Risas terapéuticas desde Córdoba a los campos de refugiados
“Utilizar la sonrisas y las risas como herramienta humanitaria”. Es la idea que tuvieron varios miembros de la Asociación de Circo de Córdoba, integrantes a su vez de la Asamblea Pro Personas Refugiadas en esta capital andaluza, que se han desplazado hasta los campos de refugiados de Grecia para ayudar con lo que mejor saben hacer y de lo que más faltos están en aquel lugar: provocar sonrisas.
En un viaje por carretera que les ha llevado varios días a bordo de una furgoneta – ‘la ballena azul’ la llaman por su color-, diez voluntarios cordobeses han llegado a los campos de refugiados de Grecia cargados con sus narices rojas de gomaespuma. Les llevan, además, donaciones económicas, ropa y carritos de bebé recogidos en una gala de circo organizada en Córdoba los días previos para apoyar esta iniciativa que lleva por nombre ‘Sonrisas Solidarias’ y para la que se ha contactado con varias organizaciones no gubernamentales que se encuentran en el país heleno.
Con experiencia ya en desarrollar proyectos similares en otros países y zonas en conflicto, los integrantes de la Asociación de Circo de Córdoba ya han comenzado su labor en Grecia, que prolongarán durante todo este mes de junio, como cuenta a eldiario.es/andalucia Irene Jiménez, integrante de la asamblea pro refugiados cordobesa. “La ayuda se centra en los más pequeños, en intentar ayudarles a través de la risa a gestionar todo lo que están pasando”, señala.
Terapeutas de la risa sin fronteras
Tesalónica ha sido una de sus primeras paradas, orientados por miembros de las ONG Unadikum, Antígona y Ecópolis que trabajan sobre el terreno y que les informan sobre dónde pueden llevar su ayuda. “La situación es cambiante. Se mueven en la frontera con Macedonia, donde se van desalojando campos de refugiados y se van improvisando otros nuevos”, explican mientras se dirigen al campo de Policastro.
Allí, entre la falta más absoluta de condiciones dignas de vida, estos cordobeses han llevado la risa como terapia, “como ayuda humanitaria psicológica-terapéutica, con el objetivo de que estas personas se rían, disfruten y se evadan de la situación dramática que están viviendo”. Sus espectáculos de teatro-circo han logrado, desde el primer momento, que los más pequeños y, por ende sus familias, sonrían. “Se trata en realidad de llegar al máximo número de personas” con esta particular terapia.
‘Sonrisas Solidarias’ lleva consigo, además, el trabajo de estos cordobeses como voluntarios que están colaborando en los distintos proyectos ya existentes en los campos de refugiados y gestionados por las ONGS que allí actúan. Un trabajo muy serio al que se han unido por unas semanas las risas que despiertan Torky, Juan Peo o Pepe Ciclo, los nombres de esos payasos convertidos en terapeutas de la risa sin fronteras.