Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Y mientras Catalunya lo tapa todo
Y mientras, casi toda la gente de las Españas se sienta en la camilla hipnotizada con las violencias físicas, las de los descontrolados, las policiales, las políticas, las mentales, las televisivas y mediáticas en general, la nave va.
Estamos acostumbrados a que nos hipnoticen entre lo que pasa en Catalunya, antes en Euskadi, y lo que pasa siempre en la corte capitalina. Todo para que ese estado hipnótico nos prive del estado de consciencia suficiente para darnos cuenta de lo que nos pasa en las periferias; al final, nos convencen de que somos el Estado, nos utilizan como carne de cañón del Estado, cuando en verdad lo que somos es la condición imprescindible para que este Estado sobreviva. Pero no nos damos cuenta.
En el fondo, en ese conflicto constante, a veces violento, en realidad están sus cuestiones de parné, pero nos arrastran a todos, unos con banderas de la solidaridad progresista, otros con las de sus nacionalismos; los de siempre con los privilegios de la poliarquía, unas veces monárquica otras republicana, pero para un fin claro, que el poder no cambie, lampedusianos de la Corte. Así, nos empujan a una pelea que no suele ser la nuestra.
Claro ejemplo de todo esto ha sido la clarísima ignorancia de los medios de la lucha modélica de los pensionistas de España, desde la columna andaluza con origen en Rota hasta la vasca, peleona, desde todos sus territorios; tanto tiempo luchando sin que los jóvenes, hipnotizados en su presente, se den cuenta de su ejemplo de lucha y de democracia. Mientras, mientras que asistimos hipnotizados engordando audiencias a los sucesos de Barcelona, la derecha va, como la nave de Federico Fellini. El gobierno de la derecha con la ultraderecha andaluza silba, como esos que piensan que silbando no nos damos cuenta, pero sí, Moreno Bonilla y Marín, sí.
La derecha y ultraderecha siguen en su matrimonio indisoluble, llevando a los presupuestos de Andalucía sus políticas regresivas y sectarias con claras mechas fascistas. Y otras cosas más visibles con el aroma indiscutible de su ideología. La sanidad andaluza empieza a romperse por sus costuras, menos camas, menos quirófanos , menos profesionales, peor tratados, peor salud pública para el pueblo. La coalición extremista apuesta por el juego, incluso permitiendo salas de juegos y apuestas enfrente de los colegios andaluces, una lamentable manera de ponérselo fácil a sus colegas girados a la empresa privada como el antes ministro Catalán, hoy mandón del juego. Velan por su futuro, no por el de los jóvenes.
A cencerro tapado el gobierno ha laminado el consorcio del Guadalquivir que nunca, desde el gobierno socialista hasta ahora se movió; una denuncia desesperada del alcalde de Coria de Rio, Modesto González. Desesperación para todos los que vivimos cerca de nuestro río padre; mejor que nos gobiernen desde Madrid, el Guadalquivir como si fuera el Manzanares, centralismo de la sucursal de San Telmo, disfrazado de gobierno autónomo.
El gobierno del tripartito de San Telmo continúa desmantelando el autogobierno , legislando y administrando a favor de los poderosos de Andalucía a golpe de teléfono desde sus sedes centrales en Madrid. Lo tienen fácil, es la ideología centralista de PP y Ciudadanos, el PP incrustado cada vez más, Ciudadanos acantonado en sus cómodos sillones, desaparecido más allá de las tapias de San Telmo. Lo tienen fácil, la oposición, socialista o podemista, anda en sus espesuras orgánicas a ver cómo mejoran de cara a una nueva oportunidad como si los andaluces estuviéramos toda la vida condenados a esperar.
No tienen demasiadas prisas, mientras unos se lo guisan, los otros se escudan en el despiste. Unos y otros no nos miran, se despiertan a pata suelta, duermen bien a sabiendas que la gente está hipnotizada con Catalunya.