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“Es Europa quien, soltando dinero, cambia el flujo migratorio”

Onio Reina, presidente y co-fundador de Proem-Aid.

María Iglesias

Proem-Aid nació en octubre de 2015 para rescatar en el Egeo a huidos de la guerra siria. Acaparó los focos, en enero de 2016, cuando tres miembros fueron acusados, en Lesbos (Grecia), de tráfico de personas y, en mayo de 2018, por el juicio en que fueron absueltos. Mientras, han realizado treinta misiones en la isla griega y cinco en el Mediterráneo central, entre Libia e Italia. Este proyecto MayDayTerraneo, a medias con la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), rescató, de septiembre a diciembre de 2017, 580 náufragos y es el que intentan reeditar acondicionando un pesquero en el puerto de Guetaria. Onio Reina, co-fundador con el sargento de bomberos Manuel Blanco, nos habla de la creciente dificultad “por el cierre de puertos en Italia y Malta” y de su oferta de ayuda a las instituciones andaluzas y españolas ante el repunte de pateras por el Estrecho de Gibraltar.

¿Proem-Aid sigue en marcha? ¿En qué consiste hoy su actividad?

Seguimos con dos misiones: el Proyecto agua, en Lesbos, con un equipo de seis a ocho personas, para reconciliar a los rescatados con el mar. Enseñamos a nadar a los más vulnerables, niños, adolescentes, mujeres y colectivo LGTB. Y por otra, MayDayTerraneo, con SMH, donde ahora estamos en la fase de transformar, en el puerto de Guetaria, el pesquero comprado con fondos del ejecutivo vasco, para convertirlo en buque de rescate.

Planeaban rescatar en el Mediterráneo central este verano, ¿por qué no están?

Si hubiéramos tenido capacidad económica, hace cuatro meses que operaríamos allí porque hacen falta muchos barcos para atender la magnitud de los rescates en esa zona. Pero, además, la decisión del nuevo Gobierno de Italia de cerrar los puertos a las ONGs, a la que ha seguido Malta, vuelve casi imposible que podamos operar.

¿De qué forma les afecta?

Se ha pasado de la criminalización de las ONGs, vía acusaciones penales que no han prosperado en los tribunales, al camino de torpedear el trabajo. En nuestro caso, mientras acondicionamos el barco, ahora, nos planteamos: ¿tendremos dinero y capacidad en el tanque de combustible para llegar a la zona, rescatar una semana y volver a puerto seguro, quizá en España? ¿Nos dará permiso el Gobierno? ¿Podemos afrontar con seguridad rescates de 150 a 200 náufragos con un barco con capacidad para 140 personas entre rescatados y tripulación, navegando a un puerto tan lejano?

A día de hoy, ¿cuál es la conclusión?

Que estamos a muerte con ir al Mediterráneo central para unirnos a los rescates y a la tarea de visibilización del sufrimiento que está haciendo el resto de ONGs. ¿Qué sensación tiene que tener alguien en una embarcación así, sin chaleco salvavidas, sin saber nadar, con su niño en un brazo, la mitad de la embarcación pinchada, esperando a que alguien venga? Y pasa un minuto y una hora. Se hace de noche y de día. Y quiero hacer pipí, o caca o vomito. Esos olores... Y la inmensidad del mar. ¿Les dejamos morir? Ojalá pudiera vender mi casa para ir, pero vivo de alquiler.

¿Cómo viven el repunte de pateras por el Estrecho de Gibraltar?

Como el torero que ve los toros desde la barrera, con frustración de no aportar. Sabíamos que esto iba a pasar. Es consecuencia de la gestión de Europa que se limita a dar miles de millones a países de tránsito para contener a las víctimas de las dos crisis humanitarias: la de refugiados de guerra y la de migrantes económicos. Que buscan sobrevivir a bombardeos o comer dos veces al día. Es Europa quien, soltando dinero, cambia el flujo migratorio: de Turquía-Grecia a Libia-Italia y ahora, lógicamente, por España.

¿Proem-Aid podría ayudar? ¿En qué?

Como profesionales de rescate podemos aportar desde salvamento en agua a asistencia sanitaria. Pero sabemos, por comunicación con compañeros de Salvamento Marítimo, que ahora no somos necesarios en el mar porque no faltan medios materiales. Barcos hay. Lo que apoyamos es su exigencia de aumentar los tripulantes en plantilla. Porque tres o cuatro efectivos por barco no es seguro, ni para ellos, ni para los rescatados. Ahora bien, el papel de Proem-Aid debería ser el de un actor dentro de los catálogos de recursos extraordinarios para situaciones excepcionales que tienen las instituciones.

¿En qué consistiría ese rol exactamente?

Cuando una zona es proclive a terremotos, el Ayuntamiento o Protección Civil no tienen contratada una empresa de desescombro 24 horas, los 365 días del año, sino convenios de colaboración con empresas expertas. Pues bien, nosotros, en el tema de rescate de migrantes, dada la experiencia en dos zonas calientes, Lesbos y el Mediterráneo central, lo que pedimos a las autoridades es que incorporen a Proem-Aid en el catálogo de recursos a movilizar en el caso, previsible, de una catástrofe humanitaria de pateras.

¿Entienden que Salvamento Marítimo pueda ver en los voluntarios una amenaza a sus empleos?

Estamos en contacto con el presidente del comité de flota de Salvamento Marítimo CGT, Ismael Furió, y a Proem-Aid no lo ven como figura invasiva porque saben nuestras intenciones. Hay momentos puntuales, por catástrofe natural o, en este caso, humanitaria en que se moviliza un catálogo de recursos excepcionales y ahí queremos estar. Pero, como norma, apoyamos el aumento de plantilla profesional en Sasemar. De hecho, en el sector de bomberos luchamos para que no se parchee el servicio con voluntarios.

¿Existe ese riesgo en la extinción de incendios?

Sí. El modelo de gestión por el que apuesta sin ir más lejos la Diputación de Sevilla es tener voluntarios: policías locales u otro personal municipal a quien se da dietas para que, cuando haya un siniestro, ese policía, albañil o fontanero atienda la emergencia. Es uno de los motivos por los que los bomberos del Parque de Mairena, al que pertenezco, estamos movilizados. Las cifras hablan: nuestro parque atiende a 32 municipios del Aljarafe, 400.000 habitantes con 44 bomberos, mientras que Sevilla capital, con 700.000 habitantes, tiene 460 bomberos que, por próximas oposiciones, pasará de 500. Exigimos el aumento de plantilla en Mairena y la reapertura del parque de Coria porque, cuando recibimos aviso de incendio en la Isla, a 40 minutos, sufrimos por los ciudadanos desesperados y por los que dejamos desasistidos en otros municipios mientras vamos.

¿ONGs del Mediterráneo central les comunican intención de venir al Estrecho?

Los equipos de Sea-Eye y Aquarius nos han preguntado cuál es la situación en nuestra casa y les hemos trasladado que, en el mar, la situación está cubierta, porque barcos hay. Y, según Ismael Furió, a su comité de flota les ha consultado Proactiva y Sea-Watch.

Proem-Aid fue apoyado por el Gobierno central (PP), Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla (PSOE) y todos los grupos políticos. ¿Tras el juicio ese apoyo se ha concretado para que puedan seguir rescatando?

No. Me gustaría decir lo contrario y no pierdo la esperanza. Pero la respuesta es que, a día de hoy, no. El Gobierno vasco está a tope con SMH, y las autoridades catalanas y barcelonesas a muerte con Proactiva. Siento no poder decir lo mismo, pero es un dato de financiación objetivo.

¿Por qué la Junta de Andalucía no aporta una financiación equivalente?

Lo pregunto y no saben responderme. Piden paciencia y yo personalmente puedo permitírmela porque trabajo, mi familia come a diario, tenemos una buena vida. Pero las muchas miles de personas que se están ahogando no tienen nuestra suerte. Por ellos pido empatía y celeridad.

¿Qué opina de la actual postura de PP y Ciudadanos, Casado y Rivera, yendo a Tarifa, Algeciras, Ceuta a decir, entre migrantes, guardias civiles, en el puerto y la valla, que no hay papeles para todos, ni en Europa cabe toda África?

No son conscientes de lo que están iniciando. Abren una peligrosa brecha social y puede que, muy rápido, no haya hilo para coserla. Lo hemos vivido en Grecia. Al principio todos somos empáticos, pero si los políticos azuzan el egoísmo, que está en la naturaleza humana, si se fomenta en el ciudadano el miedo a que vayan a quitarle algo, brota la violencia. Están usando un drama humanitario, al que habría que dar respuesta unidos, sin colores políticos, para ganar votos y eso muy peligroso, peligrosísimo.

Como funcionario, ¿entiende a los miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que dicen sentirse en riesgo tras el salto a la valla en que ciertos migrantes usaron una radial y les echaron cal?

Por supuesto. Yo rechazo toda violencia incluida la que ejercieron algunos de los cientos de migrantes. Pero, además, me identifico con los compañeros porque, en bomberos, a veces, sufrimos reacciones violentas de ciudadanos indignados de que lleguemos tarde a un fuego, no por culpa nuestra, sino por falta de recursos materiales y humanos. Normal que los compañeros se sientan desprotegidos. Si hay aumento de flujo migratorio, habrá que dotar de medios para el trabajo. Ahora, ¿en qué debe consistir este? Ahí ya, podemos discrepar. Yo más vallas o más altas no creo que resuelva nada.

Desde 2016, viene diciendo que, si se tapona una vía migratoria crecerá otra. ¿Por qué las autoridades regionales, estatales y europeas no actuaron ante las alertas de ONGs?

No han estado a la altura, centradas en otros temas. Aquí, el de Cataluña. El Gobierno anterior metió lo migratorio bajo la alfombra e hizo incumplimientos incomprensibles. De los 17.500 refugiados que prometió acoger, en 2 años, trajo 2.000. ¿Por qué? Se supone que antes de firmar un pacto, los técnicos harían cálculos de viabilidad. Nadie lo ha querido afrontar porque es una piedra grande y fácil de lanzar con fines electorales.

¿Qué hacer a corto plazo, frente al actual repunte de llegadas a España?

Las instituciones deben reforzar las plantillas de Salvamento Marítimo y el operativo en tierra, de fuerzas y cuerpos de seguridad, pero también psicólogo, sanitarios y sociólogos que atiendan a los rescatados. Hacer un catálogo de recursos que podamos proveer las ONGs. Si hoy se deja a rescatados pasando la noche en la cubierta de los barcos es porque falta capacidad en puerto, y se alarga el momento en que el plazo de 72 horas de retención empiece a correr. No es de recibo. Pero además, los barcos quedan inoperativos. Y, ¿qué pasaría si naufragan más pateras o un mercante, o un ferry, o un velero?

¿Y a medio y largo plazo para afrontar las causas de la migración?

Yo no soy experto en política internacional, pero sumamos años ya en dos zonas calientes y lo que se ve claro, en lo relativo a los países de tránsito, es que si en el siglo XXI, con el desarrollo de la inteligencia internacional y hasta carrera espacial, no se es capaz de acabar con las mafias de tráfico de personas, algo gordo falla. Luego, pensando en los países de origen, el primer mundo explota los recursos: petróleo, oro, coltán, a las personas que trabajan por céntimos la hora para vender aquí camisetas a 3€. Y, cuando hay excedentes de armas, España vende a ciertas guerras, o EEUU las provoca. Lo peor es que parece que poderes ajenos a los gobiernos democráticos estén al mando.

¿Es más optimista o pesimista frente al panorama?

Mi madre me enseñó que la esperanza es lo último que se pierde. Puede que seamos más quienes estemos a favor de la convivencia general que los que están en contra. Pero los mensajes negativos son los que más se están abriendo paso. Así que, ante lo que veo y leo en prensa, creo que se avecina tormenta. Se avecina tormenta y es una putada. Pero, no olvidemos que el poder lo tenemos los ciudadanos, nosotros ponemos a los políticos y les podemos hacer cambiar de rumbo. Ante lo que sabemos que está mal, nuestra unión es capaz de lograr que la humanidad siga siendo humanidad. Así que ánimo y sigamos.

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