Los pronósticos del Egopa dan como necesarios al menos tres partidos para gobernar Andalucía
Con un 28,6% de votos para el PSOE, un 26,2% para el PP, un 17% para Podemos, un 12,1% para C's y un 5,7%, como apunta la estimación de votos del sondeo de la Universidad de Granada (UGR) publicado este miércoles, no hay posibilidad de que con dos fuerzas se sume el 45% que hace falta en Andalucía para poder gobernar con cierta tranquilidad. Porque la única opción sería la impensable -con la foto fija de la encuesta- de que el PSOE pactara con el PP. Lo único que queda es contar con colaboraciones a tres bandas.
El Estudio General de la Opinión Pública de Andalucía (Egopa), el primero de esta envergadura desde las últimas elecciones autonómicas y cuando está a punto de cumplirse un par de años de las mismas, no incluye traslación a escaños en el Parlamento de Andalucía de la estimación de votos tras un trabajo de campo realizado el pasado mes de diciembre. El motivo que explican sus responsables es que hay ocho circunscripciones y pese a que se han hecho 3.200 entrevistas, rondan solamente las 400 por provincia, con lo que el margen de error sería muy elevado en el caso de escaños.
Sin embargo, desde la UGR apuntan que efectivamente el resultado sobre el papel obligaría a combinaciones mucho más complicadas que la que fue necesaria para la investidura de Susana Díaz tras las elecciones autonómicas del 22 de marzo de 2015, que se la tuvo que trabajar varios meses. Entonces, el PSOE ganó por mucho más margen (35,43%) y con sus 47 diputados y los nueve de C's, Susana Díaz no sólo logró ser elegida presidenta, sino un pacto de investidura que le ha permitido superar los momentos más complicados en lo que va de legislatura, como la aprobación en tiempo y forma de los presupuestos autonómicos para el pasado y el presente ejercicio y el control de la Mesa del Parlamento de Andalucía.
Entonces, en previsión de la irrupción de los partidos emergentes -Podemos y C's- Susana Díaz optó estratégicamente por un adelanto electoral que le permitió en Andalucía coger todavía con el pie cambiado a los de Pablo Iglesias. Podemos se vio obligado a improvisar la candidatura de una todavía desconocida Teresa Rodríguez, quien no obstante consiguió que fueran tercera fuerza en esta primera concurrencia de su partido a unas elecciones autonómicas.
En este sentido, el PSOE gobierna en minoría, pero tiene garantizado el respaldo de C's para lo importante. Sin embargo, este sondeo arroja una caída tan notable para los socialistas que no la podría amortiguar la subida de casi tres puntos que da el Egopa a C's con respecto a lo que obtuvo el 22M. De hecho, si se compara con el anterior Egopa y no con el recuento del 22M, C's baja en estimación de votos: del 13,0% a un 12,1%.
Pero por esta misma regla, un PP que parece un tanto estancado en estos sondeos, tampoco podría sumar esa deseada mayoría con C's con la que más de una vez ha soñado el líder de los populares en Andalucía, Juan Manuel Moreno. La victoria que en las elecciones generales da para el PP la intención de voto recogida en este Egopa y la estimación de votos del de hace un año -y que se produjo en las urnas el 26J- no tiene, en cambio, un traslado directo de la confianza de los ciudadanos en los populares para el Parlamento de Andalucía.
Un pacto de las izquierdas sí sumaría más de ese 45% necesario. Es decir, si el PSOE negociara con Podemos e IU, suponiendo que estas dos fuerzas concurran por separado, que está por ver porque no han renunciado a su confluencia. Sin embargo, las relaciones del PSOE con Podemos, que es el único que se mantiene en estimación de votos según el anterior Egopa (17,2%) y sube si se compara con los resultados del 22M, son poco probables de momento en Andalucía.
Con este panorama, a la luz de una hipotética victoria en las autonómicas, se le complica mucho al PSOE gestionarla. Hipotética por varias razones: porque la distancia con el PP es cada vez más corta y se ha quedado en menos de dos puntos y medio; por el desgaste de más de tres décadas gobernando ininterrumpidamente la única comunidad autónoma que nunca ha cambiado de color político; y porque las citas del PSOE para su renovación siembran dudas sobre quién estará a la cabeza en Andalucía para las próximas elecciones autonómicas.