejar sufrir a estas personas incendia la xenofobia y el racismo, la solución es europea y lo sabemos”, ha afirmado Valenciano. Antes, había hablado la eurodiputada maltesa Roberta Metsola, del Grupo del Partido Popular Europeo, la primera en mencionar el Reglamento de Dublín, cuya reforma ha sido reclamada a los Gobiernos desde diversos grupos parlamentarios. 

Según este convenio, muy cuestionado -también por el Gobierno italiano-, el Estado miembro responsable de la acogida de un solicitante de asilo es el primer país donde hayan quedado registradas sus huellas dactilares, lo que deja la responsabilidad sobre Italia, Grecia y España debido a su posición geográfica. Los próximos 28 y 29 de junio, los jefes de Estado de la UE debatirán la modificación de este sistema de asilo con un trasfondo de fuertes divisiones internas.

“Si no tuviéramos el reglamento de Dublín, no tendríamos este juego en el Mediterráneo. Los inmigrantes no pueden ser esos balones de fútbol con los que jugar”, ha asegurado Claude Moraes, del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas. Javier Nart (Ciudadanos) también ha urgido a la reforma del reglamento. “Mirar hacia otro lado y desentenderse de una tragedia de tal magnitud va en contra de los valores fundacionales de Europa”, considera.

Desde Los Verdes, Philippe Lamberts ha pedido que se acabe con el sistema estipulado por el reglamento comunitario y ha señalado que “el señor Salvini se ha servido de vidas humanas para tener un gesto electoral, es inaceptable”. En la misma línea, el eurodiputado español Ernest Urtasun ha acusado al Gobierno italiano de vulnerar el derecho internacional.

“Pero van a venir más Aquarius”, ha advertido. “Hay que decirle al Consejo europeo que desbloquee la reforma de Dublín, que abran vías legales y seguras y que pongan en marcha una política de salvamento europea”, ha agregado Urtasun.

“Lávense la boca antes de hablar de Italia”

Durante el debate han intervenido varios eurodiputados italianos. Los miembros de la ultraderechista Liga Norte, que lidera Salvini Forza Italia y Movimiento 5 Estrellas (M5S), han recriminado airadamente al resto de parlamentarios las críticas a la gestión de la emergencia del Aquarius. “Lávense la boca antes de hablar de Italia”, ha espetado la eurodiputada Alessandra Mussolini, de Forza Italia y nieta del dictador. Si alguien cree que Italia se pone de perfil, que se lleve a su país a todos los que van llegando“, ha dicho Ignazio Corrao, de M5S.

“Italia es un enorme campamento de refugiados. La paciencia de los italianos se acabó. Salvini y su Gobierno van a acabar con las mafias. Cerraremos puertos a los barcos que traen inmigrantes”, ha sentenciado Mara Bizzotto, de la xenófoba Liga NorteBizzotto. “Bravo Matteo Salvini por estar ojo avizor y ser el adalid que defiende a la UE”, ha señalado otro de los miembros del grupo de extrema derecha Europa de las Naciones y de las Libertades.

“Ha llegado el momento de acabar con las mafias y las ONG que son sus cómplices objetivos”, ha agregado el político xenófobo. Las organizaciones que han fletado buques en el mar para salvar vidas también han sido blanco de los ataques del euroescéptico Raymond Finch (UKIP). “Las ONG están trabajando en connivencia con los traficantes, hay que frenar a los traficantes en lugar de hacerlos más ricos”, ha dicho.

En su defensa ha salido Miguel Urbán (Podemos), quien ha alertado de que “el bloqueo ilegal del ultraderechista salvini se puede convertir en una norma”, que, dice, “de paso criminalice el trabajo de las ONG”. Uno de los momentos más tensos los ha protagonizado su compañera italiana Eleonora Forenza, del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL), en un cruce de reproches con uno de los miembros del Movimiento 5 Estrellas. “Salvini es un símbolo del racismo que crece en la UE”, ha esgrimido, tras asegurar que “siente vergüenza de ser italiana”.

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