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La Universidad de Málaga propone inhabilitar a Íñigo Errejón

Íñigo Errejón.

Néstor Cenizo

La Universidad de Málaga (UMA) ya ha trasladado a Íñigo Errejón el pliego de cargos con las faltas presuntamente cometidas por el número dos de Podemos durante la ejecución de su contrato de investigación con el centro educativo, según ha adelantado la Cadena Ser y ha podido confirmar eldiario.es. Errejón se enfrenta a una sanción de inhabilitación para volver a trabajar con la universidad –con la que ya finalizó su contrato el pasado mes de diciembre– ejecutando “contratos similares”. La noticia se ha conocido el primer día de campaña de las elecciones andaluzas.

Errejón recibió el pliego elaborado por la inspección de servicios de la UMA el pasado 3 de marzo, y a partir de esa fecha dispone de 10 días hábiles para presentar alegaciones, según explican fuentes de la universidad. Teniendo en cuenta las alegaciones que presente, si lo hace (y ya ha anunciado que lo hará), la inspección elevará una propuesta definitiva de sanción a la rectora de la universidad, Adelaida de la Calle, quien dispondrá de un mes para decidir si la ejecuta o pide información adicional mediante la práctica de nuevas pruebas.

El secretario de Política de Podemos firmó un contrato con la Universidad de Málaga en marzo de 2014 para realizar una investigación sobre la situación de la vivienda en Andalucía. El contrato, con una remuneración bruta de 1.825 euros al mes, lo promovió un departamento dirigido por otro miembro relevante de Podemos, Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada en la UMA. Montero también ha recibido un pliego de cargos incorporado a un procedimiento sancionador diferente pero que discurre en paralelo al de Errejón.

Según explicó el propio Errejón, su contrato era de 40 horas semanales, de 8.00 a 16.00 horas a cumplir en el campus de la UMA, algo imposible de compaginar con la política desde que entró en la ejecutiva de Podemos. Esto le llevó a realizar su trabajo de forma no presencial, desde Madrid y sin cumplir los horarios establecidos. Tras saltar a los medios de comunicación esta situación, desveló en una rueda de prensa que había solicitado su baja en el proyecto de investigación. Con la extinción de la relación de trabajo, existía la posibilidad de suspender el procedimiento sancionador, salvo que alguna de las partes mostrara su voluntad de continuarlo. El Consejo de Gobierno de la UMA aprobó que se concluyera el expediente.

Errejón ha alegado que tenía permiso para realizar el trabajo de forma no presencial, es decir, fuera del centro. Dicha autorización la habría recibido, según él mismo ha explicado, de forma oral de su compañero Montero. La propuesta de sanción que pueda adoptar la Universidad de Málaga es independiente de las acciones que, como contratista, pueda adoptar la Junta de Andalucía, receptora final del trabajo que debían elaborar Montero y Errejón.

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