Don Quijote y Sancho Panza aspiran a ser Patrimonio de la Humanidad
Don Quijote y Sancho Panza buscan convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan acaba de presentar lo que califica de “ambicioso proyecto” para que la UNESCO reconozca el legado universal de los personajes de Miguel de Cervantes.
La iniciativa se ha presentado en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid por parte de Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la entidad cultural impulsora de esta iniciativa.
Argumentan que don Quijote y Sancho Panza se han convertido en “personajes universales” presentes en el imaginario colectivo de prácticamente todas las culturas del mundo, que desde la publicación de las dos partes de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, en 1605 y 1615, respectivamente, la obra ha sido traducida a 140 lenguas y ha influido profundamente en autores, artistas, filósofos, psicólogos y pedagogos de todos los continentes.
“Don Quijote y Sancho Panza representan las dos actitudes básicas del ser humano, con sus virtudes y sus faltas”, explicó Román Alhambra. Mientras don Quijote encarna el idealismo, la voluntad y el compromiso con causas justas, Sancho Panza representa el realismo, la fidelidad y los pies en la tierra. Como señala Benito Pérez Galdós, el Quijote “es el libro que expresa con más perfección las grandezas y debilidades del ser humano”, aseguraba.
Apoyo internacional masivo
La iniciativa ha recibido ya el respaldo de más de 700 personas de 25 países, incluyendo Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Israel, Italia, México, Noruega y Venezuela, entre otros. Entre las adhesiones, destacan más de cuarenta cervantistas de reconocido prestigio internacional, como Abraham Madroñal, José Manuel Lucía Megías, Alfredo Alvar, James Iffland y Hans Christian Hagedorn, además de escritores, científicos, periodistas y numerosas instituciones culturales.
La plataforma habilitada en una página web específica continúa recogiendo apoyos de particulares, asociaciones, empresas, ayuntamientos y universidades de todo el mundo.
Ahora también, la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid y su presidente, José Fernando Sánchez Ruiz, han dado un importante espaldarazo a este proyecto.
Pedirán al Gobierno regional una declaración previa como BIC
El primer paso de este “sueño quijotesco” comienza en la propia tierra manchega. La Sociedad Cervantina solicitará a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del legado de don Quijote y Sancho Panza, conforme a lo establecido en la Ley 4/2013 de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, que contempla como BIC las “manifestaciones culturales vivas asociadas a un grupo humano y dotadas de significación colectiva”.
Este reconocimiento regional sería el punto de partida para el posterior proceso de candidatura ante la UNESCO, que desde 2003 protege el patrimonio cultural inmaterial a través de una Convención específica que incluye las tradiciones y expresiones orales como uno de sus ámbitos fundamentales.
Como parte del dossier que se está elaborando, la Sociedad Cervantina ha catalogado ya más de 250 esculturas de don Quijote y Sancho Panza repartidas por España y el mundo, con presencia en países como Japón, Estados Unidos, Italia, Francia, Rusia, Grecia, Turquía, Guinea Ecuatorial, México, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, República Dominicana y Países Bajos, entre otros.
La propuesta se enmarca en la categoría de 'tradiciones y expresiones orales' que reconoce la UNESCO, ámbito que sirve para transmitir conocimientos, valores culturales y sociales, y memoria colectiva. Como señaló Dostoievski, en el Quijote está “la última y más sublime palabra del pensamiento humano”.
La Sociedad Cervantina destaca que no es necesario haber leído la obra completa para reconocer la personalidad de estos personajes y sus aventuras más famosas. Su presencia en esculturas, rótulos, referencias culturales y la propia lengua española recoge los términos 'quijote', 'quijotesco' y 'sanchopancesco', lo que “demuestra su vigencia como expresión cultural viva”, concluye.
0