La alcaldesa demócrata de Salt Lake City: “Mamdani, igual que Trump, entendió que esto va de las condiciones de vida”
La alcaldesa de Salt Lake City (Utah, Estados Unidos), Erin Mendenhall, se despertó este miércoles en Barcelona y abrió el móvil para comprobar los resultados de las distintas contiendas electorales celebradas en su país. “No he tenido demasiado margen para leerlo”, reconoce. La victoria de Zohran Mamdani y otros candidatos de su formación política, el Partido Demócrata, la ha pillado en la capital catalana, invitada por el alcalde Jaume Collboni, para impartir la conferencia La ciudad como lugar de derechos y democracia, dentro del congreso Smart City Expo Congress.
Alcaldesa de la capital de Utah, Salt Lake City, desde 2019, Mendenhall, de 45 años, revalidó el cargo en 2023. Desde el Ayuntamiento de esa ciudad de 200.000 habitantes, el pasado mes de mayo se dio a conocer fuera de las fronteras norteamericanas por desafiar una política del legislador estatal republicano. Utah prohibió las banderas no oficiales en los edificios públicos para evitar que ondearan las LGTBI, a lo que Mendenhall respondió declarando oficiales las distintas enseñas del colectivo.
¿Cómo valora los resultados de las elecciones de este 4 de noviembre en Estados Unidos?
Primero, celebro que tanta gente haya ido a votar, porque creo que parte de camino que ha llevado a Estados Unidos hasta donde está hoy es que la gente cree que el gobierno no responde a sus necesidades, lo que no es nada saludable para la democracia. Sobre todo en Nueva York vemos a un candidato, que no es del Partido Republicano, pero que ha sabido entender –igual que Trump en su campaña– que esto va de las condiciones de vida diarias.
¿Cree que la clave de su éxito ha sido que centró su campaña electoral en medidas contra el encarecimiento de la vida, como la vivienda o el transporte?
Cuando analizamos la victoria de Trump el año pasado, los Demócratas tuvieron que reconocer que el 65% de los norteamericanos no tiene ahorros para la jubilación. O que un porcentaje parecido no tiene carreras universitarias, con lo que el sistema de perdón de las deudas universitarias no ayudaba a la mayoría a llevar comida a la mesa. Sobrevivir nómina a nómina es una carga y una realidad. Así que creo que Zohran [Mamdani] ha hecho un gran trabajo al saber captar cómo se sienten la mayoría de americanos acerca de sus condiciones de vida diarias.
Por lo tanto, ¿considera que los políticos en Estados Unidos deberían centrarse más en los problemas económicos de los ciudadanos?
Es lo que hacemos en las ciudades. Nuestras campañas suelen ser mejores al centrarse en detalles cotidianos como la recogida de basura, los teléfonos de emergencias, los bomberos, el alumbrado púbico... Asegurar que mis hijos tendrán escuela, que tengo trabajo para salir adelante cada día, esto es tarea de todos los gobiernos, pero el día a día recae a nivel municipal. Creo que Trump logró capitalizar eso en su campaña.
¿Así que considera que los representantes del Partido Demócrata, a escala estatal o federal, deberían centrarse también en estas preocupaciones diarias?
Expresar una comprensión cercana sobre las dificultades de supervivencia ayudaría a todos los niveles de la política. La falta de asequibilidad que vivimos afecta a todo el mundo. Tenemos campañas federales o incluso estatales para gobernador, llenas de candidatos que parecen desconectados de las dificultades cotidianas de los estadounidenses. La brecha de ingresos sigue creciendo en el país. Pero también hay alcaldes que han escalado en la política federal entendiendo la realidad local.
Tenemos campañas federales o incluso estatales para gobernador, llenas de candidatos que parecen desconectados de las dificultades cotidianas de los estadounidenses.
¿Cómo cree que sale el presidente Trump de esta tanda de elecciones?
No lo sé. La forma en que nos vemos tentados a interpretar el impacto de estas elecciones locales sobre su Administración no son más que conjeturas.
¿No ve ningún mensaje o lectura de cara a las elecciones legislativas de 2026?
Entiendo que a muchos periodistas les gustaría decir que esto es un precedente de cara a esas elecciones, pero yo no me voy a hacer ilusiones.
Como alcaldesa de una capital estatal, ¿cómo ha vivido el choque con Trump de algunos alcaldes, como el de Chicago, por el despliegue de militares en su ciudad?
Con dolor. Es una pérdida de tiempo y de dinero que desata el miedo y alarma entre los ciudadanos.
¿Pueden los alcaldes y las ciudades confrontar las políticas de Trump?
Confrontar es la palabra. Porque verbalmente, sí. A veces, desde la política local, podemos intentar establecer mecanismos de protección. Por ejemplo, prohibiendo que el ICE [la agencia de inmigración] entre en determinados espacios públicos. Pero no podemos violar una política federal sin consecuencias evidentes y graves. Así que hemos visto a los alcaldes de Chicago, Denver y muchas otras ciudades pronunciarse en ambos frentes: por un lado, expresar su rechazo personal a esas políticas; y por otro, intentar proteger a su gente de algunos de los efectos de esas medidas federales. Y hemos visto a la administración Trump responder con contundencia.
A usted la han invitado a Barcelona a disertar sobre si las ciudades pueden ser un bastión de democracia y derechos humanos.
Ya se que no soy parcial, pero en las ciudades es donde se palpa la democracia. Es el nivel más bajo de la Administración, cerca de las personas, un cercanía que permite percibir el miedo que sienten, pero también de la creatividad para sobrevivir y seguir construyendo incluso cuando se intenta silenciarnos y se siembra el miedo contra nosotros. Las ciudades son creativas, están están llenas de esperanza, incluso cuando ocurren cosas terribles.
Me convertí en alcaldesa antes de la pandemia. Hemos tenido disturbios, un huracán, un terremoto… He firmado 16 declaraciones de emergencias. Así que he visto a nuestra ciudad ser resiliente, creativa y solidaria. La manera en que lo estamos afrontando ahora, frente a unos poderes federales que en muchos aspectos tienen valores distintos a los nuestros, está en manos de la comunidad.
Antes mencionaba los agentes del ICE. Hace escasos días denunció la detención de una mujer en el aeropuerto de Salt Lake City. ¿Qué ocurrió exactamente?
No conozco ni puedo criticar la situación concreta de la mujer, pero sí la forma en que se llevó a cabo la detención: por parte de hombres vestidos de civil y sin identificación visible como agentes federales. Y el lugar, que es la puerta de entrada a nuestro Estado. Se llevaron a una mujer que gritaba pidiendo ayuda mientras nuestros la gente estaba aterrada por lo que veía. Este no es un modo de actuar que haga sentir a nadie más seguro. Y no es algo de lo que me sienta orgullosa como estadounidense.
Se llevaron a una mujer que gritaba pidiendo ayuda mientras nuestros visitantes estaban aterrados por lo que veían. Este no es un modo de actuar que haga sentir a nadie más seguro.
¿Le preocupan las anunciadas políticas de deportaciones masivas de Trump?
No me siento cómoda en estos momentos comentando los matices de unas políticas que a mí me resultan ofensivas, porque hablo como alcaldesa. Y la reacción de la Administración [a sus declaraciones como alcaldesa] podría afectar a las personas a las que sirvo.
Se lo pregunto porque en Europa vivimos también un crecimiento del discurso anti inmigración. ¿Las ciudades pueden combatir los discursos xenófobos?
Salt Lake City es una ciudad acogedora con los inmigrantes y los refugiados. El 35% de nuestra población no es blanca. Alrededor del 25% habla español. Esa diversidad, que sigue creciendo, es lo que nos hace un lugar hermoso. Es parte de nuestra fortaleza económica y cultural. La idea de frenar o cortar la evolución de esa diversidad que caracteriza a nuestra ciudad es contraria a lo que somos.
¿Percibe una creciente ansiedad o miedo en ese 25% de la población de Salt Lake City?
Sí, desde luego que percibo el miedo en nuestras comunidades tras las declaraciones y acciones del gobierno federal desde enero. Algunas de las medidas que hemos intentado poner en marcha incluyen un programa piloto que ofrece asistencia gratuita a los residentes de Salt Lake City que están en proceso de obtener la ciudadanía, para ayudarles a navegar esa burocracia. También tenemos el programa Know Your Neighbor, que financiamos desde la ciudad y que empareja a voluntarios residentes desde hace años con nuevos inmigrantes o refugiados para acompañarlos: ayudarlos a orientarse, a encontrar el supermercado, tener a alguien a quien llamar.
Usted se dio a conocer fuera de Estados Unidos cuando su estado, Utah, quiso prohibir las banderas LGTBI en edificios públicos y usted respondió declarándolas oficiales para blindarlas. ¿Qué pensó cuando conoció el veto a estas enseñas?
Que el legislativo de nuestro Estado tiene cosas mucho más importantes que hacer que vigilar el izado de banderas que, en realidad, unen a las personas en sus comunidades.
¿Su estrategia ha funcionado? ¿O ha recibido amenazas o sanciones?
Muchos locales y gente de fuera me lo han agradecido, especialmente en este momento que vive Estados Unidos de reprimir la libertad de expresión y la diversidad. Otros se han enfadado por su presencia, que ya antes se oponían a las banderas del Orgullo. El mismo legislador que promovió la ley ha dicho que buscará impedir que tengamos estas banderas mediante una nueva legislación. Veremos.
La mayoría quiere a alguien, en su familia o amigos, cuya identidad es 'queer'. ¿Por qué hay tanto empeño en imponer el silencio y el odio? Eso escapa a mi comprensión.
Esa prohibición de forma parte de una “guerra cultural” más amplia contra la comunidad LGBTQ. ¿Por qué cree que existe esa obsesión en el movimiento MAGA?
Es un asunto complejo. Según la mayoría de los estudios, alrededor del 10% de los estadounidenses se identifica como LGBTQ. Y esa es la cifra de quienes lo hacen públicamente. Esto significa que todos conocemos a alguien, y que la mayoría quiere a alguien, en su familia o entre sus amigos, cuya identidad es queer. ¿Por qué hay tanto empeño en imponer el silencio, e incluso el odio en su forma más extrema? Eso escapa a mi comprensión.
3