Un década mejorando la accesibilidad a las playas de Bizkaia
Ir a la playa en verano puede convertirse en un auténtico suplicio. Los interminables atascos de vehículos en los accesos y salidas, la larguísima caminata hasta la playa, encontrar un hueco en la abarrotada arena y bañarse en los 40 metros de costa limitados por los socorristas. Ahora imagínese pasar por toda esa odisea si necesita unas muletas o una silla de ruedas para desplazarse, probablemente se quedaría en casa. Habiendo vivido esta situación en sus propias carnes o en las de sus familiares, la organización vasca de personas con disminución, Bidaideak, arrancó el programa ‘Hondartza Denontzat’ en Bizkaia con la ayuda de la Diputación y la obra social de la BBK. Su objetivo: que todas las personas con movilidad reducida tuvieran la posibilidad de disfrutar de la playa.
Una década más tarde, la iniciativa se ha consolidado como uno de las mejor valoradas por los usuarios de los arenales vizcaínos, según apuntan las encuestas que cada año realiza la Diputación Foral. A día de hoy, un total de cinco playas repartidas por todo el litoral se han unido al él y multitud de centros de día y residencias se ponen en contacto con Bidaideak cada verano para hacer uso del mismo. Acompañados por el buen tiempo que ha hecho en julio, este año el programa ha tenido más de 4.000 usuarios hasta la primera semana de agosto.
Según explica el gerente de Bidaideak, Txema Alonso, ‘Hondartza Denontzat’ consta de tres servicios básicos. El transporte hasta la costa, la ayuda en el vestuario y la asistencia para el desplazamiento por la arena y el baño. Para permitir un acceso sencillo a las playas, una flota de autobuses adaptados se encarga a diario de recorrer el territorio y recoger a los usuarios. A la hora de moverse por la arena y el agua, entra en juego el servicio de préstamo de muletas especiales y sillas de ruedas anfibias. Todo el proceso es supervisado por 19 monitores especializados que ofrecen ayuda tanto en el momento de hacer uso del vestuario como a la hora del baño o en los desplazamientos.
“Claro que para que ‘Hondartza Denontzat’ pueda funcionar previamente hay que adaptar los arenales para que puedan ser accesibles”, explica Alonso. “Ahí es donde entra en juego el departamento de Medio Ambiente”, añade. Este año, por ejemplo, la Diputación se ha encargado de remodelar los accesos a la playa Laidatxu de Mundaka. La institución foral ha construido una rampa paralela a la carretera de acceso al arenal, así como una acera que permite la llegada hasta el inicio de dicha rampa. Ambas obras han contado con un presupuesto total que supera los 476.000 euros. “Tenemos que tener en cuenta que las mejoras de accesibilidad no son algo únicamente para las personas de movilidad reducida, ahora todo el mundo podrá disfrutar de estas nuevas entradas”, apunta el gerente de Bidaideak.
En la comarca de Urdaibai, en concreto, el programa se ha encontrado con varios problemas para su puesta en marcha a lo largo de los años. Han cambiado varias veces de ubicación en busca del lugar perfecto y ahora mismo creen haberlo encontrado. “Intentamos repartir todas las playas, pero tenemos que garantizar que se cumplen unas condiciones óptimas de accesibilidad a los arenales, salubridad de las aguas y seguridad en oleajes dulces”, Aclara Alonso.
Laidatxu en Mundaka se une así a Ereaga en Getxo e Isuntza en Lekeitio, Plentzia y La Arena en su participación en el programa ‘Hondartza Denontzat’. Esta última gestionada directamente por el Ayuntamiento de Zierbena.
Vocación de servicio público
Vocación de servicio públicoCuando se cumplen 10 años desde su puesta en marcha, Txema Alonso cree que ‘Hondartza Denontzat’ “es una imagen clara de los problemas de las personas con movilidad reducida”. “Hace 10 años un arenal era territorio vedado para estas personas, hoy les damos la posibilidad de disfrutar de la playa”, comenta. Aunque Bidaideak es una asociación independiente respecto a la administración pública y otras entidades privadas, su gerente explica que tienen “una clara vocación de servicio público”. “Nacimos para ser impulsores de un cambio social, para concienciar sobre los problemas de accesibilidad, y poco a poco lo vamos consiguiendo”, detalla.
Alonso puntualiza que ninguno de los servicios que prestan “es únicamente para nuestros socios”. Quizás por este motivo, actualmente trabajan con centros de día, residencias y otras asociaciones de dentro y fuera de Bizkaia y programas como ‘Hondartza Denontzat’ han llegado a tener “un nivel de satisfacción muy alto” entre sus usuarios directos y han cosechado una gran aceptación entre todas las personas que acuden a las playas vizcaínas.
