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El PSOE andaluz enchufa adrenalina a Sánchez para encarrilar su investidura: “¡Lealtad, blindemos al presidente!”

Pedro Sánchez, arropado por la ministra en funciones María Jesús Montero, el líder del PSOE de Sevilla, Javier Fernández, y el líder de la federación andaluza, Juan Espadas.

Daniel Cela

30 de septiembre de 2023 13:43 h

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El PSOE de Sevilla, cuna de Felipe González y Alfonso Guerra, no teme la repetición de las elecciones generales. Es más, al contemplar el griterío entusiasta y el chute de energía de los 3.000 militantes y simpatizantes que arroparon a Pedro Sánchez este sábado en el recinto El Abrazo de La Rinconada, primer acto tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, parecería que están motivados para ir a elecciones.

Pero la inyección de adrenalina que ha recibido Sánchez hoy no es para encarar una campaña, sino para armarse ante los “ataques” que previsiblemente va a recibir en las próximas semanas mientras negocia su investidura con los independentistas catalanes. “La presión va a ser brutal. Le van a llover misiles por tierra, mar y aire. Era importante lanzar una imagen de unidad, de que el partido está con él”, dicen desde el PSOE de Sevilla, que ha organizado este acto.

El presidente del Gobierno en funciones no vino a este municipio sevillano de 38.000 habitantes para anunciar una ley de amnistía a los líderes independentistas ni para revelar los términos de su negociación de investidura. Los socialistas jamás han perdido unas elecciones en La Rinconada, donde es alcalde el secretario general del PSOE de Sevilla y presidente de la Diputación, Javier Fernández.

Este mitin buscaba inyectar un estado anímico al presidente y enfatizar el orgullo socialista a las bases. “Estoy orgulloso de ser del PSOE”, arrancó Fernández. Bajo la carpa, más banderas rojas del partido que andaluzas, españolas y LGTBI.

Había varios mensajes internos que dejar claro antes de que empiecen las turbulencias. El primero, la “lealtad” de la militancia con Sánchez, la unidad de todos los socialistas, después de las presiones y sacudidas que ha ejercido el PP en el último mes para romper la disciplina de voto de “cuatro socialistas buenos”, esto es, cuatro tránsfugas que votasen la investidura de Feijóo. No ha ocurrido.

Por muchas dudas y recelos que genere la hipótesis de una amnistía, las filas del PSOE orgánico están prietas. Ni las llamadas al transfuguismo del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ni las furibundas críticas de los dos popes del socialismo -Felipe y Guerra- han abierto grietas en la unidad en torno a Sánchez.

El mitin de La Rinconada ha empezado por ahí, con el atronador mensaje del líder del PSOE de Sevilla en una velada crítica contra Felipe y Guerra. “Ser socialista es tener puntos de vista diversos, pero sobre todo significa ser humildes y leales. ¡Leales! ¡Tener respeto al secretario general del PSOE que hemos elegido! Se puede discrepar, pero no se puede perder respeto al líder que hemos elegido. En el PSOE no hay militantes A y B”, clamó Fernández.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, fue mucho más explícita: “No vamos a consentir ataques al presidente del Gobierno, lo vamos a blindar entre todos nosotros. En el trabajo, en la puerta del colegio, vamos a demostrar nuestra lealtad”, ha dicho, respondida por un público entregado con aplausos y gritos de presidente. El líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, también remachó este mensaje: “Que no quede ni un socialista en su casa defendiendo a este presidente y a España”.

“Convivencia y concordia”

El PSOE de Sevilla es la agrupación con más militantes de España (14.000 de los casi 45.000 de la federación andaluza). También es la que cuenta con más veteranos. Las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra a Sánchez y el cuestionamiento de la negociación con el independentismo -aun sin conocer los términos de esos acuerdos- se han sentido como un puñal en el corazón. “Nos duele lo que dices”, le dijo un veterano militante ugetista al ex presidente del Gobierno en Sevilla, antes de que recogiera un premio.

La vieja guardia se ha revuelto contra sus popes, algunas voces de la legendaria 'foto de la tortilla' -esa imagen fundacional del PSOE- se alzaron para contestar a sus referentes. “Antes con Felipe, ahora con Pedro Sánchez”. Una de esas voces estaba este sábado en el mitin de La Rinconada, Luis Yáñez (80 años), que fue ovacionado con el público en pie como ejemplo de “dignidad y lealtad al partido”.

“Lealtad” ha sido la palabra más aplaudida en el mensaje interno; “convivencia, fraternidad y concordia”, las ideas más repetidas en ese mensaje implícito donde todos adivinaban la hoja de ruta para pactar la investidura con los nacionalistas e independentistas. “El límite está en la Constitución”, sentenció Montero. El presidente en funciones lo repitió varias veces: “Hoy hay más convivencia y concordia que antes en Cataluña y en España. ¿Es que se rompe la Constitución?”, se preguntó. El Abrazo, se llama el recinto que aglutinó el acto.

Pedro Sánchez saltó a la tribuna coreado como presidente y, de inmediato, agradeció el abrazo de la militancia del PSOE andaluz y sevillano. “Tengo más ganas, más fuerza y más argumentos que nunca”, dijo, tras subrayar que fue en esta provincia -en un mitin preelectoral en Dos Hermanas- donde “se conjuró para evitar un Gobierno de PP y Vox en España”.

De amnistía no dijo nada, pero enumeró todas las políticas sociales que ha impulsado su Ejecutivo y las que pretende desarrollar en esta legislatura “de cuatro años”. “Cuatro años”, dijo una y otra vez, dibujando un mandato largo que precisa de una estabilidad política con sus eventuales socios de investidura.

Una reformar del Estatuto de los trabajadores para que el salario mínimo sea todos los años, por ley, el 60% del salario medio de España; una ley de paridad para que el 50% del poder político y económico lo ocupen mujeres; “hacer de la vivienda la gran causa nacional”; y un anuncio que despierta especial entusiasmo en el electorado socialista andaluz, de una edad media avanzada: “Voy a solicitar la confianza de la Cámara para que todos los años llenemos la hucha de las pensiones, 5.000 millones más cada año, para que los jóvenes tengan una jubilación digna. Vamos a llenar lo que ellos esquilmaron”, ha dicho, en referencia al Gobierno de Mariano Rajoy.

Fernández, Montero y el propio Sánchez cerraron sus intervenciones con palabras de ánimo y apoyo a Juan Espadas, “líder indiscutible del PSOE andaluz”. Andalucía es la comunidad más poblada y el territorio de más peso entre las baronías del PP afines a Feijóo. Moreno Bonilla recibió críticas de todos los intervinientes.

El propio presidente del Gobierno en funciones se detuvo en el problema de la sequía y la falta de agua -que el líder de la Junta ha convertido en epicentro de sus reivindicaciones a Madrid- para recordar a Moreno que el Plan Hidrológico del Guadalquivir aprobado por su Ejecutivo para el periodo 2022-2027 alcanza casi los 3.900 millones de euros, “1.600 millones más que el que aprobó Rajoy”. “Hemos dedicado en los actuales Presupuestos más de 200 millones a políticas de agua para Andalucía, el Gobierno da esos recursos, pero la Junta de Andalucía no los ejecuta. Lo que tiene que hacer Moreno es remangarse”.

Fuentes del PSOE federal explican que esta legislatura, Sánchez tiene la encomienda de recuperar peso político en Andalucía, donde el PP ha ganado las autonómicas con mayoría absoluta, las municipales y las generales. Un territorio clave para los socialistas que pasa, de momento, por la consolidación del liderazgo de Juan Espadas. “Juan, me vas a tener aquí como uno más para que esta tierra vuelva a tener un presidente socialista”, culminó Sánchez.

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