El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el plan de Trump para Gaza: una fuerza internacional y una autoridad dependiente de Washington
Victoria de Donald Trump en Naciones Unidas. El plan del presidente de EEUU para la seguridad y la gobernanza de Gaza ha recibido este lunes por la noche el visto bueno del Consejo de Seguridad, con la abstención de Rusia y China.
La resolución de EEUU aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU autoriza una “fuerza internacional de estabilización” para garantizar la seguridad en Gaza, así como una autoridad de transición supervisada por Washington, si bien no cierra la puerta a una hipotética vía futura hacia un Estado palestino independiente.
“¡Pasará a la historia como uno de los mayores logros de Naciones Unidas, conducirá a una mayor paz en todo el mundo; es un momento de verdadera magnitud histórica!”, ha afirmado Trump en sus redes sociales.
La votación respalda el plan de 20 puntos de Trump y el supuesto alto el fuego en el que han muerto más de 250 palestinos en ataques israelíes desde el cese de las hostilidades el 10 de octubre. En definitiva, el presidente de EEUU da un paso adelante en sus planes para Gaza tras el genocidio israelí, que ha causado la muerte de unos 70.000 palestinos.
La propuesta de Trump prevé la creación de una Junta de Paz como autoridad transitoria, que estaría presidida por el propio Trump. Así mismo, otorga un amplio mandato a la fuerza internacional de estabilización (ISF, por sus siglas en inglés), que incluye la supervisión de las fronteras, la garantía de la seguridad y la desmilitarización del territorio. La autorización para la junta y la fuerza expira a finales de 2027.
Los países árabes y otros países musulmanes que expresaron interés en aportar tropas para una fuerza internacional habían señalado que el paraguas de la ONU era esencial para su participación.
Rusia, que había presentado una resolución alternativa, se abstuvo junto con China en la votación, que quedó con 13 síes y ningún voto negativo.
Hamás, por su parte, se opuso a la resolución, afirmando en un comunicado que no satisface las demandas y los derechos políticos y humanitarios del pueblo palestino.
El embajador de EEUU ante la ONU, Mike Waltz, declaró que la resolución “representa otro paso significativo hacia una Gaza estable que pueda prosperar y un entorno que permita a Israel vivir en seguridad”, informa The Associated Press.
La votación llega después de semanas de negociaciones, durante las cuales las naciones árabes y los palestinos presionaron a Estados Unidos para que reforzara su discurso sobre la autodeterminación palestina.
Sin embargo, la resolución no establece un cronograma ni garantiza la creación de un Estado independiente, limitándose a afirmar que es posible tras avances en la reconstrucción de Gaza y reformas de la Autoridad Palestina –que actualmente gobierna partes limitadas de la Cisjordania ocupada–. Y EEUU afirma que “podrían darse las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”. Y añade: “Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera”.
El Gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu se opone a la creación de un Estado palestino y lo reiteró el domingo. El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, declaró a la prensa antes de la votación que Israel agradecía a Trump “su liderazgo en la paz en Oriente Medio”.
La resolución estadounidense exige que la fuerza de estabilización garantice la desmilitarización de la Franja de Gaza y el desarme permanente de los grupos armados no estatales. Una cuestión clave es cómo desarmar a Hamás, que este lunes aseguró que otorgar a la fuerza un papel dentro de Gaza que incluya el desarme la despoja de su supuesta neutralidad y la convierte en parte del conflicto a favor de la ocupación de Israel.
La resolución autoriza a la fuerza a “utilizar todas las medidas necesarias para cumplir su mandato” de conformidad con el derecho internacional, que es la terminología de la ONU para el uso de la fuerza militar.
La resolución indica que las tropas de estabilización ayudarán a asegurar las zonas fronterizas, junto con una fuerza policial palestina entrenada y evaluada, y coordinarán con otros países para garantizar el flujo de asistencia humanitaria. Asimismo, señala que la fuerza deberá consultar y cooperar estrechamente con los países vecinos, Egipto e Israel.
A medida que la fuerza internacional establezca el control, la resolución establece que las fuerzas israelíes se retirarán de Gaza “con base en estándares, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización”.
Según el documento, estas condiciones deben ser acordadas por la fuerza de estabilización, las fuerzas israelíes, Estados Unidos y los garantes del alto el fuego (Qatar, Egipto y Turquía).
El embajador de Argelia ante la ONU, Amar Bendjama, representante árabe en el Consejo, agradeció a Trump su papel fundamental en el logro del alto el fuego, pero afirmó que “no se puede hablar de ello como tal”.
Un factor clave para la adopción de la resolución fue el apoyo de naciones árabes y otras naciones musulmanas, fundamentales para el alto el fuego y con potencial para contribuir a la fuerza internacional. La misión de Estados Unidos ante la ONU distribuyó el viernes una declaración conjunta con Qatar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía, en la que se solicitaba la rápida adopción de la propuesta estadounidense.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, por su parte, declaró que Moscú tomó nota de dicho apoyo, pero se abstuvo debido a que la resolución no preveía un papel para el Consejo de Seguridad ni respaldaba de manera contundente la creación de un Estado palestino.
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