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Andalucía se mantiene a la cola del gasto sanitario público por habitante: todas las autonomías lo subieron con la pandemia

Dos sanitarios alrededor de un paciente ingresado en la UCI.

Consuelo Durán

21 de agosto de 2022 20:15 h

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“Nunca se había invertido tanto en sanidad pública en Andalucía en tan poco tiempo”. Es una frase recurrente del presidente Juan Manuel Moreno, convertida en mantra durante la campaña y, si bien es cierto, se ha producido en un contexto de pandemia en el que Andalucía no ha sido una excepción: todas las comunidades autónomas incrementaron en 2020 el gasto sanitario público, y varias, bastante más que el Gobierno PP-Ciudadanos.

Esto ha provocado, pues, que Andalucía no haya logrado reducir su desventaja y siga estando a la cola en gasto sanitario público por habitante. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2020 ascendió a 1.398 euros, es decir, 136 más que en 2019, cuando también estaba la última. Son 240 euros menos que la media. Y casi 100 euros menos que la siguiente que menos destina a este concepto, la Comunidad de Madrid, con 1.491 euros por habitante.

El Ministerio de Sanidad fija así en un 11,3% el incremento del gasto sanitario público en Andalucía, ligeramente por encima de la media (10,8%). Sin embargo, pese al esfuerzo hecho por Andalucía, debido como en el resto de territorios a los fondos extra desde el Gobierno de España, ha incrementado su distancia con la media (en 2019 invertía 218 euros menos sobre el promedio de 1.486).

Esto se debe a que en algunas comunidades autónomas se disparó este concepto. En concreto, las que más lo incrementaron el año de la pandemia fueron Cataluña, un 16,8%, Castilla-La Mancha (12,8%) y la Comunidad de Madrid (12,4%). Las que menos, fueron el País Vasco, Extremadura y La Rioja. En cualquier caso, País Vasco lidera el gasto sanitario público por habitante, y Extremadura está por encima de la media.

Comparado con el PIB

Visto en comparación con el PIB, en el caso de Andalucía este concepto supone un 7,9% del mismo, es decir, un punto por encima de la media y en octava posición en relación con el resto de territorios. Se da también en un contexto de récord en derivaciones a la sanidad privada y de conciertos con la misma.

En cualquier caso, Andalucía sigue liderando el gasto en atención primaria. En el año 2020, en todas las comunidades autónomas se cifró en 10.762 millones de euros, lo que representa el 13,9% del gasto consolidado del sector, y experimentó un incremento de un 8,8% respecto a 2019. Con un 17,7% de incremento, Andalucía fue la que más apostó por esta subida.

En este sentido, José Pelayo Galindo, secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO de Andalucía, considera que “el Gobierno del PP ha estado viviendo ya demasiado tiempo de la herencia recibida, hasta hace muy poco la ha estado utilizando, pero ahora ya no hay excusas”. Por ello, apunta: “Cuando ha recibido el mayor presupuesto sanitario debido a la pandemia, no ha sabido plasmarlo ni en inversiones ni en resultados. Y esto es debido a la mala gestión desarrollada”.

En su opinión, esa gestión “se refleja en el déficit de estructuras, listas de espera disparatadas y salarios que son los más bajos en España, excepto en algunas categorías específicas”. Es más, entiende que “se ha incrementado la brecha salarial entre las diferentes categorías dentro de la sanidad pública andaluza”.

“Un mal histórico”

Por otra parte, indica que “aunque la maquinaria publicitaria del PP ha estado vendiendo excelencias, cuando nos vamos a los datos concretos y a la percepción que tiene el ciudadano, vemos que evidentemente Andalucía tiene que invertir más en sanidad, más y mejor, y desarrollar políticas de gestión donde se defienda lo público y no invertir en la privada”.

Desde UGT en Andalucía, Antonio Macías, secunda: “Estar a la cola del gasto sanitario por habitantes es un mal histórico y que desgraciadamente seguirá siéndolo, si no se ponen remedios contundentes. Por un lado, tenemos unos servicios sanitarios más que mejorables. Ni hacemos nuevos ni se mantienen correctamente los que tenemos. Y por otro lado, tenemos un déficit de profesionales, que si bien han crecido en unos 10.000 -éramos unos 100.000 en 2019 y podemos estar en 110.000 hoy- no ha sido suficiente para amortiguar el espectacular aumento asistencial provocado por la covid y mucho menos para resolver el tapón” asistencial que ha provocado aumento de las listas de espera“.

Por otro lado, critica que se esté “formando a profesionales para que después se los lleven otros”. Demanda un plan a varios años que contemple mejoras en infraestructuras: “Parece que por abrir el Hospital Militar de Sevilla ya lo tienen todo hecho”, ironiza sobre una de las actuaciones más promocionadas por el Gobierno del PP.

Finalmente, incide en la eventualidad: “Es increíble que a estas alturas tengamos a 12.000 profesionales eventuales -a inmensa mayoría médicos y enfermeros- con contrato temporal hasta el mes de diciembre. Tras tres años de contratos eventuales, mantienen que estos profesionales no son necesarios en nuestro SAS y que pueden prescindir de ellos”.

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