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Periplo laboral de Francisco Serrano: juez y parte, abogado con escaño y diputado cuestionado

Serrano (Vox) afea que la sentencia de La Manada esté "cargada de condicionantes mediáticos y políticos"

Javier Ramajo

“Viaje o recorrido, por lo común con regreso al punto de partida”. Lo de Francisco de Asís Serrano Castro parece ser siempre lo que el diccionario de la RAE define como periplo. Una vuelta al mundo judicial, en su caso, que le sobrevuela en los últimos tiempos después de que su propio partido, Vox, le amenazara con tomar “medidas” si persistía en cuestionar una decisión, precisamente judicial, como ha sido la del tribunal que elevó la condena en firme de los miembros de La Manada. Una triple vertiente laboral (juez, diputado y también abogado) con muchos matices y, precisamente, muchas resoluciones judiciales y administrativas de por medio.

Aunque su nombre suena más en los últimos tiempos, Serrano no es nuevo ni en la justicia ni en la política. Fue el candidato de Vox a la Presidencia de la Junta en las elecciones andaluzas de 2015. Los de la extrema derecha parece que no encontraron otra opción mejor y Serrano repitió, consiguiendo sus primeros escaños (12) en un Parlamento español.

Como juez, Serrano ocupó la titularidad del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Sevilla, dedicado a asuntos de familia, desde 1998. Pero en 2010, uno de los casos que llegó a sus manos dio un vuelco a su carrera: modificó el turno de custodia de un niño de 11 años de edad establecido por un Juzgado de Violencia sobre la Mujer, ampliando en día y medio su estancia con el padre divorciado al objeto de garantizar su salida como paje en una cofradía de la Semana Santa en Sevilla.Su decisión le costó una condena por prevaricación.

La trayectoria de Serrano desde aquella madrugá de hace nueve años ha sufrido multitud de variantes. El Tribunal Constitucional (en contra de lo que el propio Serrano ha mantenido en alguna ocasión) confirmó en octubre de 2016 y no anuló su condena por prevaricación de octubre de 2011. Lo que sí hizo el TC fue anular la elevación de dos a diez años su inhabilitación como juez que había decidido en julio de 2012 el Tribunal Supremo. “Prefiero ser un abogado libre a un juez esclavo del miedo y la presión política”, dijo entonces.

Desde aquel momento, con 22 años de antigüedad como magistrado, ejerció como abogado en Serrano Abogados, una actividad que el Parlamento de Andalucía declaró en marzo pasado compatible con su condición de diputado autonómico y de la que, por tanto, sigue percibiendo ingresos paralelos a los de parlamentario. Serrano declaró el pasado año unos beneficios de 42.000 euros como abogado en ejercicio en 2018 en asuntos de Familia y Civil, así como participaciones en dicho despacho por un importe de 62.252 euros. En su muy comentado perfil de Twitter también dice que es fiscal en excedencia.

A tres bandas

El CGPJ, en diciembre de 2017, había acordado su reingreso en la carrera judicial en cumplimiento de la sentencia del Supremo, que consideró cumplida su condena. Serrano quedaba definitivamente rehabilitado como juez, pero había elegido actividad: en marzo de 2018 consiguió la plaza del Juzgado de Familia número 7 de Badalona. Apenas dos meses después solicitó la excedencia voluntaria en la carrera judicial. Ya en enero de 2019 pasó a una nueva situación, la de servicios especiales, tras ser elegido diputado en el Parlamento andaluz.

La diferencia entre la excedencia y los servicios especiales reside principalmente en que con la segunda, en la que Serrano se encuentra actualmente, se mantienen la antigüedad y los derechos como si se estuviera ejerciendo la judicatura. En todo caso, e hilando con ello, este pasado marzo Serrano obtuvo plaza en el Juzgado de lo Penal 13 de Sevilla. Cuando termine su actividad como político, se incorporará a ese puesto, según ha dicho él mismo.

Como abogado, se recuerda la campaña lanzada desde su despacho 'Mujer, sé honesta, denuncia cuando se deba y no cuando convenga'. Y se recuerda porque, desde el mismo momento en que llegó al Parlamento en enero de 2019, ha llevado al debate cuestiones relacionadas con lo que los de Vox llaman “ideología de género”, con una política negacionista de la violencia de género.

Tampoco se debe olvidar las dudas planteadas en torno a la labor de los trabajadores que evalúan este tipo de casos. Y no se debe olvidar porque todas ellas son cuestiones que están muy relacionadas con los asuntos que llegan a su juzgados. Del bufete al escaño y del escaño al bufete, compatibilizando, con permiso del Parlamento, ambas tareas.

“Él ahora mismo no es juez y el CGPJ no puede hacer nada respecto a él; está fuera de la carrera”, apuntan fuentes judiciales. “Muchos jueces o fiscales piden la excedencia para ejercer voluntariamente como abogados y para eso no hay ningún problema”, explican las fuentes.

El diputado y presidente del grupo parlamentario solicitó hace unos días un permiso de un mes “por motivos de salud”, alegando el “linchamiento” mediático que ha sufrido por sus críticas a la sentencia de 'La Manada'. En un principio su idea era “retomar fuerzas” y volver en septiembre, pero horas después de anunciar su baja y de reafirmarse en el fondo de sus críticas contra el Supremo, su partido en Andalucía le volvió a desautorizar con más énfasis que en la ocasión anterior tras sus manifestaciones en las redes sociales, cuando dijo que la sentencia de 'La Manada' estaba “cargada de condicionantes mediáticos y políticos”.

En todo caso, ahora de baja, sobre Serrano no parece que se vayan a plantear decisiones por parte de la dirección de Vox. Al menos públicamente así lo ha dicho el presidente de Vox, Santiago Abascal, que fue tajante hace unos días en ABC: “No vamos a hacer nada”. El tiempo dirá en qué 'bando' de los tres en los que ha jugado en los últimos años repetirá el juez, abogado y diputado Serrano.

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